Zaragoza prueba con éxito un sistema español que ahorra más de 7.500 euros al año en climatización
Investigadores del CSIC han desarrollado en Zaragoza un método pionero de gestión de energía geotérmica que permite ahorrar más de 7.500 euros al año y reducir hasta 15 toneladas de CO₂, todo sin perforar nuevos pozos ni dañar los acuíferos urbanos.

En el cada vez más extenso panorama de las energías renovables, la energía geotérmica es quizá una de las más infrautilizadas. Sin embargo, cada vez son más las instalaciones que aprovechan el calor almacenado bajo la superficie terrestre.
Una de las principales ventajas de la energía geotérmica es que es una fuente constante y muy eficiente. Así, la estabilidad de la temperatura del subsuelo permite calentar o enfriar estancias en función de las necesidades y con la ayuda de bombas específicamente diseñadas para este propósito.
Sus creadores prevén incorporar inteligencia artificial y aprendizaje automático para anticipar la demanda energética y los cambios que el clima
THERMAL, el proyecto español del IGME-CSIC
Basándose en la energía geotérmica, investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) —con la colaboración del Grupo de Sistemas Hidrogeológicos y Geotérmicos Avanzados (SHGA)— han desarrollado un innovador sistema que gestiona la misma de forma más eficiente. Gracias a ello, se produce un ahorro considerable de dinero y emisiones.
Concretamente, los datos revelan que es posible ahorrar más de 7.500 euros anuales, así como 15 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) en climatización de núcleos urbanos. El sistema, denominado THERMAL, evita además la construcción de nuevos pozos.
THERMAL ha sido probado con éxito en Zaragoza y gestiona el funcionamiento coordinado de varias bombas de calor que utilizan agua subterránea para climatizar edificios. Gracias a eso, es posible ajustar caudales y temperaturas sin interferencias, garantizando un equilibrio térmico en los acuíferos urbanos.

Jorge Martínez-León es investigador del IGME-CSIC y uno de los autores del estudio publicado en la revista Journal of Hydrology. El español explica que «el método ofrece una forma práctica y sostenible de gestionar la energía geotérmica en las ciudades».
Además, añade que «permite ahorrar dinero, reducir emisiones y proteger los acuíferos, siempre que se adopte una visión holística que considere tanto la eficiencia de cada sistema como el bienestar del conjunto».
El sistema geotérmico THERMAL también ofrece una gran versatilidad, ya que puede aplicarse en cualquier ciudad del mundo que disponga de sistema de climatización de agua subterránea.
Un primer paso hacia futuras innovaciones
El método desarrollado por el CSIC no se limita a mejorar la eficiencia y reduce las emisiones, sino que también abre el camino a nuevas innovaciones.
Sus creadores prevén incorporar inteligencia artificial y aprendizaje automático para anticipar la demanda energética y los cambios que el clima pueda provocar en los acuíferos, además de adaptar el sistema a distintas ciudades y normativas internacionales.
Con proyectos como este, la geotermia de baja profundidad intenta consolidarse como una alternativa limpia y estable frente a los combustibles fósiles, siempre que se gestione correctamente. Con este nuevo enfoque, los investigadores buscan mantener un equilibrio sostenible entre el aprovechamiento energético y la protección de los recursos subterráneos, esto último clave para impulsar la energía geotérmica.
Fuente: CSIC