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Esta tecnología rompe con todo lo conocido en los coches eléctricos: 2.000 km de autonomía y recarga inmediata

Las baterías de flujo Redox llevan tiempo desarrollándose, pero hasta ahora no han estado cerca de llegar a la producción en aplicaciones automotrices. nanoFLOWCELL está cerca de cambiar eso.

Esta tecnología rompe con todo lo conocido en los coches eléctricos: 2.000 km de autonomía y recarga inmediata
Quantino, el prototipo de nanoFLOWCELL que sirve de plataforma para desarrollar la batería de flujo.

4 min. lectura

Publicado: 03/01/2024 19:00

La empresa suiza nanoFLOWCELL lleva casi una década desarrollando una batería de flujo Redox con el objetivo de sustituir las actuales celdas de iones de litio en los coches eléctricos.

Las baterías actuales no sólo son caras, sino que ofrecen autonomías limitadas y tiempos de recarga elevados. Circunstancias todas ellas que contribuyen a ralentizar la introducción del coche eléctrico en el mercado.

La batería de flujo se une a la carrera

Las limitaciones de las baterías de litio han animado a la ciencia y la industria a buscar alternativas mejores. Ejemplos de ello son las pilas de combustible, las baterías de sodio o las baterías de estado sólido.

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Hasta ahora ninguna de ellas ha logrado desbancar a la batería de litio tradicional. La pila de hidrógeno presenta muchos inconvenientes, mientras que la batería de estado sólido necesita aún varios años de desarrollo.

La alternativa más avanzada es la batería de sodio, que ahora comienza a introducirse en el mercado. Y la batería de flujo quiere hacer lo mismo en un futuro cercano.

La batería de flujo de nanoFLOWCELL

Una batería de flujo es un tipo de sistema recargable que utiliza dos líquidos separados por una membrana. Uno de ellos está cargado positivamente, mientras que el otro lo está negativamente. Esto hace posible un intercambio de iones y el consiguiente flujo de corriente eléctrica (reacción Redox).

Por tanto, una batería de flujo es similar a una pila de combustible y a una celda electroquímica, aunque tiene ventajas como los depósitos de líquidos separables y una longevidad casi ilimitada.

nanoFLOWCELL presentó el primer diseño de su batería de flujo Redox en el Salón de Ginebra de 2016 y, desde entonces, no ha dejado de desarrollar dicha tecnología.

Primer prototipo del Quantino, creado en 2015.

Ahora, la empresa suiza ha recibido inversión para poner en marcha una división en Estados Unidos, lo que le permitirá finalizar el desarrollo de los vehículos con batería de flujo y automatizar las líneas de producción.

La compañía afirma que su tecnología permite autonomías de hasta 2.000 kilómetros con un sólo repostaje. Y es que las baterías de flujo se recargan llenando los depósitos de líquido electrolítico, por lo que la operación es, además, tan rápida como en el caso de los combustibles fósiles.

El sistema no sólo es rápido, sino también seguro, pues el líquido no es inflamable ni tóxico. Y la longevidad de la batería está garantizada, pues las pruebas realizadas han permitido cubrir 350.000 kilómetros sin desgaste en sus elementos.

Ahora sólo queda ver si nanoFLOWCELL consigue llevar a la producción en masa su tecnología, el paso siempre más complicado de dar.

Fuente: Forococheselectricos.com

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