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Prueba Infiniti Q30, y a la primera fue la vencida

Si en Europa quieres vender, en el segmento de los compactos debes estar. Es el nicho de marcado más complicado de todos, y ahora nos llega una nueva apuesta, una que representa la unión de lo japonés y lo alemán: el Infiniti Q30.

Prueba Infiniti Q30, y a la primera fue la vencida

16 min. lectura

Publicado: 06/11/2015 09:00

Lisboa, ciudad encantada como pocas, ha recibido la presentación internacional del Infiniti Q30. Por primera vez la marca premium de Nissan se embarca en el duro, durísimo, ejercicio de fabricar un compacto para el mercado europeo. Sin lugar a dudas el segmento más complicado de todos, donde las marcas alemanas se reparten la mayor parte del pastel de las ventas.

Diseño atrevido para el primer compacto de Infiniti

La llegada de Infiniti al mercado europeo no se produjo hasta el año 2008. En estos más de siete años la marca japonesa no ha hecho más que crecer, tanto en porcentaje de ventas (un 9% el año pasado), como en modelos comercializados. Sin embargo esperan que el Q30 sea ese trampolín que la lance al estrellato. Y para lograrlo la apuesta es clara, crear un buen producto.

Infiniti Q30: el resultado de una triple alianza

Desde el 2010 a la alianza Renault-Nissan se le sumó el gigante alemán Daimler. Gracias a ello este tridente automovilístico ha distribuido conocimientos y componentes por partes iguales. Mercedes se ha adueñado de varios motores Renault, Nissan lo mismo, además ésta se encarga de poner a pinto diversas unidades diésel, un ejercicio que se lleva a cabo en Centro de Desarrollo Técnico de Nissan en Barcelona.

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Pero volviendo a la parte que nos ocupa, Infiniti ha conseguido favorecerse de una manera especial. No os extrañe que en muchas ocasiones de esta toma de contacto hable del Mercedes Clase A, por el sencillo motivo que es su hermano gemelo, aunque por supuesto hay diferencias más que evidentes entre el japonés y el alemán.

La primera, y más importante, salta a la vista: el diseño. Todos sabemos que las marcas alemanas, por lo general, no son nada dadas a diseños estridentes. Sus trabajos de estilo suelen ser más bien sobrios, eso ya lo sabemos. Sin embargo los japoneses no juegan, ni quieren, jugar ese concepto. Lo suyo es el atrevimiento puro y duro, y pocos coches lo plasman mejor que el Infiniti Q30.

El Infiniti Q30 parece más alto de lo que realmente es

Coge una Clase A, borra su carrocería y ponte a dibujar las formas más extrañas y atrevidas que se te puedan ocurrir, el resultado es el Q30. Alfonso Albaisa, responsable de diseño de Infiniti, y su equipo han tenido el valor de sacar al mercado un coche con un diseño tremendamente arriesgado, estéticamente hablando claro, más en un mercado muy tildado a lo clásico y a lo convencional como es el europeo.

La primera vez que vimos al Q30 Concept, allá por el Salón de Frankfurt del 2013, nadie podía imaginar que esté fuera a ver la luz tal cual, pero vaya si lo ha hecho. Un diseño que a pesar de contar con elementos típicos de Infiniti, abre un nuevo camino y pronto lo veremos en más modelos, como en el Infiniti QX30, del que hace poco tiempo te mostramos las primeras imágenes en exclusiva, o como en el Infiniti Q60 que verá la luz el año que viene.

El Q30 será el único Infiniti en fabricarse en Europa. Será en la nueva planta de Sunderland, en el Reino Unido

Si bien ya ha quedado que el diseño del Q30 me resulta muy atractivo, es hora de echar un vistazo en el interior. Aquí tengo que volver a mentar al Mercedes Clase A. Pues bien los desarrolladores de Infiniti han tomado ese espacio y lo han adaptado al Q30, con algunos cambios como el cuadro de instrumentos, el salpicadero (más bonito por cierto) y ciertas botoneras, como el manejo del equipo de sonido y el cuadro del Infiniti InTouch, que en este último caso recuerda mucho al de los BMW, y es el primero en tenerlo.

