GP Emilia-RomañaAlonso ya no puede más y explota en Imola: “¡Soy el piloto más desafortunado del pu** mundo!”
La exhibición de Aston Martin en la clasificación del sábado se tornó en pesadilla en la carrera. Tras un gran comienzo de Fernando Alonso y Lance Stroll, las malas decisiones y el infortunio dejaron a ambos muy lejos de los puntos una vez más.

No hay manera de que la suerte sonría a Fernando Alonso. Tras introducir un paquete aerodinámico nuevo en el Gran Premio de Emilia-Romaña, el Aston Martin AMR25 se transformó en un monoplaza competitivo y el piloto asturiano lo colocó en una espectacular quinta posición de parrilla.
Sin embargo, para lograrlo Aston Martin optó por una estrategia diferente a la habitual, y a la de sus rivales: utilizar tres juegos de neumáticos medios nuevos en cada una de las rondas de clasificación. Y esto lo han acabado pagando en la carrera del domingo.
«Va a ser una tortura. Va a ser un naufragio»
Priorizar la clasificación no funcionó
Este fin de semana en Imola, Pirelli ha estrenado el nuevo compuesto C6, el neumático más blando y que, en un trazado exigente como el italiano, no daba realmente más rendimiento que el C5 (medio en este evento).
Tras haber comprobado esto en los entrenamientos libres, Aston Martin decidió utilizar un juego de cada en cada ronda de clasificación, pasando a la Q3 con sus dos pilotos gracias a que el medio era más rápido que el blando utilizado por el resto de pilotos.
Pero, de cara a la carrera, esto dejaba a Fernando Alonso y Lance Stroll con varios juegos de neumáticos C6 (inútiles en este caso), dos C5 usados y un C4 (duro) usado. Es decir, que la estrategia quedaba muy limitada en una carrera presumiblemente a dos paradas.
Esteban Ocon arruina las opciones de Alonso
Fernando Alonso comenzó la carrera de forma inmejorable, conservando la quinta posición y manteniéndose cerca de Lando Norris. Sin embargo, la decisión de parar temprano para realizar el primer cambio de neumáticos y colocar el único juego de duros disponible, complicó las cosas sobremanera.
En primer lugar, porque colocó al asturiano en medio del grupo mientras pilotos como Albon, Russell o Hadjar se mantenían en pista y alargaban lo suficiente el relevo como para abrir la posibilidad de hacer una única parada.
Aunque lo peor no fue eso, sino el abandono de Esteban Ocon que obligó a dirección de carrera a decretar la intervención del coche de seguridad virtual (VSC por sus siglas en inglés). Esto permitió a los pilotos que aún no habían parado perder mucho menos tiempo en la operación, limitando la ganancia de posiciones de Fernando Alonso.
Por si esto no fuera poco, el asturiano tampoco podía parar para cambiar sus neumáticos duros, que ya sumaban más de 20 vueltas. ¿La razón? Sólo le quedaba un juego de neumáticos medios usados y quedaban más de 30 vueltas de carrera, por lo que no podría llegar al final con ellos.
El Safety Car de Antonelli
Fernando Alonso quedó vendido en pista, con el resto de pilotos con neumáticos mucho más frescos y pasándole una y otra vez en pista. El bicampeón del mundo, que soñaba con sus primeros puntos de la temporada al comenzar la carrera, veía como todo se estropeaba y no pudo evitar mostrar su frustración por radio.
«Va a ser una tortura. Va a ser un naufragio. ¡Soy el piloto con la peor suerte del pu** mundo!», exclamaba por radio Fernando Alonso.

Al menos Alonso tuvo una última oportunidad de enmendar parcialmente el desastre, ya que el Mercedes de Antonelli sufrió una avería que hizo que el Safety Car entrara en pista a falta de 17 vueltas para el final. Este momento fue aprovechado por los Aston Martin para entrar en boxes y colocar, ahora sí, los neumáticos medios usados, sin perder prácticamente tiempo.
Cuando la carrera se reanudó a nueve vueltas del final, Alonso era 14º, aunque no tardó mucho en superar a Liam Lawson, Pierre Gasly y Nico Hülkenberg, colocándose a la puerta de los puntos. Sólo quedaba superar a Yuki Tsunoda, pero el japonés supo aguantar y, finalmente, Alonso se quedó, una vez más, sin los puntos que tanto merece por arrojo y pilotaje.