BMW es la única que cumple con los objetivos de CO₂ de la UE. Y si su CEO dice esto es porque algo falla en Europa
Oliver Zipse, director general de BMW, ha criticado las políticas climáticas de la Unión Europea en lo relativo a la automoción. A pesar de que es el único fabricante que ya cumple con los objetivos marcados, considera que la descarbonización no se está afrontando correctamente.

La Unión Europea lleva muchos años teniendo meridianamente claro cuál es el camino para completar la electrificación del automóvil: prohibir todo lo demás. Es decir, que a partir de 2035 no sea posible comprar en el territorio de la UE un vehículo nuevo con cualquier tipo de motor de combustión, aunque este vaya acompañado de un sistema híbrido.
En la práctica, solamente podremos enchufar o cargar el depósito de hidrógeno, puesto que son las dos únicas opciones que garantizan las cero emisiones en uso. Una medida radical que, como era de esperar, ha creado una polarización importante no solamente entre los usuarios, sino también entre los fabricantes de automóviles. Pero hay uno al que quizá convendría prestar especial atención Y es que, no en vano, los resultados le avalan.
«Aportaría una protección real del clima y un ahorro real de CO₂»
BMW hace los deberes mejor que nadie
Muchos fabricantes se salvaron en el último minuto de 2024 de tener que hacer frente a multa multimillonaria por incumplir la normativa CAFE de emisiones de dióxido de carbono (CO₂). Finalmente, la Unión Europea cedió y aplicó una prórroga que, entre los fabricantes de automóviles multienergía (es decir, todos aquellos que fabrican algo más que coches eléctricos), únicamente BMW no necesitaba.
El grupo alemán, que también engloba a MINI y Rolls-Royce, es el líder en lo que a cumplimiento de los objetivos de emisiones marcados por Europa respecta. Mientras, casi todos sus rivales deben negociar asociaciones con fabricantes como Tesla para reducir sus cifras y evitar multas en el futuro.
Y su director general, Oliver Zipse, tiene muy claro cuál debe ser el camino a tomar en dirección a la descarbonización de la automoción en Europa.
«Después de nueve meses en 2025, las ventas de vehículos totalmente eléctricos aumentaron un 10 % respecto al año anterior, siendo la participación de estos un 18 % en las ventas totales. Los híbridos enchufables crecieron casi un 28 % interanual, lo que elevó la participación total de vehículos electrificados al 26,2 % a nivel mundial en septiembre», apunta Zipse al respecto de la situación actual de BMW.
«Gracias a este sólido resultado, estamos totalmente en camino de alcanzar nuestro objetivo de flota de CO₂ en Europa para este año», destaca el dirigente alemán. «Al hacerlo, continuamos sin pausa con lo que hemos estado haciendo durante varios años. Desde hace mucho tiempo tenemos claro que estamos alcanzando los objetivos de 2025, sin multas, agrupación ni promedios», precisa, enviando de paso un mensaje a sus competidores.

Europa debe reconsiderar su postura
Sin embargo, que BMW esté cumpliendo con los estándares marcados por la Unión Europea en materia de emisiones y electrificación no significa que esté de acuerdo con la forma en que el Viejo Continente está afrontando esta situación.
En opinión de Zipse, el pasa por no perder de vista lo que los clientes necesitan. «Hemos logrado nuestros objetivos climáticos centrándonos en la demanda del mercado y las necesidades de los clientes mientras optimizamos continuamente todas las variantes de conducción».
Es más, BMW cree que es vital que Europa reconsidere los objetivos para 2030 y 2035, pues establecer una fecha final para una tecnología específica y exitosa conduciría a «una contracción masiva de toda la industria» que, además de perjudicar a la industria europea, acrecentaría la dependencia de China en materias primas y tecnología.
«Para alcanzar los objetivos climáticos y crear regulaciones efectivas sobre CO₂, debemos adoptar un enfoque holístico. Es decir, tener en cuenta toda la huella de CO₂ del vehículo y su cadena de valor y también incluir combustibles climáticamente neutros como el HVO100 (aquí te explicamos que es este combustible)», exige Zipse.
«Esto tendría en cuenta las diferentes necesidades del mercado y el desarrollo desigual de la infraestructura, además de proteger las cadenas de valor, los empleos y las fortalezas industriales de Europa. Y, sobre todo, aportaría una protección real del clima y un ahorro real de CO₂», añade el dirigente germano.
Los fabricantes deben tener libertad
Oliver Zipse aboga por dar libertar a los fabricantes de automóviles para desarrollar nuevas tecnologías y mejores soluciones que vayan en consonancia no solamente con la descarbonización, sino también con el criterio y las necesidades de los clientes.
De ese modo, será posible invertir en fórmulas que permitan alcanzar los objetivos climáticos de una Unión Europea que, en opinión del líder de BMW, no está teniendo en cuenta el entorno actual del mercado.
Zipse pone como ejemplo las flotas comerciales, que dependen de una alta disponibilidad de vehículos con alto kilometraje. Circunstancia que no se corresponde con el estado actual de la infraestructura de carga eléctrica ni repostaje de hidrógeno, ni que tampoco estaría garantizada en todos los Estados miembros de la UE de aquí a 2030.
«También en este caso abogamos por un enfoque holístico y tecnológicamente neutral», concluye el jefe de BMW, al que sacar matrícula de honor en el examen no le impide criticar al profesor.
Fuente: Ecomento.de
