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Virutas F1Táctica y estrategia

Qué bonita casualidad que el mismo día en que Fernando Alonso se pone en el mercado de pilotos, se nos descuelgue Flavio Briatore, asociado al corredor desde hace décadas, con un selfie instagramero desayunando con Toto Wolff.

Táctica y estrategia
Flavio Briatore, junto a Toto Wolff en Mónaco

7 min. lectura

Publicado: 13/02/2024 17:00

Muchos acelerados de la pasión alonsera dispararon su imaginación, y ya quisieron sentar al asturiano en un coche plateado —o más bien negro— lo antes posible. ALO deja la puerta abierta y deja en el aire un ‘yaveremos’ con obvias intenciones contractuales y futuras.

El bicampeón no miente. Es el único Campeón del Mundo con licencia para adelantar que no tiene un papel firmado más allá del final de este año. Por su estado de forma, ganas que le echa, y halo que le rodea, parece querer estar corriendo hasta los 66 años y seis meses, la edad de jubilarse en España si quieres que te quede la pensión más alta.

Bisnes is bisnes

Con independencia de que la mayoría de aficionados vea que la Formula 1 es un deporte extraordinario, apasionante, repleto de emociones, alta tecnología y riesgo, no se debe olvidar que el trasfondo es mercantil. La F1 es primero un negocio y después un deporte, y atiende a reglas de lo segundo en los circuitos, pero a las del dinero fuera del asfalto, que es la mayor parte del tiempo.

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Y en los negocios, las pautas de comportamiento son afines a las de los conflictos armados: hay táctica y hay estrategia. La táctica reside en una batalla de entre muchas, y la estrategia te lleva a ganar toda la guerra.

En la jugada de Briatonso, la mezcla de ambas entidades, hay un movimiento táctico para acabar en un lugar deseado, adecuado o beneficioso, y esa sería la finalidad de una estrategia. Si la meta es permanecer en la categoría, en un equipo deseable, capaz de hacer coches decentes, y que suelte unos buenos jurdeles, hay jugadas tácticas previas; el mensaje dual y coincidente es una.

Mi equipo cojea

Toto Wolff tiene un marrón del quince, el segundo tras la marcha de Nico Rosberg, con un Campeón del Mundo que le deja tirado de manera inesperada. George Russell es un piloto magnífico que no necesita que se le jalee, pero carece del bagaje de los llamados a ser líderes de una formación ganadora. No es que no lo lleve dentro, es que nunca ha interpretado ese papel en el guion.

En su casillero de victorias hay anotada solo una, nunca ha luchado por títulos, y le tocaría adquirir la calidad de mascarón de proa de un proyecto arrollador venido a menos. Si unimos a esto que Sir Lewis se baja del barco, es porque entrevé un futuro árido para los de Brackley, y otea mejor color en Maranello.

Si Mercedes quiere liderar, necesita una de dos: un líder que le impulse y les reconduzca a la senda ganadora, y ahí podría entrar Fernando, o inscribirse en una carrera a medio plazo, con apuestas arriesgadas como traer al prometedor pero muy inmaduro Kimi Antonelli. Lo primero sería una solución de compromiso, lo segundo una apuesta de futuro.

Hockey sobre Pirellis

Wayne Gretzky, el mejor jugador de hockey sobre hielo de todos los tiempos, decía que debía sus resultados a que no iba donde estaba el puck… sino a donde iba a estar. No adivinaba el futuro, sino que lo creaba.

Para crear el futuro hay que aplicar táctica y estrategia, y esto fue lo que ocurrió el fin de semana del Gran Premio de España de 2022. En una viruta que pasó bastante desapercibida tras aquella carrera, se reseñaba que algo iba a pasar. No quedaba claro el qué, pero saltaba a la vista.

Que coincidieran un Fernando Alonso en horas bajas en Alpine, su hombre de confianza y road manager Luis García-Abad, que llevaba años sin pisar los circuitos, Flavio Briatore, que lo hace cada dos o tres años, Stefano Domenicali, y Luca de Meo, entre otros era el preámbulo de un ‘aquívaapasaralgo’. Nadie sabía el qué, pero cuando un grupo así se encuentra en un mismo punto, sin apenas fotos de todos ellos reunidos de forma total o parcial, huele a movimiento.

Mike Krack charla con Fernando Alonso en Silverstone, durante el debut del Aston Martin AMR24.

Durante los dos meses posteriores, y no sin hacer ruido, dos pilotos de la órbita de Briatore, Fernando Alonso y Oscar Piastri, abandonaron su trayectoria natural para hacer cosas distintas. Piastri quebró el acuerdo firmado con Alpine, y de allí mismo salió el de Oviedo en dirección Aston Martin. Dicho de otra manera: pasaron cosas.

Cuando van a pasar cosas de verdad, suele ocurrir entre las sombras, y solo cuando resultan visibles, es porque se trata de estrategia. Que Flavio haya mostrado esa foto tan a las claras, de manera obvia con el permiso de Wolff, es porque quieren dejar claro que están hablando. ¿Con qué finalidad? Desconocido. Pero es seguro que forma parte de una jugada, y extraño sería que no acabase ocurriendo algo relacionado más adelante.

Tarifa plana

Todos hablan entre sí, todos tienen los teléfonos de todos, y los Whatsapps son baratos. Pero que se vea, que se muestre de manera pública, solo indica algo: hay tramoya, aunque puede que no sea la obvia, sino otra.

La clave final de este contubernio reside en lo más sencillo: quien pagó el desayuno. Ese es el que mueve el cotarro, el que más interés le echa, y el que necesita al otro. A estos niveles el camarero nunca hace cuentas separadas, ni nadie le manda a nadie un Bizum para ajustar. Ya lo harán más adelante, que lo del dinero nunca va a ser un problema.

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