Con 286 CV y 581 km de autonomía, he probado el SUV eléctrico que querrás comprarte (y no es un Tesla)
Škoda ha hecho de las suyas. En su último lanzamiento eléctrico de corte familiar nos presentó un SUV de 581 km de autonomía y realmente interesante. Hoy nos ponemos tras los mandos de este modelo para sacar nuestras propias conclusiones.

No es ninguna novedad que Škoda sabe bien cómo convencer al público con sus modelos prácticos y familiares. La compañía checa lleva años ofreciendo alternativas donde prima la practicidad por encima de todo. Ejemplos de ello hay muchos, pero entre los más destacados estarían el Octavia, el Karoq, el Kodiaq o incluso el Fabia, pese a ser el más «pequeñín» de la casa.
Ahora, todo lo aprendido durante años de desarrollos y multitud de éxitos ha sido derivado aquí, en su último integrante de la familia: el Škoda Elroq. Este se podría decir que es la alternativa 100% eléctrica del ya conocido Karoq, el modelo exclusivamente con motor de combustión. Sin embargo, hay muchas cosas que pueden hacer diferenciarse a uno de otro, además de su propia mecánica.

El Škoda Elroq es el SUV eléctrico que todo el mundo busca
En materia puramente estética, el Škoda Elroq fue el primero de su familia en estrenar el llamado diseño «Modern Solid». Esto implica borrar todos los rasgos identitarios de la marca -o la mayoría- para incluir ahora un nuevo exterior mucho más moderno y llamativo. Entre sus puntos fuertes se encuentra una parrilla bastante fina, pero que cruza casi todo el ancho del modelo, abrazando en los extremos las luces diurnas compuestas por cuatro puntos de luces cuadrados.
Justo encima de este detalle, ya sobre del capó delantero, el mítico emblema de la marca ha sido sustituido por el propio nombre «ŠKODA» (en mayúsculas). En la mitad inferior del conjunto se encuentran los faros principales para la luz de carretera, así como una calandra con una pequeña abertura de aireación.
Mirando el perfil del conjunto llama la atención la mencionada similitud con el Škoda Karoq de motor térmico. Sin embargo, en este caso la personalidad cae de parte del SUV eléctrico. Aquí llama especialmente la atención sus llantas de gran diámetro, sus pequeñas branquias en las aletas delanteras o las portentosas líneas de tensión a lo largo de todo el lateral.
La zaga, finalmente vuelve a la senda ya conocida dentro de Škoda, con unos pilotos puntiagudos, aunque más finos de los que incorporan sus hermanos, el Karoq o el Enyaq. La zona baja del parachoques cuenta con un prominente diseño acabado en plástico negro, lo que aumenta la sensación de estar ante un coche aventurero.
En términos generales, el Škoda Elroq eléctrico no es un coche especialmente grande en términos de cotas. El SUV de «cero emisiones» incluye las siguientes medidas: 4.488 mm de longitud, 1.625 mm de altura y 1.884 mm de anchura. Su distancia entre ejes es de 2.765 mm y su peso en orden de marcha ronda los 2.000 kg.
Un interior llamativo pero práctico sobre todo
Pero como buen Škoda, la practicidad es lo primero y más importante dentro de este coche. Los huecos donde almacenar objetos personales no faltan en ninguno de sus rincones: paneles de las puertas, consola central, bajo el salpicadero, tras los asientos delanteros, etc. La cantidad de espacios es enorme. También se vuelven a encontrar las clásicas soluciones Simply Clever, como el típico paraguas en el marco de la puerta o la redecilla bajo la bandeja del maletero donde guardar los cables de carga, entre otras cosas.

Sobre el salpicadero reposan dos pantallas de información y entretenimiento. La primera hace las funciones de instrumentación digital con 5 pulgadas de diagonal. Los gráficos que en ella se muestran son los justos y necesarios; velocidad, autonomía, porcentaje de batería y poco más. Tampoco necesitarás o echarás en falta datos adicionales. Esto también se puede ver reflejado en el generoso Head-Up Display sobre el parabrisas frontal.
El panel principal, situado en el centro del conjunto, cuenta con una diagonal de 13 pulgadas, un gran nivel lumínico (para verlo con claridad sea cual sea el nivel de luz exterior), datos muy completos y, por supuesto, conexiones móviles vía Apple CarPlay y Android Auto. A través de esta pantalla se maneja la práctica totalidad de funciones del habitáculo, uno de los «peros» principales de este coche.
Como suele ser habitual en los modelos firmados por Škoda, el espacio interior es realmente extenso. Todos sus ocupantes contarán con un alto nivel de confort a bordo gracias a una enorme habitabilidad. Los que se acomoden delante, además, también disfrutarán de funciones como la calefacción o incluso masaje.

