La 'Gran Medida' de Bruselas para proteger la industria europea puede haber tenido el efecto totalmente contrario

Europa ha tratado por todos los medios protegerse frente a la poderosa maquinaria industrial china. Sin embargo, los resultados demuestran que las políticas aplicadas no han tenido el efecto deseado, más bien todo lo contrario.

La 'Gran Medida' de Bruselas para proteger la industria europea puede haber tenido el efecto totalmente contrario
Los coches eléctricos chinos no son la verdadera amenaza de Europa.

10 min. lectura

Publicado: 11/12/2025 08:00

Por el este y por el oeste Europa tiene muchos rivales a los que enfrentarse. El Viejo Continente ha dominado, con el permiso de Japón, la industria automovilística durante más de un siglo. Esa hegemonía puede haber tocado a su fin. China ha despertado de su extenso letargo. Lo que muchos expertos llevan tiempo avisando se ha cumplido y Europa no ha sabido reaccionar a tiempo. La otrora poderosa industria del automóvil se resquebraja por culpa de una estrategia comercial que lejos de ayudar ha perjudicado a nuestros propios intereses.

A mediados de la década pasada ya muchos advertían que el coche eléctrico iba a convertirse en la nueva realidad de la industria. El éxito de Tesla no fue seguido por muchas marcas tradicionales que desecharon la idea de coches eléctricos. Solo un puñado de empresas empezaron a trabajar en el futuro, aunque ninguna de forma sólida y/o estable. En cambio, China, décadas atrasada en lo que a combustión se refiere, vio una enorme posibilidad para crear un nuevo futuro para su paupérrima industria automovilística. En menos de una generación China ha pasado de no ser nada a serlo absolutamente todo.

Marcas como BYD se han establecido en Europa con muchísimo peso.

Las marcas europeas aplaudieron un plan que puede destrozarlas

En 2024, se vendieron más coches en China que en toda Europa y Estados Unidos juntos. Más de 34 millones de vehículos en 12 meses con la certeza absoluta de crecimiento para este 2025. De la noche a la mañana China se ha convertido en la principal atracción de las marcas globales. Sirva como ejemplo Mercedes-Benz: solo China representa el 36% de sus ventas globales. Casi 4 de cada 10 coches que vende en un año lo hace en un solo país. Esos datos son extrapolables a cada una de los fabricantes. El problema es que los chinos tienen sus propias marcas.

La cuota de mercado de compañías extranjeras ha caído significativamente en pocos años y la cifra sigue reduciéndose cada vez más. Marcas como Volkswagen han sido sustituidas por nuevas compañías de origen local que son capaces de igualar términos en materia de acabados, confort, tecnología y precio. La ventaja competitiva de las marcas europeas se ha desvanecido casi por completo. Sin sorpresa para nadie los chinos prefieren marcas chinas. La preocupación reside en que cada vez son más los europeos que también prefieren marcas chinas.

Europa ha levantado muros contra China con muy poco acierto.

Entre 2022 y 2025 se ha producido un absoluto desequilibrio del balance comercial del segmento automovilístico europeo. En apenas 3 años muchas son las marcas que han decidido explorar nuevos horizontes, principalmente Europa, considerado por todo el mundo como el mercado más exigente del planeta. Lo europeo es sinónimo de calidad en todo el globo. Para una marca china, triunfar en nuestro continente supone una excelente base con la que reforzar sus ventas locales. Si triunfas en Europa, con casi toda probabilidad, lo haces en todo el mundo.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

A principios del año pasado Bruselas empezó a sopesar la activación de muros arancelarios con el único propósito de frenar la llegada masiva de marcas chinas. Una estrategia que según las cámaras de representantes se tomaba para "proteger a la industria". Tras meses de negociaciones y pactos, el 30 de octubre se dio el visto bueno a los ya famosos aranceles. En función de la marca, esta debe pagar entre un 7% y un 35,3% de impuestos, adicionales al ya fijado 10%, por cada coche eléctrico procedente de China. Esta medida afecta, incluso a las marcas europeas que fabrican sus eléctricos en la lejana China.

