Prueba Porsche Panamera Sport Turismo, familia salvaje
Cuando alguien imagina un Porsche se viene a la mente el tradicional 911, pero hay vida más allá de él, y una muestra es el coche que hemos tenido ocasión de probar en esta ocasión, el nuevo Porsche Panamera Sport Turismo.
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Publicado: 27/10/2017 09:00
Si hace unos años alguien nos hubiera dicho que en la gama de Porsche tendríamos varios SUV y una berlina, estoy seguro que muchos de nosotros no nos lo hubiéramos ni creído. Pero la realidad es esa, la realidad es que la marca deportiva alemana por excelencia ya no solo fabrica deportivos, ¿o sí? El Porsche Panamera Sport Turismo es su más reciente y espectacular creación, la primera berlina Shooting Brake que vemos con el emblema de Stuttgart, y yo ya he podido probarla.
Estamos ante un modelo completamente diferente a lo que conocíamos. Porsche ha pensado que el Panamera se encontraba demasiado solo y por ello ha creado un hermano más familiar, más funcional para aquellas familias que quieran tener la herencia deportiva de un Porsche y la practicidad típica de una berlina.
Y es que la base empleada ya es de por sí buena, la del actual Porsche Panamera. De hecho desde el frontal hasta el pilar C son el mismo coche. La diferencia llega a la hora de mirarlo, o bien de frente o bien de lado. Es entonces cuando uno se da cuenta que esto es un Shooting Brake, por decir algo, porque la verdad es que el Sport Turismo es difícil de catalogar.
Presentación Porsche Panamera Sport Turismo
Para ello habría que echar un vistazo a su competencia más directa, pero claro si te pones a indagar en el mercado actual no hay que se le parezca. Si el Panamera bien puede rivalizar con el futuro Mercedes-AMG GT4, el Audi A7 o el BMW Serie 6 Gran Coupé, ninguno de estos cuenta con una carrocería semejante a la del Sport Turismo. Y he ahí la gracia, Porsche ha abierto la puerta a un nuevo segmento. Si el tiempo les da la razón, que acostumbra a dársela, no nos extrañe que en un futuro lejano no lleguen rivales semejantes.
Pero dejando a un lado la competencia y la silueta, la verdad es que el estilo del Porsche Panamera Sport Turismo me gusta. Al menos me resulta diferente, e incluso me atrevo a decir que me gusta más que el coche del que sale. Los diseñadores alemanes, poco dados a las estridencias, han conseguido un buen equilibrio. Un morro largo y un habitáculo mayor para dar preferencia a los ocupantes.
Y la verdad es que una vez dentro ves la evolución sufrida por la actual generación del Porsche Panamera. Si bien el diseño exterior puede parecer continuista, el interior no lo es en absoluto. De hecho se podría decir que Porsche ha entrado en el siglo XXI. La tecnología no solo está presente, sino que se muestra de una forma poderosa, acompañado siempre de la calidad intrínseca que acompaña a los modelos de Stuttgart.
Lo primero que llama la atención es la enorme pantalla que corona el salpicadero. A diferencia de la tendencia actual, la pantalla va insertada por lo que no tenemos elementos colgantes por ninguna parte. Su tamaño es considerable, hasta 12 pulgadas, y cuenta con un manejo táctil. Desde ella podemos gestionar todo lo relacionado con el estado del coche, cambiando los modos de conducción, la navegación, el sistema de infoentretenimiento, he incluso saber cómo de buenos estamos siendo en la conducción.
Lo único que no está integrado es la climatización. El módulo de control sigue estando donde se recordaba, pero al igual que el resto del interior ha sufrido una enorme transformación. Ya no hay botones físicos como tal en la consola central, ahora se han cambiado por superficies de presión que para el caso hacen el mismo trabajo. Una considerable mejora, pues la familia Panamera siempre ha impresionado por la cantidad de botones. Como ya digo, siguen estando pero se les ha dotado de un mejor aspecto, de un aire moderno.
