Prueba Skoda Elroq, el mejor eléctrico que Skoda tiene ahora mismo
Tras meses de espera el Elroq llega finalmente a España. El SUV compacto 100% eléctrico de Skoda está llamado a liderar una revolución. Un modelo tan importante para los checos como para los intereses eléctricos europeos.
El Skoda Elroq está llamado a ser, por un tiempo, el coche eléctrico más importante de la marca checa, también el más vendido. Tras la desaparición del Citigo iV, hace ya unos unos cuantos años, el Elroq se convierte en el eléctrico más pequeño de la familia, sólo superado por el Enyaq iV. Sus características prometen, al igual que su precio de venta. Ahora, por primera vez, podemos ponernos tras el volante para ver si realmente cumple con lo que anuncia.
Es tan importante este coche para Skoda que ha sido el primer modelo de la compañía en estrenar filosofía de lenguaje y tecnologías. A la hora de diseñar el Elroq los creativos checos tenían muy claro que debían dar un paso hacia delante, pero sin dejar de lado las señas de identidad que han convertido a Skoda en una marca de referencia. Denominado oficialmente como Modern Solid, la apariencia del Elroq se irá exportando al resto de modelos de la casa durante los próximos meses y años. Hay que reconocer que el estilo es muy atractivo y claramente recuerda a un Skoda con echar un rápido vistazo.
Gran parte de esa creación se ha trabajando en el túnel del viento para así reducir el impacto del mayor enemigo de todo coche eléctrico, la aerodinámica. Su coeficiente de 0,26 garantiza un buen trato con el aire. El frontal cae abruptamente. El morro se comprime notablemente y el emblema de la casa desaparece. El nombre de la marca queda recogido por unas elegantes letras colocadas en el frente. La apariencia general puede cambiar en función del acabado seleccionado, siendo la versión Sporline la más atractiva de todas gracias a sus parachoques y llantas específicos.
Skoda ataca directamente a la línea de flotación del segmento C-SUV europeo, el segmento más vendido en el Viejo Continente. Son muchos los modelos ya presentes en la categoría, como el BYD Atto 3, el MG ZS, el KIA Niro o el más reciente KIA EV3. Durante tiempo ha estado parcialmente olvidado por las compañías, más centradas en ocupar los extremos. Si atendemos al volumen de ventas los checos esperan que el Elroq se convierta en uno de sus modelos más populares, con las limitaciones habituales de los coches eléctricos. El precio jugará una baza importante.
Medidas | Skoda Elroq |
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Largo | 4,48 metros |
Ancho | 1,88 metros |
Alto | 1,62 metros |
Batalla | 2,76 metros |
La buena presentación no se ciñe exclusivamente al exterior, también al interior. Al abrir las puertas te recibe un ambiente muy Skoda y ciertamente germánico. Como ya es habitual en la casa y en la industria, la tónica habitual es el minimalismo y la digitalización. En este caso los checos adornan su habitáculo con una mezcla muy equilibrada de materiales blandos y otras superficies duras (plásticos). Todo parece bien ensamblado, sólido y resistente. Skoda se ha granjeado una más que merecida fama de durabilidad. Coches hechos para aguantar muchos años y un trato a veces no muy amigable. El Elorq también lo parece.
El equipamiento de serie es bastante destacado, incluyendo elementos importantes como los faros de LED, acceso sin llave, instrumentación digital, sistema multimedia con pantalla táctil de 13 pulgadas, Android Auto, Apple CarPlay, Navegador y asientos delanteros calefactados. Además de todo eso se pueden sumar otros recursos prácticos como faros matriciales de LED, asistente de voz mediante ChatGTP, cámaras de aparcamiento, iluminación ambiental y un completo paquete de seguridad y asistencias a la conducción con un nivel 2 de autonomía. Todos los lujos necesarios y habituales en la categoría del segmento C-SUV.
La larga distancia entre ejes le permite ofrecer una gran habitabilidad en todas y cada una de sus cinco plazas. Como ya viene siendo seña de identidad de la casa, los checos aprovechan al máximo cada centímetro de espacio disponible para brindar un grandísimo confort a los ocupantes posteriores. Pasajeros de hasta 1,85 metros de estatura pueden ir plácidamente sentados, disfrutando de un generoso espacio para las piernas y para la cabeza. Como el suelo es completamente plano el ocupante central también puede disfrutar de los mismos lujos. En cuanto a espacio de carga el volumen mínimo anunciado es de 470 litros para todas las versiones, llegando a un máximo de 1.580 litros.
El Elroq disfruta, al igual que muchos otros modelos eléctricos del Grupo Volkswagen, de la plataforma MEB, también empleada en el Enyaq. En este caso se ajusta a las necesidades específicas de la categoría, tanto en rendimiento como en tamaño. La oferta general está compuesta por cuatro versiones diferentes, aunque durante la fase inicial de venta sólo habrá dos de ellas, denominadas oficialmente como Elroq 50 y Elroq 85. Ambas con un sólo motor acoplado al eje trasero, aunque con baterías de diferente tamaño en cada caso.
El Elroq 50 es el modelo de acceso con sus 170 caballos de potencia y 310 Nm de par motor. Se alimenta de una batería de iones de litio de 52 kWh de capacidad neta con la que homologa una distancia eléctrica de 375 kilómetros y un consumo de 15,8 kWh a los 100 kilómetros (ciclo WLTP). La potencia de carga en corriente continua se limita a 145 kW y en corriente alterna a 11 kW. En teoría es capaz de pasar del 0 al 80% de la carga en 25 minutos. Sus prestaciones no son fugaces, pero sí correctas. Acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos y alcanza una velocidad punta de 160 km/h.
