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Este anuncio de GM sobre sus coches eléctricos ha pasado desapercibido. Y no debería, porque puede cambiar las cosas

General Motors ha anunciado que, gracias a su asociación con Niron Magnetics, comenzará a utilizar los primeros y únicos imanes permanentes de potencia automotriz sin tierras raras existentes en el mundo. Esto les permitirá ahorrar costes y reducir su huella medioambiental.

Este anuncio de GM sobre sus coches eléctricos ha pasado desapercibido. Y no debería, porque puede cambiar las cosas
General Motors adoptará un tecnología pionera en sus vehículos eléctricos.

6 min. lectura

Publicado: 10/11/2023 13:00

Todos sabemos que el coche eléctrico se ha convertido en el abanderado de la descarbonización del transporte, pero también que sigue necesitando superar varios obstáculos para poder ser considerado la verdadera respuesta a las necesidades medioambientales del planeta.

No en vano, el coche eléctrico contribuye de manera importante a purificar el aire de las ciudades. Pero, por otro lado, sigue demandando materias primas limitadas para la fabricación de componentes exclusivos de este tipo de vehículos.

En 1983 General Motors desarrolló los conocidos como imanes neo o imanes de tierras raras de alta energía

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Hablamos principalmente de las baterías y los motores eléctricos, que necesitan elementos finitos y costosos como el litio, el níquel, el cobalto… o las denominadas tierras raras.

Qué son las tierras raras y por qué son esenciales en los coches eléctricos

Las tierras raras no son elementos extraños ni artificiales, sino elementos químicos presentes en la naturaleza que cuentan con propiedades únicas que los hacen muy valiosos. Tampoco es que sean raros de encontrar, sino que su extracción y procesado son muy costosos, por lo que requieren técnicas muy complejas.

En concreto, las tierras raras son el escandio y el itrio, además de otros 15 elementos que conforman el grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio).

Un operario de Niron trabaja en los laboratorios de la marca.

Pero, ¿por qué son tan preciados en la industria automotriz? Las tierras raras se utilizan en la fabricación de imanes para motores eléctricos.

Y, si bien la ciencia y la industria llevan tiempo intentando encontrar el modo de prescindir de los mismos, hasta ahora no ha sido posible hacerlo de forma que los motores sean lo suficientemente potentes para ser utilizados en los coches eléctricos.

General Motors utilizará imanes sin tierras raras

El gigante automotriz estadounidense, que posee marcas tan conocidas como Chevrolet, Cadillac, GMC o Hummer, ha optado por un enfoque diferente al de la mayoría de actores del sector, que buscan el modo de prescindir de los imanes en los motores eléctricos para así no tener que hacer frente a las complejidades del uso de tierras raras.

En cambio, GM ha optado por otra vía: utilizar imanes sin tierras raras. Y esto será posible gracias a su alianza con Niron Magnetics, que ha creado los primeros y únicos imanes permanentes sin tierras raras del mundo con potencia automotriz.

Esto no sólo permitirá a General Motors reducir costes y también la huella medioambiental de sus motores eléctricos, sino que también minimizará su dependencia del suministro desde el exterior, ya que las tierras raras provienen en su mayoría de fuera de Estados Unidos. Concretamente de China.

Niron Magnetics, con sede en Minneapolis, ha desarrollado «el primer y único imán permanente del mundo con potencia de grado automotriz que está completamente libre de materiales críticos, incluidos minerales de tierras raras raros o pesados».

«La tecnología patentada Clean Earth Magnet de Niron se basa en nitruro de hierro, un material abundante y asequible con un gran potencial para uso comercial en futuros vehículos eléctricos», explica el comunicado oficial.

General Motors cierra el círculo

Lo más curioso es que General Motors da ahora el primer paso para matar un invento que ellos mismos contribuyeron a crear.

En la década de 1930 se crearon los primeros imanes permanentes basados en aleación de Alnico, y tres décadas más tarde se desarrollaron los primeros imanes de tierras raras a partir de samario-cobalto de 18 MGOe (Mega-Gauss-Oersted, unidad de medida que determina la máxima energía almacenada en un imán).

Chevrolet Equinox EV, uno de los eléctricos de General Motors.

Ya en la década de los 70, este tipo de imán alcanzó los 30 MGOe, pero en 1983 General Motors, conjuntamente con Sumitomo Special Metals y la Academia China de Ciencias, desarrolló los conocidos como imanes neo o imanes de tierras raras de alta energía, concretamente 35 MGOe. Aquellos se basaron en un compuesto de neodimio-hierro-boro.

«GM inventó los imanes permanentes de tierras raras hace casi 40 años y ahora estamos trabajando juntos para llevar al mercado la próxima generación de tecnología de imanes para automóviles», dice Jonathan Rowntree, director ejecutivo de Niron Magnetics. «Creemos que nuestros imanes Clean Earth pueden ayudar a GM en su objetivo de subir a todos en un vehículo eléctrico».

Además de la firma de un acuerdo estratégico para el desarrollo conjunto de la tecnología, GM Ventures también ha realizado una inversión en Niron, que se unirá a las filas de sus más de 30 empresas en cartera. La inversión respaldará la ampliación de la fabricación y comercialización de sus imanes sostenibles por parte de Niron.

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