Muchos se escandalizarán ante esta artimaña, pero aplaudo la apuesta de Infiniti. Todos sabemos que él Clase A es un gran coche, pero le falta ese punto de riesgo que el Infiniti si consigue. Riesgo controlado, porque los japoneses también juegan sobre seguro. Ellos también saben hacer coches con clase y un alto grado de refinamiento, quedando claro en cualquiera de los tres acabados: Base, Premium y Sport.

Sin embargo no puedo dejar de pensar en el Infiniti Q50. En cierto modo me da pena, porque a pesar de ser un buen coche, presenta detalles de calidad media, no muy acorde con lo que Infiniti quiere vender. En este punto se nota que el Q30 está pensado, diseñado y fabricado para el mercado europeo. El salto de calidad con respecto a su hermano mayor es más que evidente, de hecho deja a este a la altura del betún.

Puede que sea una Clase A camuflado, pero Infiniti no ha pensado en el abaratamiento de costes, sino en fabricar un buen producto con una buena base. Podría decir incluso que tiene mejores acabados que el Mercedes. Pero el esfuerzo no se ha centrado únicamente en el tema calidades, sino que también lo ha hecho en tecnología.

El interior se muestra bien hecho, con sensación de calidad y durabilidad

El Q30 es capaz de contar con todo lo necesario para la conducción sino para mucho más. Una gran cantidad de sistemas se recogen en el habitáculo. Elementos de seguridad activa y pasiva mantienen vigilado todo él perímetro a través de cámaras y sensores, alertando de peligros mediante indicaciones sonoras y visuales. Todo el equipo de inflo entretenimiento ha sido desarrollado por la propia Infiniti. Quepa decir que no es el sistema más intuitivo dl mundo, pero su funcionamiento es perfecto y ágil.

Si pasamos al campo de la mecánica, de la que ya os hablamos el otro día, nos encontramos con un batiburrillo de bloques y fabricantes. Me explico. El Infiniti Q30 llegará al mercado con cuatro motores, dos diésel y dos gasolina. El menos potente de la gama vendrá representado por un bloque diésel turbo de cuatro cilindros y 1.5 litros que entrega 109 CV. Un motor que proviene de las fábricas de Renault, y que también podemos ver en él Clase A.

Si nos vamos a la unidad más potente nos encontramos con otro bloque de cuatro cilindros, gasolina en este caso, con 1.991 centímetros cúbicos turboalimentados que desprende una potencia de 211 CV. Este motor es el mismo que se equipa en A250 Sport. Lo mismo pasa con el bloque 2.2d de 177 CV, el mismo que podemos ver 220d del Clase A.

Todos los motores podrán ir acompañados del cambio automático de doble embrague y siete velocidades

En cuanto a transmisiones, el Q30 llega de base con un cambio manual de seis velocidades, pero todas las mecánicas tendrán posibilidad de incorporar un cambio automático de siete velocidades y doble embrague, cambio obligado si optamos por los sistemas AWD, solo disponible en las versiones más potentes. Y es que los ingenieros han trabajado en función del motor. De hecho hay varias configuraciones de suspensiones, una para los motores más bajos de la gama, y otra ligeramente endurecida para las unidades más potentes. Por último decir que el acabado Sport supone una reducción de 15 milímetros en la altura de la suspensión.

Prueba Infiniti Q30 1.5 litros diésel 109 CV

Posiblemente sea una de las variantes más escogidas en el mercado español. Sobre el papel la apuesta es la correcta. Cilindrada media, potencia media, tracción delantera y cambio manual. Si sobre el papel es la apuesta correcta, en la vida real seguramente también lo sea, aunque todo depende de las exigencias de cada uno, y de lo que podamos llegar a exprimir el motor.

