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Conoce el único Porsche Carrera GT de competición del mundo

Actualmente se encuentra la venta el único ejemplar del mítico Porsche Carrera GT que fue desarrollado para competición. Esta unidad fue transformada por una compañía llamada GPR a petición de su propietario, que pretendía competir con ella en eventos del WEC. El modelo nunca llegó a correr y por eso ahora se encuentra a la venta prácticamente a estrenar.

Conoce el único Porsche Carrera GT de competición del mundo
Porsche Carrera GT-R - mechatronik

6 min. lectura

Publicado: 30/12/2020 13:00

El Porsche Carrera GT es uno de los modelos más insignes de la historia de la firma de Stuttgart. Presentado en el 2000 en forma de prototipo, sus atrevidas formas y su potente V10 atmosférico procedente de un proyecto de competición secreto que tuvo que ser cancelado cautivaron inmediatamente al público. Durante años supuso el pináculo de rendimiento del catálogo de la marca alemana, hasta la aparición del superlativo Porsche 918 Spyder.

Aunque el Porsche Carrera GT contaba con ADN racing y toda la experiencia de la marca alemana en el mundo de la competición, lo cierto es que todos y cada uno de los 1.270 ejemplares que fueron fabricados de esta edición limitada fueron modelos de calle matriculables. Este biplaza abierto nunca fue empleado como base para una versión de competición ni tampoco fue lanzada una versión track-only, como las que solemos encontrar en este segmento. Por lo que el modelo que aparece en estas fotografías es el único ejemplar del Carrera GT que fue especialmente modificado para circuito.

Solo existe una unidad en el mundo con esta configuración.

Aunque a simple vista pueda parecer una unidad del Carrera GT personalizada e inspirada en los Porsche 911 GT1 oficiales que compitieron en Le Mans en la década de los noventa, lo cierto es que se trata de un verdadero vehículo de carreras, desarrollado específicamente para competir en pruebas del Campeonato del Mundo de Resistencia, el WEC.

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Historia

Esta unidad nació como un Porsche Carrera GT más, pero su primer propietario, del que solo sabemos que era un ciudadano belga, decidió no estrenar su espectacular deportivo y lo empleó para crear una versión de competición. Este fue bautizado Porsche Carrera GT-R, aunque lo cierto es que esta es tan solo una denominación no oficial y que probablemente nunca será reconocida por la marca, pues no se conoce que estuviera involucrada en su desarrollo.

Las modificaciones corrieron a cargo de un especialista llamado GPR, quienes transformaron por completo el atractivo biplaza alemán hasta convertirlo en un auténtico vehículo de carreras. A pesar de que a nivel exterior solo podemos ver unos pocos cambios, como es el caso de la nueva altura libre al suelo, las llamativas llantas BBS de magnesio o el enorme alerón trasero, lo cierto es que el modelo sufrió un cambio radical a nivel interno.

En su interior es un vehículo de circuito puro.

El deportivo fue destripado por completo y de su configuración original quedan muy pocos elementos, como es el caso de la carrocería o el motor, y aún así estos también recibieron modificaciones. El chasis fue reforzado y se añadió una jaula de seguridad en el habitáculo con especificaciones FIA; se eliminaron todos los revestimientos y elementos de confort, incluyendo los asientos originales o los distintos mandos del salpicadero, que ahora cuenta con varios añadidos de fibra de carbono y los mandos propios de un vehículo de carreras.

A nivel mecánico se modificó la electrónica del V10 de 5.7 litros, el sistema de escape e incluso se sustituyó el embrague cerámico del modelo original por uno de competición. El esquema de suspensión es completamente nuevo, así como el de frenada, que incluye discos y pinzas AP Racing. También encontramos un nuevo volante desmontable Sparco, pedalier metálico, sistema de radio, un elevador neumático integrado y todos los elementos de seguridad necesarios para poder homologar el vehículo en competición.

Todas estas modificaciones tuvieron un costo superior a los 220.000 €, pero aún así, debido al ‘Balance of performance’ del WEC, el deportivo no fue admitido por la federación. Según la descripción de su vendedor esto se debió al elevado rendimiento del modelo. Aunque este dato debemos tomarlo con cautela. Si el Porsche Carrera GT original contaba con 612 CV para solo 1.380 kg, la versión de competición superaba los 650 caballos con un peso solo ligeramente superior a los 1.000 kg. Por lo que no se encontraba alejado del rendimiento de los modelos que competían en aquella época.

A nivel exterior no encontramos demasiados cambios.

En estos momentos, esta extraordinaria pieza única se encuentra prácticamente a estrenar, pues nunca ha llegado a competir - no al menos oficialmente - y cuenta tan solo con unos 2.000 km de uso. Debido a que nunca pudo ser homologado, el Porsche Carrera GT-R se ha convertido en uno de los más raros y exclusivos juguetes de track-day que podemos encontrar actualmente en el mercado, solo apto para bolsillos muy pudientes. Aunque lo cierto es que es bastante más barato que algunos modelos de circuito actuales. Este se encuentra a la venta en el especialista alemán mechatronik por 849.000 €, incluyendo todos los impuestos de ese mercado.

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