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Prueba Skoda Superb Combi 2024, la berlina generalista que todos queremos

Skoda quiere apuntalar su futuro basándose en el pasado. Sus berlinas seguirán con vida durante unos cuantos años más y el nuevo Skoda Superb Combi ejemplifica esa estrategia mejor que nadie. No se puede pedir más.

Prueba Skoda Superb Combi 2024, la berlina generalista que todos queremos

15 min. lectura

Publicado: 15/03/2024 18:00

Skoda ya no es la marca que era, ahora es mucho mejor. Hay que reconocer que los checos han hecho un excelente trabajo a lo largo de las últimas décadas. Centrados en el desarrollo de coches prácticos y con una excelente relación calidad-precio, hoy se sitúa como una de las compañías más valiosas dentro de la gran escena del Grupo Volkswagen. Sus últimos lanzamientos enfatizan ese nuevo carácter que sigue apoyándose en los conceptos más tradicionales de la marca. El Skoda Superb Combi demuestra una vez más que las berlinas no han dicho su última palabra en Europa.

La evolución estética es ligera. No estamos hablando de un cambio radical.

Sí, está claro que los conductores del Viejo Continente tienen una clara predilección por los SUV. Los todocamino centran casi toda la actividad de las marcas, pero Skoda mantiene una firme apuesta por los segmentos tradicionales, esos que les han llevado a su buen estado actual. Dentro de la gama dos son las piezas fundamentales, el Skoda Octavia, el coche que salvó a la compañía de la desaparición y el Superb, el modelo más lujoso y representativo de la marca. Aunque hay que retroceder hasta el año 1934 para datar sus orígenes, no fue hasta 2001 cuando el modelo alcanzó el éxito.

Hoy ya son cuatro las generaciones que nos han visitado. La última de ellas se presentó a finales del año pasado, pero no ha sido hasta ahora cuando ha aterrizado en nuestro mercado. De forma excepcional, y rompiendo con una regla no escrita, Skoda presenta primero la carrocería más familiar de todas con el apellido Combi, para posteriormente lanzar la berlina de tres volúmenes más convencional. A pesar de las diferencias notables que saltan a la vista, ambos modelos son exactamente iguales. Misma plataforma, misma tecnología y misma apuesta mecánica. Una apuesta que ahora se centra en las versiones electrificadas.

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La versión Combi ofrece todo el espacio que se puede necesitar.

El Superb las necesitaba para poder mantenerse al día con el mercado europeo. Los distintivos medioambientales y las normativas europeas de emisiones exigen mecánicas electrificadas y los checos han respondido a esa necesidad sin por ello olvidarse de las versiones térmicas convencionales que han sido y seguirán siendo una apuesta segura. En la oferta mecánica encontramos motores diésel, gasolina, microhíbridos con etiqueta ECO e híbridos enchufables con distintivo CERO.

En los primeros compases de lanzamiento el Superb estará disponible en versiones gasolina MHEV y diésel, sí has oído bien. La potencia es común para toda la familia inicial, 150 caballos, con la ventaja positiva para los Superb Combi de gasolina al disfrutar de la etiqueta ECO. Hay varios cambios importantes que también deben mencionarse. El primero de ellos es que por primera vez la berlina se desprende de los cambios manuales. Toda la gama llegará de serie con una transmisión de doble embrague y siete velocidades. La segunda novedad a destacar es la presencia única del motor 2.0 TDI, que en un futuro no muy lejano podrá alcanzar los 193 caballos de potencia máxima.

El Superb se adentra en el siglo XXI con elementos modernos y módulos analógicos.

En un futuro se sumarán dos versiones TSI de gasolina, una con 204 caballos de potencia y otra con 265 caballos y tracción total. Por último y no menos importante contar la presencia de las nuevas variantes híbridas enchufables con una batería de iones de litio de 25,7 kWh de capacidad que pueden homologar 100 kilómetros de autonomía 100% eléctrica. Para la recarga cuentan con alimentadores de 50 kW en corriente continua y hasta 11 kW en corriente alterna. Si bien es absolutamente recomendable contar con un punto de carga para sacar el máximo provecho, en viajes largos tendrá la ventaja de no depender de un enchufe para continuar la marcha.

