Tras probar uno de los Audi más baratos de la gama tengo claro si me lo compraría o no
A menudo, especialmente los más jóvenes, miramos los catálogos de marcas premium soñando con hacernos con uno de sus coches, aunque sea el más barato de ellos. Yo he probado uno de los Audi A3 más baratos y ahora tengo más clara cuál es mi decisión.

Somos muchos los que hemos pasado incontables horas tras la pantalla de un ordenador para decidir qué Ferrari, Bugatti, Porsche o qué Lamborghini compraríamos si mañana, de buenas a primeras, nos hacemos multimillonarios. Sin embargo, conforme van pasando los años, este sueño se torna cada vez en lógica. No obstante, todo amante de los coches siempre sueña con tener un vehículo firmado por una gran compañía, por barato o caro que resulte. Eso «da igual».
De hecho, cuando te acercas a la edad dorada para tener una familia, dejas de mirar Ferrari y empiezas a mirar otras compañías. De encumbrada historia también, sí, aunque de un enfoque más lógico. De ahí que todos hayamos mirado alguna vez cuánto cuesta hacerse con un BMW, un Mercedes o un Audi.

Comprar un coche de una marca u otra no siempre implica el querer presumir más o menos delante de tus amigos. También puede ser (de hecho, en la mayoría de casos es así) por querer formar parte de la historia de una empresa. Pero, ¿merece realmente la pena lo que hay que pagar por un modelo de acceso a alguna de las «tres premium» alemanas? Yo puedo decir que he probado uno de los Audi más accesibles y ahora soy consciente de si me lo compraría o no.
He de confesar que el Audi A3 actual es un coche que realmente me gusta mucho. Lo he podido probar en sus dos carrocerías (Sportback y Sedán), así como en numerosas motorizaciones, incluido en la variante S3, la cual me dejó «loco». En todas ellas me ha parecido un coche realmente completo y una de las mejores alternativas de su segmento. Ahora he podido pasar unos días con su versión mecánica más accesible, la 30 TFSI, para poder contar mis impresiones con él.
Esto he podido sacar tras probar un Audi A3 con su motor más accesible
Como ya he mencionado anteriormente, ¿merece realmente la pena un coche premium con un motor de acceso? Esta pregunta es la que muchos se hacen a la hora de comprar un coche, pues existen dos opciones clásicas dentro de un aficionado al automovilismo: qué es mejor, un coche premium de acceso o uno generalista realmente equipado.

Ambas opciones suelen estar por unos precios más o menos paralelos, pero su nivel de equipamiento, y en ocasiones también su mecánica, sí están a varios escalones de diferencia. Entonces, ¿cuál es la mejor elección? A priori podría serlo la de «coche generalista bien equipado». Sin embargo, aquí también entran en juego los gustos propios, así como las ilusiones de cada persona.
Si tu sueño de la infancia es tener un Audi en el garaje, es posible que ni por el mejor coche generalista y el mayor equipamiento posible quieras cambiarlo. Es normal. Y todo esto viene a raíz de que he podido probar el Audi A3 más accesible del mercado, aunque su precio no es especialmente barato, como cabría esperar.
El Audi A3 30 TFSI parte en España desde 34.990 euros. Este precio incluye el acabado más accesible (llamado Advance) y el motor de gasolina con 1.5 litros y 116 CV de potencia. Con ello, el compacto es capaz de ejecutar el 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 205 km/h.

No obstante, a diferencia de la variante más barata, nuestra unidad contaba con el acabado S-Line, más llamativo, así como con un importante equipo de chucherías. Todo ello eleva el precio del conjunto hasta más allá de la barrera de los 40.000 euros. De ahí que surja la duda de «¿merece la pena?». Y la respuesta es un rotundo «sí», aunque con un importante número de matices.
El Audi A3 es lo que se podría denominar como «un cochazo». Entre sus rivales se encuentran alternativas como el BMW Serie 1 o el Mercedes Clase A. Todos ellos igualmente «cochazos». Aquí ya entra el terreno de la elección personal. Ya sabemos que BMW opta más por el enfoque deportivo; Mercedes por el confort y Audi se sitúa a medio camino para dar un equilibrio perfecto para ambas partes.
Y ahí encaja el A3 a la perfección. Es idóneo para alguien que busque el equilibrio entre ambas ramas, además de ser un coche visualmente excepcional y con un interior realmente bien acabado, ensamblado y tapizado. Vuelvo a repetir lo que dije antes, pero a mi, personalmente, es un coche que me gusta mucho.

