BMW se lanza al futuro con un X5 capaz de superar los 1.000 km de autonomía sin depender de baterías milagrosas

Las marcas de lujo trabajan duramente en superar los 1.000 kilómetros de autonomía en sus coches eléctricos. Los fabricantes están comprobando que la actual generación de baterías les está permitiendo llegar a esta cifra, pero superar esta cifra es otra misión muy complicada y diferente. Porque hablamos de cifras propias de motores diésel nacidos para acumular miles de kilómetros sin repostar que, en verdad, es lo que buscan los clientes.

Las baterías de estado sólido son una solución, pero no están disponibles y a los clientes del mercado de lujo no se les puede emplazar a un tiempo más lejano. Buscarán una alternativa en otro fabricante que satisfaga sus deseos. Es lo que no quiere BMW, que no solo cuenta con equipos dedicados a la tecnología de estado sólido, sino que también se han centrado en las posibilidades del hidrógeno, primero como alumnos de Toyota para después volar solos. Y vaya si lo están haciendo, que ya planean poner en circulación un modelo con esta tecnología. Se trata del nuevo BMW iX5 que hemos visto en pruebas pero como eléctrico.

BMW deja a un lado el estado sólido, el hidrógeno es prioridad

Los bávaros no podrán copiar a los coreanos de KIA en el lema comercial con el que estos venden sus modelos, y en el que presumen de hasta cinco tecnologías en algunos modelos. El mismo número con el que se pondrá a la venta la nueva entrega del BMW X5 que, por primera vez, no sólo contará con las ya habituales de gasolina, diésel, híbrida enchufable y eléctrica de batería, sino que sumará una más y que será exclusiva de este SUV de lujo: el hidrógeno hará acto de presencia en un modelo de volumen.

El nuevo BMW iX5 Hydrogen ya ha sido confirmado oficialmente por el fabricante, ratificando también su llegada al mercado a partir de 2028, equipado con una pila de combustible. La casa alemana ha estado probando esta tecnología desde hace una década, puliendo los importantes detalles técnicos y desafíos que implican esta tecnología, y no sólo los relativos al almacenamiento en tanques especialmente protegidos que no resten espacio al habitáculo. BMW cuenta con prototipos de este futuro X5 de hidrógeno, y puedes ver a la perfección parte de la caja que alberga el sistema entre los ejes.

El hidrógeno en BMW llegará al mercado en 2028

BMW es consciente de que las baterías de estado sólido no pueden garantizar elevadas autonomías, al mismo tiempo que también tienen el importante inconveniente de que necesitan más que unos cuantos minutos para recargarlas, todo lo contrario que repostar hidrógeno. Los clientes esperan que, al mismo tiempo que se amplían las autonomías máximas con una carga en los acumuladores de energía, se reduzcan considerablemente los tiempos de carga, y eso es prácticamente imposible, al menos, a corto o medio plazo.

Razón por la que los bávaros confían más en las posibilidades de la tecnología de propulsión de hidrógeno y en una pila de combustible de nueva generación, que se está desarrollando en colaboración con Toyota, pero que no es la misma que la del Mirai. Los esfuerzos se están concentrando en hacer de este sistema uno más compacto, pero que no sea este un impedimento para que sea más potente y eficiente, a la vez que permita aumentar la autonomía y reducir el consumo energético.

Requisitos que obligan a pensar en los importantes desafíos a los que se enfrenta al fabricante, pero que ha superado, al menos el del tamaño, porque el sistema ya se ha instalado en una flota de prototipos que se están probando en condiciones reales de circulación. El inédito BMW iX5 de hidrógeno estará a la venta en 2028, pero aún son muchos los detalles que se desconocen. Los del rendimiento y prestaciones son unos, pero hay otro casi más importante y es si este SUV de hidrógeno estará a la venta en todo el mundo, en mercados seleccionados o sólo en Alemania... El precio es otro gran desconocido, estamos seguros que será unas decenas de miles de euros más caro que un iX5 de batería.