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Salón de Ginebra 2013Ferrari LaFerrari ¿Uno de los nombres más ridículos de los últimos tiempos?

Desde Ginebra, el nuevo Ferrari LaFerrari marca un nuevo nivel en los deportivos de Maranello. Sin embargo, su peculiar nombre no ha tenido una buena acogida. Escoger una denominación que insinúe las características clave del modelo y que no tenga dobles sentidos es una tarea complicada y los fabricantes no siempre aciertan.

Ferrari LaFerrari ¿Uno de los nombres más ridículos de los últimos tiempos?

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Publicado: 06/03/2013 15:00

La estrella del Salón de Ginebra 2013 viene de Maranello: 963 CV de potencia, sistema KERS, un diseño impresionante, prestaciones de infarto… y un nombre insustancial para un superdeportivo que aparecerá en los posters que los críos utilizarán para decorar su habitación: Ferrari LaFerrari.

La denominación del modelo italiano recuerda mucho a la del Renault LeCar, que no era más que el Renault 5 comercializado en Estados Unidos rebautizado con un nombre anodino ¿Qué tenía de malo el número 5 para los estadounidenses? Si echamos la vista atrás podemos comprobar que hay una buena colección de nombres de coches poco afortunados.

Por ejemplo, siguiendo en tierras norteamericanas, tenemos el AMC Gremlin, una designación tan extravagante como el diseño del propio coche. Un gremlin es una criatura imaginaria con cierta inclinación a dañar o sabotear maquinaria y elementos mecánicos. Justo lo que uno quiere de un coche ¿verdad? Sólo le faltaba que no se pudiese lavar con agua ni repostar combustible después de la medianoche, por si acaso.

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Parece ser que hubo algún tiempo en el que el concepto de “dictador” se veía como algo positivo. El Studebaker Dictator salió al mercado a finales de los años 20 para “dictar” un nuevo nivel de lujo automovilístico según decía la marca, precisamente cuando comenzaba el apogeo de dictaduras como las de Adolf Hitler y Benito Mussolini. El fabricante norteamericano vio que el nombre de su modelo era poco apropiado así que en algunos países europeos su denominación fue cambiada a Studebaker Director.

Aunque nunca llegó a la cadena de producción, el Lancia Marica fue un concept de 1969 cuyo nombre tenía una connotación claramente negativa para los hispanohablantes. Otros fabricantes buscan nombres llamativos a conciencia y no queda claro si la marca china Geely tuvo poco ojo o demasiado sentido del humor cuando pusieron a su modesto sedán de cuatro puertas el nombre de Geely King Kong.

El Ford Corrida fue un prototipo de 1976, un nombre con doble sentido que en castellano podría resultar grotesco con poca imaginación que le echemos. Con la misma temática encontramos el Mitsubishi Pajero, que tomó su designación homenajeando a una espacie de leopardo de la Patagonia argentina aunque para los castellanoparlantes la primera cosa que suele venir a la mente se relaciona con la masturbación. Así, en España, al igual que en el resto de países de habla hispana, se denominó Mitsubishi Montero para evitar posibles situaciones embarazosas.

Pero Mitsubishi no ha sido la única que ha tenido ciertos encontronazos con la lengua de Cervantes. En Japón gusta mucho la sonoridad del castellano y es frecuente bautizar modelos de coches con palabras en español pero no siempre se puede acertar y nos encontramos con automóviles bautizados como Nissan Moco o Mazda Laputa, nombres suficientemente descriptivos como para añadir ningún comentario más.

Y hablando de Mazda, la firma japonesa creó la submarca Autozam a principios de los años 90 para comercializar utilitarios, como fue el caso del pequeño Carol. Aunque la aventura duró poco, aquella marca nos dejó un nombre curioso que añadir a esta lista: Autozam Carol Me Lady, una versión especial del Carol con techo de lona escamoteable cuya nomenclatura parece el título de un musical. Compra tus entradas para el musical “Carol Me Lady”, que se estrena esta semana en la cartelera, por ejemplo. El Carol se sigue vendiendo en la actualidad bajo la marca Mazda, y en España lo conocemos como Suzuki Alto.

Sin perder el hilo de los coches japoneses, podemos recordar el Daihatsu Naked, un kei car comercializado entre los años 2000 y 2004. En inglés, “naked” significa “desnudo” ¿Quizá la marca japonesa estaba proponiendo el primer coche específicamente pensado para nudistas?

El Opel Frontera Sport se vendía en Japón con el nombre de Isuzu Mysterious Utility. Vamos a ver: cuando alguien se gasta un dineral en un coche quieres tener muy claro qué es lo que te llevas a casa, no algo de “utilidad misteriosa” que no sabes si va a ser bueno o malo. Su denominación más habitual fue simplemente Isuzu MU, un nombre anodino pero menos confuso.

También se pueden añadir a la lista modelos como el Volkswagen Polo GT, Volkswagen Jetta, Lamborghini Reventón, Lexus LFA, Kia Borrego (un SUV que la marca coreana vende en Estados Unidos), Geely PU Rural Nanny y Opel Manta, entre otros. Y es que está claro que bautizar un coche con un nombre acertado para todos los idiomas es una tarea francamente difícil.

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