Hoy más que nunca el Skoda Superb se sitúa como el buque insignia de la familia checa. Su tamaño ha crecido considerablemente. La unidad más familiar alcanza los 4,90 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,51 metros de alto con una distancia entre ejes de 2,84 metros. Como suele se habitual en la casa, se aprovecha al máximo cada uno de esos centímetros para así poder lucir un habitáculo espectacularmente amplio. Los pasajeros traseros disfrutan de mucho espacio en todas las cotas, más de lo habitual en el segmento. En cuanto a volumen de carga, el Superb Combi ofrece un inmenso maletero con 690 litros de capacidad mínima y 1.920 litros de volumen máximo.

La pantalla de 13 pulgadas muestra mucha calidad. El manejo es sencillo y bastante intuitivo.

Hay que reconocer que el habitáculo del Superb Combi es un espacio muy agradable en el que viajar. No sólo lo digo por la amplitud, también por la calidad de los materiales elegidos y por el atento proceso de ensamblaje. La sensación es la de ir en una berlina mucho más cara firmada por alguna de las más reconocidas firmas premium del mercado, marcas alemanas. Tampoco se va a echar en falta recursos técnicos porque ahí es donde entra en juego otra de las grandes novedades de esta generación. El equipamiento disponible se ha disparado más allá de lo realmente necesario.

Como ya he mencionado, Skoda siempre se ha centrado en ofrecer mucho por un precio bastante contenido. La oferta se distribuye en los acabados Selection y L&K, que una vez más se vuelve a situar como el nivel más completo y lujoso de todos. Más adelante se lanzará el acabado básico Essence. La dotación de serie incluye elementos como faros Full LED, climatizador de tres zonas, acceso y arranque sin llave, instrumentación digital, pantalla del sistema multimedia con panel de 13 pulgadas, conectividad inalámbrica para dispositivos móviles, cámara de aparcamiento trasera y una completa dotación de seguridad y asistentes a la conducción.

El botón central ofrece varias funcionalidades diferentes. Un módulo claro e intuitivo.

En su formato más completo, el Superb Combi ofrece todo tipo de lujos y detalles a sus ocupantes, incluyendo una tapicería de cuero de alta calidad. A eso hay que sumar faros matriciales de LED con asistente de carretera, asientos delanteros con función masaje y climatizados (función de frío y calor), sistema de iluminación ambiental y numerosos detalles estéticos cromados repartidos por la carrocería así como llantas específicas de 18 pulgadas. Lo mejor de todo es que Skoda ha corregido uno de los defectos más corrientes de la industria. Ha separado el climatizador del display principal y gracias a ello es posible regular la temperatura sin tener que desviar la atención de la carretera.

Ni que decir tiene que todo ese arsenal de novedades se completa con un esqueleto mucho más refinado y elegante. No se puede decir que el viejo Superb fuese feo, pero el actual es mejor, al menos a mí me lo parece. Mantiene una línea elegante y fluida, muy equilibrada, que le permitirá envejecer tan bien como ha hecho hasta ahora. No hay muchos elementos que destaquen por encima del resto y es el conjunto el que lo hace. Los checos no abusan de las líneas de tensión, algo que seguro gustará a los compradores habituales de la categoría. Más no siempre quiere decir mejor. El segmento D exige una línea más conservadora que en otras categorías.

Las plazas traseras ofrecen muchísimo espacio en todas las cotas.