Finalmente, también el maletero es bastante generoso. Este ofrece un volumen mínimo de 470 litros. Nuevamente, también incluye un generoso número de huecos portaobjetos, así como una red bajo la bandeja donde poder guardar los cables de carga. La capacidad total se puede ampliar al abatir la segunda fila de asientos, alcanzando así los 1.580 litros.
Mecánica y precios del Škoda Elroq en España
El Škoda Elroq llegó al mercado español hace ya casi un año. En este periodo se podría decir que se ha ganado un hueco en el garaje de muchos amantes de la marca. Y no es para menos. El modelo eléctrico llegó con varios niveles de motorizaciones para convencer a un espectro de clientes realmente generoso.
Este SUV eléctrico cuenta con una versión de acceso, llamada 50, con 170 CV y 375 km de autonomía eléctrica. El precio de este parte desde los 34.530 euros. Un paso por encima se sitúa la opción 60, con 204 CV y hasta 428 km de autonomía. Esta parte desde los 38.430 euros.

Los últimos peldaños de esta lista lo ocupan las versiones 85 y RS, las cuales homologan 286 y 340 CV de potencia, así como 581 y 549 km de autonomía, respectivamente. Los precios de estas dos últimas opciones parten desde los 43.530 y 51.430 euros.
Prueba de conducción del Škoda Elroq
El Škoda Elroq tiene una particularidad más que clara: es un auténtico Škoda. Esto supone el priorizar por encima de todo la practicidad y la comodidad de sus ocupantes. Los modelos de la firma checa son el claro objetivo para quien busque precisamente esto, pues el Grupo Volkswagen enfoca el dinamismo y la pasión por la conducción en otras alternativas, como CUPRA, por ejemplo.
¿Quiere decir esto que el Elroq no me ha convencido dinámicamente? Ni mucho menos. De hecho este es un SUV eléctrico que se mueve con bastante soltura. Sin embargo, si lo que buscas es un modelo de carácter mas o menos deportivo con el que ir de ruta los domingos, tendrás mejores alternativas en el conglomerado. En cambio, si lo que buscas es espacio, practicidad y comodidad, amigo, este es tu coche.

Entrando más en profundidad sobre estos puntos, nada más sentarnos en el asiento principal del Elroq saltan a la vista sus parentescos con algunos modelos de Volkswagen. La instrumentación de pequeñas dimensiones es la mismo que montan otros modelos del grupo, como el ID.4 que ya pudimos probar hace unos meses o el Tavascan, entre otros.
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Ahorras 7.034 €No sucede los mismo en términos de conducción pura. El Škoda Elroq tiene una puesta a punto general bastante más suave y confortable que sus primos. De hecho, su dirección tiene un tarado muy ligero. Me habría gustado un punto extra de rigidez para recibir un mejor feeling, pues es tan suave que en la mayoría de ocasiones se pierde el contacto con el coche a causa de esto.
Lo mismo sucede también con sus amortiguaciones. Son bastante blandas, lo que genera que su comodidad a bordo sea sobresaliente, pero que en caso de encarar una carretera de curvas, los balanceos se dejen notar más de lo que nos gustaría. Esto es especialmente positivo a la hora de rodar por autopista o por recorridos urbanos.

Dicho esto hay que incidir en el hecho de que el Škoda Elroq es un coche realmente cómodo de conducir, pero también para viajar en cualquiera de sus cinco plazas. El espacio, como ya hemos dicho, es una de sus mayores fortalezas.
Mirando su capacidad de aceleración, el Škoda Elroq es capaz de ganar velocidad a un ritmo pasmoso. Los 286 CV que entrega la versión que hemos podido probar se dejan notar con gran solvencia, no echando de menos ni un jamelgo extra en ningún momento.
También hace fenomenalmente bien su trabajo a la hora de frenar. Pese a contar con los controvertidos frenos de tambor en el eje trasero, esto no será un «pero» en ningún momento, ya que todos los elementos mecánicos sumados a la conocida frenada regenerativa (modo B), hacen que no echemos de menos más potencia de frenado. No obstante, hay que decir que el tacto del pedal es algo más esponjoso de lo que nos gustaría.

Siguiendo con las notas sobre su frenada, tras el volante se ubican dos levas. Estas se utilizarán para determinar el grado de acción de la frenada regenerativa. Tiene 3 niveles, además del llamado «pedal único». Como curiosidad, para poder hacer uso de estas no podremos tener presionado ninguno de los dos pedales existentes.
- Estética
 - Practicidad cotidiana
 - Suavidad de marcha
 
- Dirección demasiado asistida
 - Consumos algo elevados
 
Para terminar, es obligatorio hablar de sus consumos. Mi prueba se llevó a cabo durante varios días en el mes de agosto. Esto supone altas temperaturas, con lo que el aire acondicionado estuvo presente durante la práctica totalidad de tiempo. Ya sabemos, tanto las temperaturas extremas como el aire acondicionado activado, son dos elementos nada amigables con lograr bajos consumos.

Durante las dos semanas de uso del coche, el consumo medio total marcado fue de 17 kWh. Esta cifra me llamó particularmente la atención ya que la mayoría del tiempo hice recorridos urbanos. Al salir a autopista, la cifra media apenas subió unas décimas, con lo que podemos decir que su consumo es bastante lineal en casi cualquier tipo de recorrido. Me gustaría volver a probarlo con temperaturas más óptimas para ver si las cifras medias mejoran.