Si prestaciones es lo que se busca hay que echarle el guante al Elroq 85, también con un sólo motor, pero de 286 caballos y 545 Nm de par motor. Es mucho rendimiento, a pesar de que su peso oficial es de 2.119 kilogramos. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y su velocidad punta la alcanza a los 180 km/h. En este caso el tamaño de la batería crece hasta los 77 kWh de capacidad neta, suficiente para homologar hasta 581 kilómetros de autonomía y un consumo de 15,2 kWh por cada 100 kilómetros recorridos (ciclo WLTP). La potencia de carga asciende hasta los 175 kW en corriente continua, pudiendo cargar del 0 al 80% en 28 minutos.
Más adelante, en cuestión de unas semanas, Skoda sacará a la venta las dos unidades que faltan. Por un lado el Elroq 60 con batería de 59 kWh de capacidad neta, 204 caballos de potencia y una autonomía oficial de 403 kilómetros. La versión más potente de todas se asocia con un segundo motor instalado en el eje delantero, el Elroq 85x. La potencia de salida asciende hasta los 299 caballos, convirtiéndose en uno de los Skoda más potentes del momento. La batería de 77 kWh de capacidad útil le permite ofrecer un rango eléctrico homologado de 562 kilómetros en ciclo WLTP. El mayor inconveniente de este modelo será el precio.
Y ya que estamos, hay que hablar de tarifas. Como ya he dicho, serán claves para el buen porvenir comercial del Elroq en los mercados. Diversos estudios indican que muchos conductores aseguran estar preparados para dar el salto a lo eléctrico, aunque están limitados por la autonomía (no es ningún problema en este caso) y por el precio. Teniendo todo esto en cuenta, durante la fase inicial de venta, el Skoda Elroq tiene un precio de salida para España de 34.490 euros, antes de ofertas o ayudas. El modelo más caro, el Elroq 85 eleva la tarifa mínima hasta los 43.480 euros, sin tener en cuenta promociones o ayudas. Skoda espera que el modelo más vendido sea el Elroq 60. Aunque llegará el año que viene, ya hemos podido saber que su tarifa base será de 38.390 euros, sin campañas o ayudas.
Al volante del Skoda Elroq
Me sigue sorprendiendo que los hermanos de Volkswagen hacen mejores productos que la propia Volkswagen. Si bien el Enyaq me parece mejor producto que el ID.4, tengo la misma sensación con el Elroq. Es un coche muy Skoda, muy lógico y razonable. Su comportamiento es agradable aunque nada apasionante. Correcto. Se mueve bien gracias a su bajo centro de gravedad y a su buena potencia, aunque el peso, como pasa con todos los eléctricos supone un problema para la dinámica.
Más de dos toneladas de peso suponen mucha masa en movimiento y sigo creyendo que a la plataforma MEB le faltan discos de freno en el eje trasero. Los frenos de tambor pueden tener cierta lógica en espacios urbanos, pero en carreteras más rápidas, que no necesariamente obligan a pisar el acelerador, requieren de unos frenos más contundentes. En este caso el pedal es 'muy eléctrico'. Blando en un primer tercio del recorrido y con más mordida a partir de entonces. Hay que pisar fuerte el pedal para detenerlo por completo. También tiene diversos niveles de regeneración, regulables a través de las levas que hay detrás del volante.
Son tres niveles de intensidad que pueden llegar a hacer que el coche, con el espacio suficiente, llegue a detenerse. Siempre defiendo esta solución porque ayuda a ser más eficiente y a no tener que jugar con el freno, pero en este caso no me gusta que el sistema vuelva a un modo Automático cuando quiera. El coche hace lo que quiere sin respetar el grado de regeneración exigido por el conductor. Sinceramente no tiene mucho sentido. El modo Auto regula la intensidad de forma autónoma teniendo en cuenta el radar de proximidad delantero. El conductor siempre debería tener la preferencia en este caso y el coche respetarla.
En marcha hay que reconocer que se sente un coche cómodo y tranquilo. Muy refinado y con un agradable confort incluso circulando a velocidades de autopista. La suspensión está muy bien equilibrada. Lo suficientemente dura como para contener el peso del coche, pero lo suficientemente blandas como para no resultar incómodo. El programa Individual permite regular la intensidad y la respuesta de ciertos parámetros dinámicos, entre ellos la dirección, la suspensión, la respuesta del motor y la climatización. En cualquier programa el coche tiene, al menos en el 85 (la unidad probada) una respuesta contundente.
No tiene problemas para acelerar ni salir desde parado. Lógico teniendo en cuenta que roza los 300 caballos. En materia de consumos, durante la presentación internacional, que ha tenido lugar por las carreteras de la isla de Mallorca, no ha sido el mejor escenario para comprobar la veracidad de las cifras oficiales. Durante la prueba, de 150 kilómetros de longitud, el consumo medio ha sido de 17,1 kWh por cada 100 kilómetros. Tras haber salido del punto de salida con el 99% de la batería, hemos regresado al mismo con la batería al 65% de capacidad con una autonomía, según ordenador de a bordo, de 240 kilómetros.