BMW rompe los esquemas, vende más eléctricos que nunca… y también más V8

BMW está más cerca de cerrar otro gran año de éxito absoluto. La marca alemana ha sabido gestionar mejor que nadie, y que sus rivales más directos, la estrategia de electrificación, demostrando que no tenía sentido alguno tirarse a una piscina que estaba medio llena y en la que los coches de combustión no habían dicho su última palabra.

Los bávaros son de los que piensan que, contrariamente a gran parte de la industria, al diésel le queda una larga vida por delante, aunque eso obliga a invertir para hacerlos más eficientes y limpios. Al menos, que sepamos, BMW trabaja en una nueva generación de motores que estrenarán en poco tiempo, y lo que no impidió que el año pasado, BMW batiera su particular récord de producción de coches eléctricos. El éxito de los modelos de cero emisiones es tal que el i4 M50 ha conseguido desbancar a un auténtico rey de la deportividad como el M3.

BMW ya no arrasa solo con sus coches eléctricos

Pero no son solo coches eléctricos lo que BMW vende. Los de Múnich no han podido resistir la tentación de rebajar la euforia de sus vecinos de Audi. Y es que la marca de los cuatro aros anunció haberse «hartado» de vender el Audi RS 6, quizás por el hecho de que los más exigentes saben que será la última entrega con un motor de combustión puro y duro, ya que el nuevo RS 6 será un híbrido enchufable.

Una condición que pocos perdonan, a pesar de que el V8 de 4.0 litros biturbo se encuentre bajo el capó delantero. El mismo motor que se está convirtiendo en un éxito en BMW, y del que Joachim Post, director de desarrollo de BMW, ha señalado que «Nunca habíamos vendido tantos coches eléctricos como el año pasado. Y, al mismo tiempo, entregamos una cantidad récord de motores V8», añadiendo que «Nuestros clientes deciden por sí mismos qué motor quieren».

El V8 más poderoso de BMW es también el motor más «popular»

El imponente motor que todos quieren en BMW es un V8 de 4.4 litros biturbo, un bloque que se halla presente en los Serie 7, Serie 8, X5, X6 y X7, además de en las versiones deportivas de los M5, M8, X5 M, X6 M y XM. En algunos, solamente como térmico puro y en otros como parte de un híbrido enchufable de altísimas prestaciones, con hasta 750 CV. Por ejemplo, en el poderoso M5. Pero esta popularidad de la que goza el V8 de BMW no es tan mundial como algunos llegarán a pensar, sino que las ventas están más restringidas a Estados Unidos, donde el BMW V8 tiene una gran demanda y no hay sanciones por exceso de emisiones.

Un éxito del que no sabemos cifra concreta de unidades fabricadas con este motor V8, pero es que no son solo sus modelos, sino también los propulsores con esta arquitectura que se envían a Land Rover para montarse en los modelos de gama alta de esta marca y en los Range Rover más deportivos, en los que este propulsor rinde 635 CV de potencia máxima.