¿Merece la pena pagar lo que pide Audi por el 30 TFSI de 116 CV?
El Audi A3 es un coche que va realmente bien. Con esta mecánica de acceso, bien es cierto que no da un comportamiento que pudiésemos tildar de dinámico o deportivo, sino más bien lógico. Es un coche que, en general, se mueve realmente bien, con mucha soltura sea el tipo de carretera que sea. No le hace miedos a nada. También es bastante ágil, lo que promete buenos resultados ante cualquier desplazamiento en vías urbanas.
De hecho, es especialmente notorio lo bien que se siente en este tipo de rutas en ciudad. Su tamaño lo hace ser un vehículo realmente bien pensado para las urbes (4.353 mm de longitud, 1.816 mm de anchura y 1.470 mm de altura). Su desplazamiento en zonas justas es bastante bueno. A esto ayuda significativamente la buena puesta a punto de sus mandos para no hacer incómodos estos trayectos.
Su dirección es bastante suave en materia de rigidez. De hecho, para ciertos tramos, quizás habría echado de menos algo más de dureza para poder sentir mejor feeling con el coche. No obstante, para la mayoría de personas es más que probable que su tarado sea el perfecto para el día a día. Este no cambia (o al menos yo no lo he notado) con la selección de otros modos de conducción más pasionales.

Pero siguiendo con sus controles, lo cierto es que estos, además de la dirección, tienen un buen tarado en todos los aspectos. Sus pedales no son excesivamente duros, ni tampoco lo son sus suspensiones. Estas últimas, de hecho, son buenas para cualquier tipo de trazado. No tienen una dureza excesiva ni tampoco son demasiado blandas. Aunque si hay que escoger un balance u otro, diría que el A3 se acerca más a unas de corte blando.
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Ahorras 3.766 €Esto permite que el A3 sea un «todoterreno» excepcional. Por las carreteras de curvas va realmente bien, aunque para estas zonas sí vendrían bien unas suspensiones incluso más rígidas para evitar balanceos notorios. No obstante, para el resto de situaciones, su puesta a punto es sobresaliente, destacando sobre todo en circulación por vías rápidas, donde el confort interior se dejará notar significativamente (lo cual es de agradecer).
Volviendo a uno de los puntos de inicio, hay que decir que no puedes esperar que el Audi A3 de 116 CV tenga unas especificaciones deportivas. Su aceleración es la que es y es posible que ciertos momentos eches en falta tener algo más de caballaje para superar con cierta soltura algunos obstáculos. He de confesar que yo sí he echado en falta algún CV extra en mis días de prueba, especialmente a la hora de entrar en una autopista por un carril de aceleración o para adelantar.

De hecho, otro «pero» que debo decir del Audi A3 30 TFSI es que su caja de cambios, al inicio de la marcha, puede mostrarse algo lenta de reacciones. Esto se traduce en que, desde que pisas el acelerador hasta que pasa algo, hay una demora mayor de lo que nos gustaría. Esto es clave a la hora de entrar, por ejemplo, en una rotonda. La solución para ello es poner el modo «S» en el selector de cambios, donde todo será más inmediato, pero no es a lo que debería de recurrirse de forma continua.
Este «pero» también se soluciona seleccionando el modo de conducción Dynamic, el más deportivo. Pero como digo, no es el punto al que haya siempre que recurrir. Este modo, además de hacerlo todo más rápido e inmediato, también apura más las revoluciones del motor, lo que aumenta el consumo de combustible. Por ello, no es el más conveniente para circular a diario y de forma cotidiana.

Antes de acabar hay que mencionar el apartado de su consumo de combustible. Este, circulando con despreocupación, con el aire acondicionado por lo general activado y con el modo de conducción más normal, a mi, personalmente, tras siete días de uso, me marcó una media general de 6,7 litros a los 100 km. La media sube o baja dependiendo del uso que se le dé al Audi A3. En ciudad, por ejemplo, este crece hasta asentarse en torno a los 7,8 litros a los 100 km, mientras que por autopistas bajará hasta los 6,2 litros a los 100 km.


