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Uber ha vuelto a Barcelona

Casi tres años después de su marcha forzosa por orden judicial, Uber vuelve a la ciudad condal con la legalidad por bandera. Una flota de Skoda Superb, Hyundai i40 o Kia Optima ya están circulando y dando un servicio alternativo a los taxis negros y amarillos.

6 min. lectura

Publicado: 13/03/2018 21:00

Uber vuelve al punto de partida en España: Barcelona. Fue en esa ciudad donde Uber empezó a prestar servicios en nuestro país, pero de una forma totalmente distinta. Entonces eran coches de particulares que llevaban gente de un lado a otro sin licencia, compitiendo de forma desleal con los taxistas.

La compañía estadounidense se vio forzada a abandonar la prestación del servicio, y no solo por las presiones de los taxistas, es que legalmente no había forma de hacerlo y los tribunales forzaron el final de la actividad. En una fase posterior, Uber probó con el servicio Eats, que tenía a conductores dando vueltas repartiendo comidas con un tiempo de respuesta muy pequeño.

Hoy día Uber compite de forma legal mediante vehículos de alquiler con conductor, es decir, VTC. Aunque la justicia europea determinó que Uber necesita una licencia para transportar gente -en contraposición a un servicio digital simple-, eso no aplica para el servicio UberX (con chófer profesional), solo a UberPop (particulares).

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Los taxistas no ven con buenos ojos la competencia de los VTC (archivo)

Uber comienza su segunda fase en Barcelona con 120 coches que pertenecen a tres empresas que son las que tienen las licencias, los coches y los conductores. Uber es un intermediario entre los pasajeros y esas empresas, que realizan una labor totalmente ajustada a nuestra legalidad.

Los taxistas de la capital mediterránea no están por la labor, ya que consideran que estos VTC están compitiendo de forma desleal. Aunque la normativa fija un máximo de 1 VTC cada 30 taxis, en la práctica no es así, ya que entre 2009 y 2015 ese límite dejó de estar vigente y se emitieron miles de licencias. El Gobierno del PP revirtió la situación, pero con muchas más licencias expedidas.

Por lo tanto, los taxistas poco pueden hacer en ese sentido. Eso sí, van a vigilar con lupa a todos los VTC que estén compitiendo con ellos, denunciando la menor infracción, como puede ser esperar en una zona de influencia (cerca del aeropuerto, Renfe Sants...) sin tener servicios asignados previamente.

El diario La Vanguardia ya informa de los primeros roces entre taxistas y conductores de VTC, de forma similar a como ha ocurrido en Madrid. De hecho, en la capital se han producido accidentes y más de uno ha llegado a las manos, sin que tenga demasiada importancia quién fue ofensor y quién ofendido.

Para recuperar popularidad, Uber está ofreciendo un descuento en sus tarifas del 15%, por lo que puede salir más barato el trayecto respecto a un taxi. Se supone que es la propia Uber la que está aportando parte de lo que cobran las empresas de VTC.

Esta estrategia de dumping (ofrecer las cosas por menos de lo que valen) es un clásico en Uber para arrebatar cuota al taxi. Es uno de los motivos por lo que Uber es un pozo para el dinero de los inversores, primero se asegura un mercado y luego los descuentos se relajan o se suprimen.

Uber no repetirá los errores del pasado y funcionará de forma estrictamente legal (dice)

De todas formas, los taxistas de Barcelona ya están acostumbrados a que Cabify, competidor natural de Uber, ya esté operando. Es más, en toda la provincia tienen su sede 920 vehículos de alquiler con chófer, frente a 10.362 taxis, por lo que sale un ratio 1:12. El Ayuntamiento de Barcelona ultima una regulación municipal para forzar la relación 1:30.

Ahora bien, esa normativa puede estar condenada al fracaso, especialmente si colisiona con las competencias en materia de transporte de la Generalitat de Catalunya (administración autonómica) o del Ministerio de Fomento. Por otra parte, la Generalitat puede relajar la relación 1:30, pero no puede endurecerla.

La Generalitat modificó su normativa autonómica este verano, evitando la especulación en reventa de licencias VTC

Uber no pretende dar problemas, la estrategia de comunicación y negocio es menos agresiva que a finales de 2014, cuando todo parecía justificado en aras de una movilidad alternativa y la economía digital. La empresa también operó en Valencia, ahora sin servicio. Los taxistas se seguirán movilizando, pero no solo en Barcelona, a nivel nacional, y antecedentes hay unos cuantos...

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