Así es conducir el EBRO S800 PHEV, el SUV de siete plazas que promete 1.100 km de aventuras

El EBRO S800 PHEV reta a tus expectativas con sus 90 km eléctricos, 279 CV que se despiertan de un pisotón y un interior de siete plazas. Descubre cómo se comporta en mi prueba completa.

Así es conducir el EBRO S800 PHEV, el SUV de siete plazas que promete 1.100 km de aventuras
El S800 híbrido enchufable es el buque insignia de EBRO

17 min. lectura

Publicado: 11/08/2025 10:00

El EBRO S800 PHEV es el mejor modelo que ofrece la resucitada marca española, un ejemplo de que EBRO ha aprendido rápido. Un SUV híbrido enchufable de siete plazas con una buena autonomía y una notable relación precio/producto que tiene muchas virtudes y algunas imperfecciones que pulir.

Antes te hago un breve recordatorio de que el regreso de EBRO llegó de la mano de EV Motors, una empresa española que al no tener posibilidad de diseñar, desarrollar y fabricar sus propios productos en esta etapa inicial firmó un acuerdo estratégico con la china Chery. El S800 es básicamente un Chery Tiggo 8 Pro con varios elementos propios y cuya fase final de producción se realiza en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona.

También debo recordarte que, más allá de esta variante PHEV, la gama del SUV de siete asientos incluye una versión exclusivamente térmica. El S800 con motor de gasolina 1.6 TGDI de 147 CV, cuyas sensaciones ya compartí contigo en esta toma de contacto que puedes leer aquí, supone el escalón de acceso a la gama.

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El difusor trasero y las salidas de escape son específicos de la versión híbrida enchufable

Bueno, me centro en el protagonista con enchufe. A simple vista, el EBRO S800 juega la carta de la discreción. Proyecta una imagen robusta pero quizá un poco insípida. Igualmente, su afán por no llamar la atención se refleja en una escueta y conservadora gama de colores: blanco, negro, gris y verde. La unidad de pruebas viste el Verde Aurora y entre todas las personas que lo han visto estos días ha habido unanimidad en que le sienta francamente bien.

El modelo más familiar de EBRO expone un frontal que se caracteriza por unos faros con tecnología LED y una curiosa parrilla octogonal carenada envuelta en un marco cromado. Las molduras decorativas verticales en los extremos del paragolpes rematan el conjunto.

Lateralmente la vista se va a las llantas de aleación de 19 pulgadas cuyo diseño parece centrarse en la eficiencia aerodinámica, una intención que también se aprecia en las manetas enrasadas de las puertas. Con 4,72 m de largo, 1,86 m de ancho y 1,70 m de alto, el S800 juega en el segmento D-SUV.

La calandra totalmente cerrada es un elemento exterior muy atrevido

Personalmente el elemento estilístico que más me gusta del S800 con etiqueta Cero está en la zaga. Son los pilotos LED que recorren todo el ancho del vehículo escenifican una firma lumínica elegante y reconocible a distancia. También destaca la tercera luz de freno dividida en dos integrada en el discreto spoiler trasero y el difusor específico de la versión PHEV con embellecedores trapezoidales de los escapes.

Siempre con siete plazas y un equipamiento sobresaliente

Por fuera me deja un poco indiferente pero por dentro sí que me convence. Abrir la puerta delantera supone adentrarse en un habitáculo que da la bienvenida con una gran sensación de calidad. Materiales blandos en buena parte de la superficie, detalles cromados, magníficos ajustes y una buena solidez de construcción están presentes en una cabina de aspecto minimalista.

Un interior que invita a quedarse por calidad y equipamiento

El volante, achatado en su base, integra mandos táctiles en negro piano para acceder a funciones básicas sin soltar las manos. Tras éste hace acto de presencia un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas que ofrece una buena calidad de imagen pero que tiene muy pocas posibilidades de personalización. EBRO podría haberle sacado mucho más jugo.

La parte central está dominada por el sistema multimedia que emplea una gigantesca pantalla de 15,6 pulgadas. Es tan grande que no puedes verla toda porque el propio volante tapa el extremo inferior izquierdo, al menos en mi posición de conducción. La calidad de imagen es alta, la reacción táctil es prácticamente instantánea y los menús requieren un pequeño periodo de aprendizaje debido al gran número de opciones.