Lo mismo pasa con el cuadro de instrumentos. Porsche no olvida su historia, y es por ello que nos encontramos ante un cuadro con la apariencia de las cinco esferas tradicionales. La verdad es que solo hay una física, la central, que como siempre marca las revoluciones. A sus lados encontramos sendas pantallas que pueden cambiar la información que recibimos. La parte izquierda está más centrada en aspectos de la conducción, mientras que la derecha abarca una enorme cantidad de posibilidades, desde la navegación hasta un indicador de fuerzas G.
Te estarás preguntando que desde dónde se controla. Pues bien, se hace desde el volante. Un volante que ha sido extraído originalmente del Porsche 918 Spyder y al cual han hecho ligeras modificaciones para así poder gestionar la mucha información que el conductor es capaz de recibir sin que se tengan que apartar las manos del volante. Insertado en el mismo también encontramos la rueda de modos de conducción. No es ninguna novedad, pues llevamos viéndolo en los últimos productos de la marca. Un manettino al estilo Ferrari.
Las diferencias estéticas entre el Panamera y el Sport Turismo son eso, estéticas, pues no varía ni la batalla ni la longitud total
En función de la versión que nos encontremos tendremos diversos modos de conducción: E-Power, Hybrid, Sport, Sport Plus e Individual. Obviamente los primeros solo están disponibles en las versiones híbridas. De no se tal la versión seleccionada, solo serán posibles cuatro modos, cambiando los dos primeros por un modo “normal”. Eso sí, en todos los casos encontramos el botón Sport Response. Se activa al pulsar el centro del círculo y a partir de entonces el coche se configura para entregar su máxima potencia durante 20 segundos. Ya digo que es un botón habitual en Porsche, y que incluso el Porsche 718 Cayman cuenta con él.
Dado que Porsche forma parte de uno de los grupos automovilísticos más potentes del mundo, los ingenieros han echado mano en la despensa del Grupo Volkswagen y han adaptado diversos sistemas de asistencia para así poder utilizarlos ellos. La mayor parte de los asistentes a la conducción provienen de Audi o Volkswagen, y gracias a ellos la seguridad que desprende la berlina Porsche es elevadísima.
Ya no solo hablo en términos tecnológicos, sino también en sensación. Parece ir rodando en un tanque, y por si acaso nos despistamos para esos están los avisos de mantenimiento de carril, el indicador del ángulo muerto, la cámara de 360 grados, el control de crucero adaptativo... Todo lo que puedas imaginar se incluye.
Pero no podemos olvidar que estamos hablando de una berlina familiar. Teniendo en cuenta que estamos ante un Panamera, la habitabilidad es prácticamente igual. Porsche avisa que esto no es un cinco plazas, sino un 4+1. Con este eufemismo nos quieren decir que la plaza central trasera no es ni cómoda ni funcional. A pesar de haber cambiado la banqueta trasera y de haber recortado la consola central, la verdad es que el Panamera Sport Turismo no es el más familiar del mercado. De serie llega con esta configuración, pero opcionalmente cabe la posibilidad de poner los cuatro asientos.
Donde sí se ha ganado es en el maletero. Dado que la forma de la trasera cambia en el Sport Turismo, éste gana un volumen de 50 litros de capacidad con respecto al modelo del que precede. Eso quiere decir que estamos ante 520 litros de volumen mínimo, que serán ampliables a 1.390 si abatimos la segunda fila de asientos, que lo hace en una proporción 40:20:40. También se ha modificado el borde de acceso para facilitar la carga y descarga, siendo casi 15 centímetros más bajo que en un Panamera. Un cambio notable que realmente ayuda. Por cierto, si hablamos de las versiones híbridas, éstas por supuesto restan maletero, estando los límites en 425 litros de mínima y 1.295 de máxima.