China y Europa están condenadas a entenderse por el bien de los fabricantes.

Los asiáticos, obviamente, se quejaron, pero para sorpresa de muchos, no lo hicieron en exceso. Alguna declaración tibia por parte de algún alto representante del Partido fue lo más destacable de todo. Esta fue la primera de las señales que deberían haber alertado a Europa, pero no lo hizo. Hace ya un año que los aranceles portuarios están activos en Europa y tras 12 meses de vigencia es hora de sacar conclusiones. Y estas no son nada positivas. De hecho, durante mucho tiempo, han sido las propias marcas europeas las que más se han quejado.

Temerosas de que China levantara muros similares a sus productos -recuerda la gran dependencia de las marcas con respecto a China- los CEO de BMW, Mercedes y muchas otras compañías han reconocido como "burdos" los aranceles frente a las marcas chinas. Son esas mismas marcas que no se quejaron cuando Europa activó el Plan 2035. Alentados por la alta rentabilidad de los coches eléctricos, todas las compañías de origen europeo aplaudieron la medida. Se creyeron que las ventas de coches eléctricos iban a seguir creciendo como la espuma. Nada más lejos de la realidad.

Europa planea una nueva estrategia de movilidad para la próxima generación.

Europa lejos de sus propósitos de electrificación

Si, cada vez hay más coches eléctricos circulando por nuestras carreteras, pero la realidad es totalmente diferente a las estimaciones. Europa no va a llegar a ser un continente 100% eléctrico en 2035. No al menos de forma natural. Es curioso ver a los mismos directivos quejarse ahora de ese plan que aceptaron sin rechistar hace tan solo 3 años. A tenor de las bajas ventas eléctricas, las marcas han presionado a Bruselas para cambiar rápidamente de estrategia. Todo el mundo da por hecho que el horizonte de 2035 caerá como un castillo de naipes movido por el viento. Sin embargo, quedan muchas dudas por despejar que conoceremos el próximo 16 de diciembre.

Será entonces cuando la Comisión Europea presente ante los ciudadanos el nuevo plan. La nueva estrategia de movilidad que tratará de solucionar los graves retos a los que se enfrenta la industria. Europa no se ha convertido en el sueño verde que se esperaba, ni las marcas chinas han frenado sus planes de conquista retraídas por unos aranceles que han conseguido generar el efecto contrario. En el último año las matriculaciones de vehículos procedentes de China casi se han duplicado. Un 93% más para ser exactos. De hecho, para 2026 son muchas las compañías que ya han anunciado su llegada.

He probado muchos coches chinos y todavía no hay ninguno que me haya convencido.

Bruselas no ha conseguido detener la amenaza china porque los chinos se han dado cuenta que no tienen que pagar impuestos por sus coches de combustión y/o híbridos enchufables (PHEV). España es el ejemplo perfecto de esa 'colonización térmica'. Cada vez son más los MG, Omoda, Jaecoo o EBRO que se dejan ver por nuestras calles. Lejos de montar eficientes propulsores eléctricos, las ventas demuestran que son los térmicos, híbridos e híbridos enchufables los que más seducen a los conductores. Productos de buena presencia y muy atractivo precio.

Mientras que una marca como Volkswagen te pide 50.000 euros por un SUV híbrido enchufable de tamaño medio, BYD te ofrece lo mismo por 20.000 euros menos. Como ya te he contado, todavía no hay un coche chino que me haya hecho creer que es mejor que uno europeo, pero la dura realidad es que China no necesita hacer mejores coches que Europa. Necesita que sean baratos y llamativos. Y lo son. El precio es, a pesar de esos aranceles, bastante más competitivo, aunque haya que pagar un peaje en materia de consumo o conducción. O las marcas europeas bajan sus precios o no habrá aranceles que puedan frenar el éxito de las marcas chinas.

Con los precios disparados, las marcas chinas apuestan por tarifas lógicas.

Este artículo trata sobre

Pixel