Para reducir la rumorosidad del habitáculo el Infiniti Q30 cuenta con un sistema activo de supresión de sonido

Si es peor comportamiento, estamos ante una versión que vale para todo, desde los desplazamientos diarios hasta para los viajes más largos. No va sobrado de potencia, pero para el 90% de las ocasiones de uso su comportamiento es más que bueno. Hay que saber que por debajo de las 1.500 rpm el motor no es capaz de entregarte nada, pero que en cuanto entra en juego el turbo el coche alcanza velocidad de una manera progresiva, pudiendo circular a velocidades altas sin problema alguno.

Los asientos de la versión S son tipo baquet, con buenos apoyos laterales

El cambio manual también se antoja el más seleccionado en España, tierra del embrague. Hay que decir que no hay inconveniente alguno, la palanca de cambios cortita y precisa transmite una confianza total. Además la relación de las seis marchas ha sido perfectamente calibrada par que sea capaz de aprovechar cada caballo de potencia. Hay que decir que en ningún momento la prueba tuvo como objetivo analizar el consumo, pero al final de 100 kilómetros de la ruta el ordenador de a bordo desprendía un dato de 5,3 litros. Esa cifra se puede bajar sin problema alguno.

Prueba Infiniti Q30 2.0T 211 CV

En el lado opuesto de la balanza nos encontramos al que por el momento será el motor más potente que se comercialice. 211 caballos son muchos más de lo que en un principio un usuario normal puede necesitar, pero el carácter premium del Q30 también tiene que llegar en el aspecto mecánico, no se trata únicamente de calidad de materiales y refinamiento.

Esta unidad está destinada para clientes mas alegres en su conducción. Infiniti los recompensa con una suspensión rebajada y endurecida, un 7% más, que previene de los balanceos de la carrocería y mantiene al coche en la línea. Así mismo la dirección cuenta con una configuración un punto más dura, con una desmultiplicación acorde al carácter deportivo, aunque tampoco en exceso, puesto que también de ser práctica para el día a día.

El sistema de infoentretenimiento es propio, aunque ese diseño de cámaras también lo podemos ver en Nissan

La unidad de pruebas equipaba el cambio automático de siete velocidades. Este permite que podamos seleccionar entre diferentes modos de conducción, Eco y Sport. La diferencia entre ambos podemos notarla en cuanto al cambio, alargándose las marchas si optamos por el modo Sport. Aun así hay que decir que el resultado peca de relajado. No es un deportivo de pura cepa, tampoco pretendo serlo, y aunque se puede ir muy deprisa con él, no es el modelo que yo escogería para una conducción deportiva.

Conclusiones

La conclusión es rápida y clara, Infiniti ha hecho un gran trabajo, y a priori tenemos ante nosotros la receta del éxito: diseño japonés y tecnología alemana. ¿Qué más se puede pedir? El diseño exterior me resulta sencillamente impresiónate, tan atrevido como bonito, con una extensa paleta de colores y unos toques cromados que mejoran lo presente. Por dentro tenemos esa atmósfera, ahora sí, de lujo que Infiniti siempre ha querido tener, completada por un habitáculo tecnológico, tremendamente cómodo y confortable, con espacio para todos sus ocupantes y bártulos, pues estamos hablando de 368 litros de capacidad en su maletero.

Pero he guardado para el final lo mejor del Infiniti Q30, y no es otro que el precio. Podríamos imaginar que al ser una Clase A camuflado el precio estaría en concordancia con los del alemán, pero nada más lejos de la realidad. La gama arrancará en los 24.900 euros del Q30 1.6T de 122 CV. Un precio 3.000 euros inferior si lo comparamos con el Clase A correspondiente. Sorprendente.

Un gran producto a buen precio. El Infiniti Q30 llegará el año que viene pisando muy fuerte

Sin embargo este precio podrá reducirse si eres uno de los primeros clientes, pues para ellos habrá ofertas especiales de lanzamiento. Quepa decir que hasta que no haya un listado completo de precios no se podrán realizar las primeras adquisiciones, pero si todo sale como está planeado, las primeras unidades serán entregadas a finales de enero. Un buen regalo de reyes, qué duda cabe.

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