¿Qué espera uno de un Porsche? Deportividad. Y aquí amigo mío no caben dudas. Ya puedes coger el híbrido como el Turbo que el dinámicamente hablando estamos ante la mejor berlina deportiva del mundo. Así de sencillo. Recuerdo muchas voces que se alzaron en cuanto Porsche mencionó el lanzamiento de un SUV y una berlina. Pues bien, gracias a éstos SUV y berlinas herejes podemos tener en el mercado más de 20 versiones diferentes del Porsche 911. Puede que en cierto modo hayan vendido su alma, pero ha sido con un buen fin. Hay que ganar dinero para así poder tener lo que todos esperamos.
Pero ya digo que no hay que confundirse, que el Panamera Sport Turismo sigue teniendo el emblema de Porsche. Todo es nuevo, desde el chasis, pasando por la caja de cambios PDK, por la suspensión, el sistema híbrido y por supuesto los motores. El shooting brake tiene la misma gama que el Panamera. Eso quiere decir que tenemos por el momento tres unidades gasolina y dos híbridos. Si, has leído bien, no hay diésel, y ya te aviso que por el momento Porsche no tiene pensado incorporarlo a la gama, pues como ya anunciaron hace un tiempo, su intención es sustituirlos por híbridos. Vamos, la misma tendencia que están siguiendo el resto de marcas.
En cuanto a potencias, arrancamos en los 330 de las versiones Panamera y Panamera S. A partir de ahí damos un salto hasta los 440 caballos del 4S y a continuación los 462 del 4 E-Hybrid. Los hermanos poderosos vienen firmados por la denominación Turbo, todos ellos con bloque V8 biturbo bajo el capó. El primero de ellos cuenta con 550 caballos, y por encima quedan los 680 del Turbo S E-Hybrid.
Este último ha tenido el honor de convertirse en el Panamera más potente jamás fabricado, y uno de los Porsche de todos los tiempos. Seguro que alguno estará pensando en posibles versiones eléctricas. Pues bien, las habrá, pero no serán en la familia Panamera, pues para ello Porsche está desarrollando la versión de producción del Mission-E, que ya se ha dejado ver en fases tempranas de su etapa de pruebas.
En cuanto a las cajas de cambios encargadas de gestionar y administrar tan desproporcionada potencia, no podemos hablar de otra que de la mejor caja de cambios automática de doble embrague que hay en el mercado, el PDK. Ha sido completamente revisada para así poder seguir ofreciendo un ajuste perfecto de rendimiento, aunque con un punto de mejora desde el punto de vista de eficiencia. Gracias a eso, y a sus ocho marchas, Porsche oficializa consumos ridículos para una berlina de cinco metros de largo y más de dos toneladas de peso.
En estos términos los híbridos ganan la batalla, pues el 4 E-Hybrid tiene un gasto medio, oficial de apenas 2,6 litros a los 100 kilómetros. Porsche se ha esforzado para conseguir tales datos, y en el caso particular de los híbridos hay que decir que el motor eléctrico es capaz de encargarse él solito de la propulsión hasta los 140 kilómetros por hora (90 si llevamos activado el modo Sport Plus). En cuanto a rango operacional, Porsche asegura que las baterías tienes una autonomía de hasta 50 kilómetros.
Llega el turno de saltar a uno de los aspectos más delicados, el precio. La verdad por delante, no es un coche para todos los bolsillos. Para que te hagas una idea, el Panamera Sport Turismo es entre 3.000 y 5.000 euros más caro que el Panamera correspondiente. Su precio de salida es de 109.088 euros. Pero si saltamos a la unidad tope de gama, el Turbo S E-Hybrid, el presupuesto mínimo es de 204.060 euros. Si a esto empezamos a meterle alguna que otra “chuchería” no es raro que la factura suba fácilmente por encima del cuarto de millón de euros. Ahora bien, ¿es justificable tanto dispendio económico? Pues habrá que ponerse tras el volante para saberlo
Prueba Porsche Panamera Sport Turismo
Huelga decir que el Panamera no es el arquetipo tradicional de Porsche, y que obviamente el Sport Turismo tampoco, sin embargo es de sobra sabido por todos que los alemanes no hacen coches convencionales. Su silueta podrá ser la de una berlina o la de un SUV, pero son los mejores en sus respectivos segmentos. La familia Panamera lo es en el suyo, y no es de extrañar teniendo en cuenta el rendimiento que desprenden.