La pantalla central es enorme y funciona realmente bien gracias al avanzado sistema en chip (SoC) Qualcomm Snapdragon 8155

El sistema de infoentretenimiento admite Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos y cuenta con control por voz citando el comando «Hola, EBRO». También está asociado a un buen equipo de sonido Sony y a una cámara panorámica de 540º con opción 3D. Un sistema muy completo pero todo está integrado en la pantalla, incluyendo cosas como la climatización o el ajuste de los niveles de retención, y eso puede ser molesto cuando se va conduciendo.

La guantera y los huecos en consola y puertas ofrecen soluciones de almacenaje prácticas para un coche familiar. Además, sobre la ancha y alta consola hay una zona de carga inalámbrica ventilada de 50 W para smartphones y bajo ésta se habilita un espacio con puertos USB.

El EBRO electrificado de siete plazas se propone con dos acabados, Premium y Luxury. Merece mucho la pena elegir este último, el más completo, porque añade elementos como el techo solar panorámico practicable, el head-up display, el portón trasero eléctrico, el volante calefactado, el parabrisas térmico, los airbags laterales traseros.

El equipo de sonido Sony incluye altavoces integrados en el reposacabezas del conductor

El S800 PHEV Luxury también incluye el asiento del conductor con ajustes eléctricos, calefacción y ventilación y el del copiloto que añade masaje y reposapiés, convirtiéndose en buenos aliados en viajes largos. Me ha resultado curioso que la función de masaje no la pueda disfrutar el conductor, algo que sí ocurre en otras marcas.

Pasemos a la segunda fila. ¿Pueden tres adultos ir cómodos atrás? La respuesta es "más o menos". La banqueta es ancha y hay mucho espacio para las rodillas, pero la plaza central es más estrecha y también más alta lo que reduce la altura disponible. En el medio se pueden hacer recorridos cortos pero en un viaje largo no será el lugar ideal.

En los asientos de los extremos es fácil ir cómodo. Son mullidos, están calefactados, el respaldo se puede ajustar en inclinación y la banqueta se puede desplazar hacia adelante 14 cm para jugar con el espacio. El respaldo central abatible con dos posavasos, las salidas de aire centrales y las tomas USB son un buen complemento.

EBRO define la configuración del S800 como un 5+2 plazas, conscientes de que la tercera fila es principalmente para niños

La tercera fila es un guiño a las familias con niños pequeños. Dos plazas de emergencia, que pueden plegarse fácilmente, donde adultos de estatura media o alta echarán en falta mucho más espacio en altura. Al menos hay posavasos y salidas de aire. A pesar de que las puertas traseras son grandes el acceso también requiere algunas aptitudes de escalada.

En cuanto al maletero, deja una capacidad de carga de 117 litros con las siete plazas operativas. Si se abate la tercera fila EBRO señala que se obtienen 889 litros de volumen pero tienen truco ya que esta medición se realiza hasta el techo. Hasta el borde de los respaldos traseros, que es la medición habitual, diría que debe rondar los 500 litros que sigue siendo un buen dato. Tumbando la segunda fila se alcanzan los 1.930 litros hasta el techo, dejando un suelo casi plano.

EBRO no ha descuidado la calidad del área de carga, con buena parte enmoquetada

Así se comporta el EBRO S800 con enchufe

Vamos al meollo. El SUV español de origen chino utiliza un sistema híbrido enchufable que combina un motor de gasolina 1.5 TGDI con cuatro cilindros que desarrolla 143 CV y un motor eléctrico de 150 kW (204 CV). La potencia conjunta del sistema es de 279 CV, junto con un par máximo de 365 Nm.

Me esperaba que fuera más impetuoso pero, a pesar de la caballería, el S800 PHEV prefiere realizar una entrega de potencia muy progresiva. De esta manera es posible viajar cargado de personas y maletas con solvencia y realizar adelantamientos con mucha facilidad pero siempre sin reacciones bruscas, beneficiando el confort.

