Cargar un eléctrico en 2025 va a cambiar en España. Estos son los precios reales y los trucos para pagar menos
En 2026, cargar un coche eléctrico en España será más sencillo, pero también más desigual en precio: así cambiarán las tarifas y estos son los trucos que realmente te van a funcionar para pagar mucho menos.

El coste de cargar un coche eléctrico en España ya es muy distinto según dónde enchufes, y esa diferencia será aún mayor en 2026. Mientras que en casa es posible llenar la batería por apenas unos euros, en la red pública los precios pueden multiplicarse por cuatro o por cinco. Para quien empieza a hacer números, entender estas diferencias es clave para saber si un eléctrico encaja o no en su día a día.
En casa, con tarifas con discriminación horaria o planes específicos para vehículo eléctrico, el precio del kWh en horario valle suele moverse entre 0,10 y 0,18 euros. Una batería típica de unos 40 kWh se coloca así entre 4 y 7 euros por carga. Es, con mucha distancia, la opción más barata y la que permite controlar el gasto mes a mes.
La red pública funciona de otra manera. Un punto semirrápido suele rondar los 0,25 €/kWh, mientras que los cargadores rápidos (entre 50 y 150 kW) pueden ir de 0,30 a 0,60 €/kWh. Los ultrarrápidos, que son la solución para viajes largos, ya rozan los 0,79 €/kWh en ubicaciones premium. Cargar 50 kWh en un rápido puede suponer entre 15 y 30 euros, y en un ultrarrápido, aún más si pillas una estación cara.
Qué factores harán variar el precio real en 2026
El precio final no depende solo de la electricidad. En la calle estás pagando también la potencia del punto, el mantenimiento de la red y el margen del operador. A eso se suma la hora (no cuesta lo mismo a las tres de la mañana que a las siete de la tarde) y la ubicación concreta: un cargador en plena autopista siempre será más caro que uno a diez minutos de un núcleo urbano.
Luego está el propio coche eléctrico. Un modelo eficiente puede gastar varios kWh menos en la misma ruta que uno antiguo o con peor gestión energética, así que el coste por cada 100 km cambia mucho de un vehículo a otro.
Cargar en casa seguirá siendo la opción más rentable

Quien tenga garaje o plaza propia seguirá teniendo la ventaja clara. Con un wallbox y una tarifa bien elegida, lo habitual es moverse entre 0,10 y 0,25 €/kWh. Una batería de 50 kWh se queda entonces en 5-12 euros. Aunque la instalación puede costar entre 600 y 1.500 euros, entre ayudas y deducciones fiscales, la inversión se amortiza relativamente rápido si haces muchos kilómetros al año.
Además, cargar en casa tiene otro beneficio: la estabilidad. Sabes cuánto vas a pagar y cuándo, algo imposible de garantizar en una red pública donde los precios cambian entre operadores y localizaciones.
Cargar fuera de casa: qué cambia y cómo afecta al bolsillo
Para quienes no tienen enchufe propio, la red pública será en 2026 más amplia, pero no necesariamente más barata. Cargar una batería de 60 kWh puede costar desde unos 17 euros en un semirrápido económico hasta cerca de 40 euros en uno rápido de operador caro.
La lógica práctica es clara:
- Semirrápida para recargas tranquilas mientras haces vida.
- Rápida para viajes largos o paradas puntuales.
- Ultrarrápida solo cuando el tiempo apremia, porque es la que dispara el coste del kWh.
Cuanta más potencia busques, más pagarás por cada kWh. Esa relación no va a cambiar en 2026.
Trucos para pagar menos al cargar un eléctrico en 2026

El truco más simple sigue siendo el más eficaz: cargar en horario valle. La mayoría de coches y wallbox permiten programar una hora de inicio, así que basta configurarlo una vez y dejarlo correr.
Otro punto clave es la tarifa: algunas comercializadoras ofrecen precios muy bajos en franjas diseñadas para el coche eléctrico, y merece la pena revisarlas de vez en cuando.
Cuando dependes de la red pública, comparar precios es obligatorio. Aplicaciones como Electromaps, Chargemap o las apps de cada operador muestran precios y disponibilidad en tiempo real.
A veces desviarte de la autopista te baja varios céntimos por kWh. Y un consejo importante: evita cargar siempre al 100 % si no lo necesitas. No solo desgasta la batería, también te hace pagar energía que no vas a aprovechar.
¿Compensa realmente un coche eléctrico para el conductor medio?
Para quien puede cargar en casa, sí. El coste por cada 100 km puede colocarse entre 2 y 4 euros según consumo. Es una diferencia enorme frente a gasolina o diésel. Para quien depende casi por completo de carga rápida, el ahorro existe, pero se estrecha. Obliga a planificar, buscar semirrápidas baratas y reservar las ultrarrápidas para emergencias o viajes muy largos.
En 2026, la clave será la misma que ahora: tu bolsillo dependerá del tipo de enchufe que tengas y de cómo organices tus cargas.