Como ya he mencionado antes el Sport Turismo hereda todo de su hermano berlina, incluyendo el excelente rendimiento y conducción. Durante la presentación he tenido ocasión de probar las variantes Turbo y Hybrid, y en ambos casos me han dejado sin aliento. Cada una a su manera, pero el resumen es ese.
Cuando un Porsche lleva en su nombre el apellido Turbo sabes que estás ante el nivel más alto de rendimiento. Pasa con el 911 y pasa con el Panamera Sport Turismo. Estamos hablando de un rendimiento que roza lo exagerado que llega de la mano de un bloque de ocho cilindros en V que está acompañado de dos turbocompresores. El resultado son 550 caballos y 770Nm de par motor. Datos que podríamos compararlo con alguno de los mejores superdeportivo del mundo no sólo en prestaciones, sino también en rendimiento pues Porsche asegura que en un 0-100 km/h para el cronómetro en 4,2 segundos, y podría seguir empujando hasta un límite de 286km/h. Ahí es nada.
Pero la proeza de su rendimiento no llega sólo en su corazón, si no en todo lo que le acompaña. Al fin y al cabo es muy fácil ponerle un motor grande a un coche y hacerlo correr. Así que no se trata del cuánto, sino del cómo. La patada de este bicho es brutal, da igual a qué velocidad circules, porque a la hora de hundir el pie derecho en el acelerador el coche sale como alma que se lleva el diablo. Su motor empuja guiado por un cambio que varía su comportamiento en función del modo de conducción.
A la hora de llegar a una curva es cuando la cosa se pone seria. Son casi 2.200 kilogramos de masa circulando a velocidades absurdas, y claro hay que pararlo. Ayudan enormemente los frenos, ligeramente más grandes que en el Panamera, y el chasis que absorbe los extremos esfuerzos a los que se le somete. Sin lugar a dudas el arma más valiosa del coche. Una vez tengamos el coche preparado para la curva llega la hora de afrontarla, y a partir de entonces es trabajo de la dirección, la tracción y la suspensión. Tres elementos perfectamente coordinados.
Muchos achacan que Porsche se haya pasado a la dirección electrónica, pero yo no lo veo mayor problema. Sí que es cierto que el tacto es diferente, pero no por ello peor. Sigue siendo una centella en los cambios de dirección y ya quisieran muchos rivales tener su precisión. Saltando a la suspensión, como era de esperar los ingenieros han optado por incluir una neumática por dos motivos. El primero es por el confort que se desprende, y el segundo es porque resulta más fácil ajustar para así poder disponer de varios modos de conducción.
Pero ninguno de estos factores sorprende en el paso por curva, porque lo que más hace es la tracción, total como en todos los Turbo. Pasa con todos los Porsche, el límite está tan alto que resulta casi imposible de alcanzar en una carretera normal. La seguridad que transmite es brutal, y el hecho de tener dos ejes direccionales ayuda enormemente, de hecho es un avance que ya podemos ver en otros modelos más modestos, como el Renault Talismán o el nuevo Renault Mégane RS.
Llega el turno del híbrido. Porsche apuesta por ellos de cara a un futuro inmediato, y la verdad es que lo veo lógico. Resultan parecidos en precio y consumo de carburante, pero con la ventaja insalvable de poder circular los días de restricciones por contaminación como los que se viven en la ciudad de Madrid. Por supuesto hay más ventajas, como menores impuestos y aparcamientos más baratos. Que sepas que puedes pedirle un Panamera Sport Turismo Diésel a Porsche, pero estos no te van a decir fecha de entrega. Llegará, pero vete tú a saber cuándo.
