Prueba Kia Optima Sportswagon 1.7 CRDi, la familia es lo primero
La gama del Kia Optima se amplía con la llegada del Optima Sportswagon, un modelo que ofrece un plus de personalidad. Se trata de la primera vez que la marca coreana ofrece una carrocería familiar en el segmento D. Lo probamos en su presentación.
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Publicado: 20/12/2016 17:00
La popularidad de las carrocerías familiares va en aumento. No es de extrañar, ya que a la mayor practicidad de estos modelos respecto a su equivalente sedán de cuatro puertas se suman unos diseños cada vez más atractivos. El Kia Optima Sportswagon es el último en sumarse al club.
El primer modelo familiar de Kia en el segmento D ya está a la venta en los concesionarios españoles y hemos acudido a su presentación para conocerlo de cerca. Su alargada silueta sigue con fidelidad los trazos del prototipo Kia Sportspace Concept presentado en el Salón de Ginebra de 2015 confiriéndole un estilo propio con una cierta deportividad.
La parte delantera del modelo coreano es idéntica a la del Optima sedán, marcando sus diferencias en la mitad posterior. Aquí el aspecto conservador de la berlina deja paso a una cintura que se eleva mientras la línea del techo que se va haciendo más fina y desciende sutilmente hacia la inclinada luneta trasera. En total son 4.855 mm de longitud, exactamente igual que el sedán.
El voluminoso voladizo trasero está rematado por unos pilotos LED envolventes y una salida de escape oval integrada en el difusor. En la parte delantera también se recurre a diodos emisores de luz pero sólo en los acabados superiores, con unos faros LED direccionales. Las versiones más equipadas también pueden disfrutar de un enorme techo solar panorámico que aporta una gran luminosidad al interior.
El habitáculo presume de espacio a raudales. El salpicadero se mantiene inalterado respecto al sedán y es una buena noticia ya que éste destaca por su sensacional calidad de realización tanto por materiales como por ajustes. Eso sí, su diseño es sobrio con detalles en negro brillante y cromo como única concesión a la imaginación.
Hay tres acabados: Concept, Drive, GT Line y GT. Entre los elementos de equipamiento destacan el sistema multimedia con pantalla táctil de infotentretenimiento de 7 u 8 pulgadas (según acabado) con conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, cargador inalámbrico para dispositivos móviles o un sistema de audio Harman Kardon de 490 W con sistema Clari-Fi. Poco que envidiar de los modelos premium.
Quien se decanta por un vehículo de tipo ranchera suele buscar un espacio adicional a un sedán. Y espacio precisamente no falta en el Optima Sportswagon. Las plazas delanteras son muy habitables si bien los conductores más altos tendrán la cabeza muy cerca del techo, más de lo esperado. Los asientos son muy confortables y pueden disponer de calefacción y ventilación, ajustes eléctricos en ocho posiciones además de ajuste lumbar y tapicerías de tela, mixta (tela y piel sintética) o de piel.
Atrás hay espacio incluso para adultos de estatura elevada. Las plazas traseras son enormes, en especial en espacio para las piernas donde, al igual que sucede con el sedán, el Optima familiar es uno de los mejores. En esta zona los pasajeros disfrutan de una protección solar extra al disponer de cortinillas y lunas tintadas en los acabados GT Line y GT.
Sendas terminaciones también ofrecen un portón de apertura eléctrica con función manos libres para dar acceso a un espacio de carga de 552 litros, 42 litros más que la berlina de cuatro puertas. El hueco del maletero es regular y muy aprovechable, dotado además de unos raíles deslizantes que permiten sujetar la carga fácilmente. El respaldo trasero es abatible y está dividido en secciones 40:20:40 para alcanzar unos impresionantes 1.686 litros en total.
Hora de ponerse en marcha. Hemos podido conducir el motor turbodiésel 1.7 CRDi de 141 CV, mecánica que sin duda concentrará el mayor volumen de ventas ya que la otra opción es el gasolina 2.0 T-GDi de 245 CV del Optima Sportswagon GT. Con una gama de propulsores tan reducida se echan en falta más opciones mecánicas, tanto de gasóleo como de gasolina. A lo largo de 2017 llegará el Optima híbrido enchufable en versión familiar.
En cualquier caso el 1.7 CRDi es una buena elección porque proporciona un buen equilibrio entre prestaciones y consumo. Se puede vincular a una caja manual de seis velocidades que tiene un buen tacto y precisión o una transmisión automática de doble embrague y siete relaciones que destaca por su suavidad pero que eleva la factura final en 2.000 euros adicionales.
El motor CRDi desarrolla 340 Nm de par tiene un comportamiento satisfactorio a pesar de ser un poco perezoso. Las largas relaciones de marcha no ayudan, obligando a jugar con el cambio de vez en cuando para realizar algunos adelantamientos pero en general resulta suficientemente potente para mover la voluminosa carrocería del familiar coreano sin problemas. No es especialmente refinado pero el elevado nivel de aislamiento acústico del habitáculo oculta bien su sonoridad.
El comportamiento es noble y estable a altas velocidades. No cabe duda de que el Optima Sportswagon ha apostado por el confort con una suspensión que permite ciertas oscilaciones de la carrocería a cambio de absorber las irregularidades del asfalto convenientemente. El familiar puede montar una suspensión adaptativa pero no con el motor CRDi ya que sólo se ofrece en su versión GT.
Además, Kia pone a nuestra disposición una serie de dispositivos que velan por nuestra seguridad como el control de crucero adaptativo, el sistema de asistencia de mantenimiento en carril, el sistema de detección de ángulo muerto, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el sistema de asistencia de frenada de emergencia con detección de peatones.
Realizar maniobras con el familiar coreano es sencillo ya que podemos contar con una cámara de visión de 360º que emplea cuatro cámaras para mostrar una imagen cenital del vehículo en la pantalla del sistema de infoentretenimiento. Además también contamos con una alerta de tráfico trasero y un sistema automático de asistencia al estacionamiento (SPAS), que funciona aparcando en línea y en batería.
No cabe duda de que el Kia Optima Sportswagon brinda una mayor utilidad práctica que el sedán de cuatro puertas y tiene su propia personalidad. Está disponible desde 31.180 euros aunque hay varios descuentos a los que podemos acogernos para rebajar el precio final hasta niveles muy tentadores. Por supuesto, como es habitual en la marca de Seúl, el Optima Sportswagon disfruta de una garantía de siete años o 150.000 km.