Lo peor de todo es que el Superb ya no es tan barato como lo había sido hasta ahora. El incremento en las tarifas es un mal endémico que afecta a todas las marcas, aunque sigue siendo una berlina de casi 5 metros bastante barata. La tarifa básica es de 42.700 euros para la carrocería Combi con acabado Essence y mecánica 1.5 MHEV con etiqueta ECO. El 2.0 TDI de 150 caballos eleva la factura mínima hasta los 49.200 euros. Si se opta por el acabado L&K lo mínimo a pagar son 51.700 euros. La berlina es más económica, a partir de 45.400 euros para la misma combinación de motor y acabado.

Al volante del Skoda Superb Combi

Cuando elevas la cotización de un producto, el precio, debes recompensar con algo más a cambio. Ya ha quedado claro que el nuevo Superb es mejor coche en apartados como el diseño, la calidad o el equipamiento, pero la gran pregunta es si también lo es a la hora de conducir. Rotundamente te digo que sí. Los cambios introducidos han elevado el nivel del coche hasta alcanzar cotas nunca antes vistas en la marca checa. Tanto que te diría que poco o nada tiene que envidiar a modelos de Audi, Mercedes o BMW.

La variada oferta mecánica permite encontrar un Superb para cada tipo de cliente.

Durante la presentación internacional, llevada a cabo en Portugal, he podido probar sus versiones térmicas, gasolina MHEV y diésel y la verdad es que tan refinada me parece una como la otra. La calidad de rodadura es absolutamente brutal. Apenas se filtran ruidos al habitáculo, incluso en su versión TDI. El refinamiento es su mejor seña de identidad. Estamos ante un rodador nato, un coche con el que poder hacer largos viajes sin que nada perturbe la experiencia. Se nota que los ingenieros de Skoda han trabajado áreas fundamentales como el aislamiento acústico. Mucho más material aislante y elementos como el doble acristalamiento logran elevar el confort de todos los pasajeros.

Si bien la suspensión tiende a ser blanda, el chasis adaptativo DCC muestra varios modos: Eco, Confort, Normal, Sport e Individual. Este último permite un ajuste detallado de algunos elementos como la suspensión o la respuesta del acelerador. Sin embargo, reconozco que en los modos Confort, Eco y Normal tenemos respuesta y comodidad más que suficiente, pero se agradece semejante nivel de personalización en la parte dinámica. Las opciones TSI mHEV y TDI son las más recomendables de todas por el buen rendimiento que ofrecen por el precio ajustado que presentan.

La calidad de rodadura es muy elevada. Digna de un segmento superior.

Las variantes híbridas enchufables pueden ser realmente tentadoras para aquellos que hagan recorridos diarios concretos y tengan a su disposición una toma de carga. En un enchufe doméstico se pueden realizar cargas nocturnas sin problemas. En viaje, en sistemas de carga rápida, hasta 50 kW, el Superb puede recuperar hasta el 80% de su carga en apenas 25 minutos. Sin duda alguna es la unidad que mejor calidad de marcha presenta a baja y media velocidad, aunque, como es lógico, penaliza más en el consumo a la hora de hacer grandes viajes.

Conclusiones

Skoda quiere demostrar que las berlinas todavía tienen mucho que decir. El Superb es elegante, refinado, está bien acabado, tiene mucho espacio y ofrece muchísimo confort a sus pasajeros. Es muy amplio por dentro y su maletero es enorme. Pocas pegas se le pueden poner a un producto tan redondo. Si eso, echo en falta versiones con cambio manual que reduzcan el precio de venta. Ya no es la berlina económica que todos conocíamos, pero su relación calidad-precio sigue siendo de las mejores del mercado. Se merece la buena puntuación obtenida durante esta primera toma de contacto.

Enorme mejoría para el Superb. Una excelente berlina generalista.
Opiniones del Experto
Nos ha gustado
  • Confort de marcha
  • Calidad interior
  • Equipamiento
  • Habitabilidad
Nos ha gustado menos
  • Precio elevado
  • Poca personalización
  • Sin cambio manual
ValoraciónNota8.6
Comportamiento8
Prestaciones8
Confort de marcha9
Seguridad8
Diseño9
Calidad interior9
Equipamiento9
Habitabilidad9

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