Ya te digo que nadie necesita más que el Panamera 4 E-Hybrid, pero si por algún motivo se echa de menos algo, tienes el Turbo S E-Hybrid con sus 680 caballos y 850 Nm de par. El motor es el mismo que en el anterior caso, pero claro está cuenta con la ayuda extra de un conjunto eléctrico que aporta casi 130 caballos más. Tras haberlo probado aseguro que me parece exagerado. Con él se puede rodar de una forma tan rápida y de una forma tan sencilla que te provoca una falsa sensación de seguridad. Digo falsa no porque el coche sea peligroso, sino porque circulando a 120 Km/h parece que vas parado, y entonces empiezas a pisar el acelerador sin darte cuenta.
En el alerón trasero se integra un pequeño spoiler cuyo ángulo de ataque oscila entre los -7 y los 26 grados dependiendo de la velocidad
Posiblemente lo primero que te avise de que estás yendo muy por encima de los límites legales es el ruido aerodinámico, y a ese ritmo las cosas pasan muy deprisa. Por supuesto Porsche sabe esto, y al igual que en el caso anterior, la mecánica, la técnica y la tecnología trabajan para mantenerte a salvo.
Efectivamente lo mejor de la versión híbrida es el poder circular sin gastar un solo litro de carburante. Como ya he dicho, el sistema está preparado para poder circular hasta un máximo de 140 Km/h en modo 100% eléctrico. Solo hay dos excepciones. La primera de ellas es que hundamos el pie en el acelerador, momento en el que el motor de gasolina se pondrá en marcha, y la segunda es cuando circulemos en modo Sport Plus, que adelanta la entrada de la combustión a los 90 Km/h.
El rango máximo de operación son 50 kilómetros homologados. Todos sabemos que estos datos oficiales no son nada reales, pero si tenemos cuidado y sabemos gestionarlo, podremos rondar los 38-40 kilómetros sin demasiados problemas. Una autonomía que puede que no sea demasiado grande, pero que si puede servir a muchos clientes que acostumbren a hacer recorridos diarios en torno a los 50 kilómetros.
Pero a fin de cuentas el híbrido solo es un mero escaparate, aunque el 53% de las ventas actuales del nuevo Panamera sean híbridas, pocos van a necesitar llegar a los extremos del Turbo S E-Hybrid. Y no vayas a pensar que es más cómodo, porque el Panamera Sport Turismo es un coche confortable desde su acabado más básico. Es un GT excepcional, un barco con el que poder acumular kilómetro tras kilómetro de forma rápida y cómoda. Para eso está diseñado.
Conclusiones
Si todavía alguno se pregunta si el Panamera Sport Turismo se ha ganado la chapa de Porsche, sí, lo ha hecho y con sobrados argumentos. Estéticamente el diseño me convence. Los alemanes han sabido evolucionarlo, introduciendo detalles que podemos ver en otros modelos de la casa. Tecnológicamente hablando, uno de los puntos más débiles de la pasada generación del Panamera, va sobrado. Puedes disponer de todo lo que quieras y un poco más. Solo echo en falta el Head-Up Display. Que un coche que puede llegar a valer tanto dinero no tenga un gadget asíme parece un fallo.
En cuanto a espacio y habitabilidad el Panamera Sport Turismo no es el paradigma de las berlinas familiares, y te aseguro que cumple para cuatro pasajeros, porque la suerte del quinto no se la deseo ni a mi peor enemigo. Pero poco te importará dejar a alguien en tierra cuando este trasto se ponga en marcha. Conductor y ocupantes abróchense los cinturones porque este coche no corre, sino vuela. Su rendimiento, comportamiento y conducción son sobresalientes. El verdadero valor de este coche no llega en nada de lo anteriormente mencionado, sino en la técnica que emplea, desde sus motores hasta el cambio, pasando por la tracción y el sistema híbrido. Bienvenido Sport Turismo.
- Rendimiento
- Capacidad tecnológica
- Híbridos
- Espacio plaza central trasera
- Precio
- Sin Head-Up Display
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