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En la consola un interruptor permite administrar la manera en la que se utiliza la energía con los modos EV y HEV. El primero hace que nos desplacemos sin usar el propulsor de combustión. En modo eléctrico puro, el coche apenas emite sonido y deja rodar el tren delantero con suavidad.

Desde la consola se pueden seleccionar los programas de conducción (Eco, Normal y Sport) y los modos de gestión de la energía (EV y HEV)

Con una batería de iones de litio de 18,3 kWh, la autonomía eléctrica homologada es de 90 km, que está muy bien. En un uso variado la realidad es que es posible quedarse cerca de esa cifra. Perfecto para olvidarse de la gasolinera en los desplazamientos cotidianos. Cuando haya que llenar la batería podremos sacar partido al cargador de a bordo de hasta 40 kW en CC, una potencia notoria ¡y con función V2L!

Yendo en eléctrico es especialmente interesante aprovechar la frenada regenerativa. En el SUV español con corazón chino se puede regular en tres niveles de retención pero, a falta de levas o un botón en la consola, hay que meterse en la pantalla multimedia y navegar entre menús para ajustarla. Me ha parecido un engorro.

Para recorridos largos, el modo HEV es un gran aliado. Hace que el S800 circule como un híbrido, con el motor de combustión echando una mano al eléctrico en ocasiones. La tecnología PHEV de este EBRO opta por una caja automática DHT, una transmisión cuyo funcionamiento es casi imperceptible porque no hay tirones ni pausas, y los cambios de motor eléctrico a térmico generalmente se gestionan con suavidad

EBRO nació como marca de tractores y camiones en 1954

A través de la pantalla central es posible indicar un porcentaje mínimo de descarga, de manera que siempre quede algo de batería (por ejemplo para usarla en el destino). Para mantenerla al nivel deseado el motor de gasolina se usa como generador y tiene un sistema inteligente para aprovechar a hacerlo en los momentos más eficientes.

EBRO anuncia que la autonomía combinada es de 1.100 km y tenía curiosidad por ver si era posible llegar a esa cifra por lo que me fui de viaje con él. Pocas veces se cumple esa promesa y no tenía muchas esperanzas pero en este caso, además de los 90 km de autonomía eléctrica, el S800 tenía a su favor el disponer de un enorme depósito de combustible de 60 litros.

El cuadro de instrumentos es muy informativo pero poco personalizable

Descubrí que en el modo HEV, salvo que te pese mucho el pie derecho, sí es posible alcanzar e incluso superar esos 1.100 km. Incluso cuando la batería está bajo mínimos, los consumos suelen estar por debajo de los 5,5 l/100 km en carreteras secundarias. En autopista manteniendo cruceros a 120 km/h se ve cómo sube a unos 7,5 l/100 km y ahí sí se aleja de la frontera del millar de kilómetros.

No sólo el consumo se ve afectado en autopista, también el confort porque el S800 PHEV es silencioso a velocidades bajas y medias pero, sin embargo, a ritmos de autopista la rumorosidad es mucho más evidente. Es algo que puede mejorar. La dirección se puede ajustar en varios niveles de dureza aunque es poco comunicativa y la suspensión me ha encantado por su ajuste: suficientemente firme para evitar grandes balanceos de la carrocería y mantenerse aplomado sin afectar a la comodidad.

Bien resuelto y sin estridencias, el EBRO S800 PHEV es uno de los SUV de siete plazas con etiqueta Cero más recomendables

¿Cuánto cuesta el EBRO S800 PHEV?

En el acabado más alto, el Luxury, el EBRO S800 PHEV puede conseguirse por debajo de la barrera de los 40.000 €. Un precio muy bueno para un SUV PHEV de siete plazas que trae todo de serie. En concreto cuesta 39.860 € con los descuentos y acogiéndose a la financiación de la marca.

A esta cantidad se le puede restar hasta 7.000 € procedentes de las ayudas del Plan Moves III, quedándose en una cifra imbatible. De hecho costaría prácticamente lo mismo que la versión de gasolina sin electrificación de 147 CV, por lo que a mi opinión elegir la opción sin electrificación deja de tener sentido. A precio similar, el PHEV aporta la etiqueta Cero, un consumo de combustible mucho menor, mejores prestaciones y un agrado de uso superior.

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