La incómoda (y cara) verdad de los coches eléctricos que a las marcas les interesa ocultar

La carrera por el mejor coche eléctrico se está fundamentando en un factor, la autonomía. Cuanto más disponga, mejor para los clientes, pero hay que pagarla. Una encuesta ha constatado lo que ha Audi señaló hace tiempo, y esto es un problema para interesados y menos para los fabricantes.

La incómoda (y cara) verdad de los coches eléctricos que a las marcas les interesa ocultar
Una elevada autonomía en los coches eléctricos es un problema para clientes y un plus para las marcas. - Audi

5 min. lectura

Publicado: 23/08/2025 16:00

Una de las grandes desventajas de los coches eléctricos, y que las marcas saben y están explotando al máximo es la ansiedad de energía. La mayor parte de los modelos de cero emisiones de nueva generación superan ampliamente los 500 kilómetros de autonomía, algunos ya superan los 600 fácilmente y el nuevo Mercedes CLA ostenta el récord en el mercado de masas al rozar los 800 kilómetros.

Pagar por autonomía es obligatorio si el interesado no quiere entrar en pánico debido a la ansiedad energética. Esa sensación en la que se teme al quedarse tirado en la carretera por no disponer de electricidad en las baterías o ver peligrar la reserva y no llegar con holgura al próximo cargador. Eso si es que después no funciona, que es una posibilidad.

Coches eléctricos
Los fabricantes están añadiendo peso y dinero por baterías de gran autonomía.

Las marcas han hecho de la autonomía un auténtico filón de ingresos

Audi ya lo avisó. Las excelentes cifras de autonomía eran una estupidez, ningún coche de combustión cuenta con una autonomía casi infinita, tienen que repostar aunque los híbridos de hoy ya ofrecen más de 1.000 kilómetros sin pisar una estación de servicio para repostar. Ese aviso de la marca de los cuatro aros se entendía con una infraestructura de carga a la altura de las circunstancias, un imposible a corto y medio plazo.

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Las marcas saben que la orden de la Unión Europea a los países de ampliar la red de cargadores no se está materializando, por lo que han encontrado un filón en la autonomía. Y, para colmo, una encuesta americana acaba de darle la razón a los de Audi, apuntando que un gran número de conductores de coches eléctricos no están aprovechando la autonomía potencial.

Tras analizar el comportamiento de más de 40.000 vehículos eléctricos en Estados Unidos, la conclusión es que estos están desaprovechando gran parte de la autonomía por la que han pagado. Los recorridos diarios son tan vagos que desperdician hasta un 80 % de la autonomía disponible.

Incluso, los que han pagado por baterías con autonomías máximas de hasta 560 kilómetros, se dejan sin usar más del 88 % de su autonomía la mayoría de los días.

Cuanto más autonomía tiene un eléctrico, menos se usa

El análisis revela que coches eléctricos con una autonomía de entre 120 y 160 kilómetros utilizan el 22,8 %, lo que significa que apenas usan casi 36,5 kilómetros.

Esta cifra llega a los 62 kilómetros cuando la autonomía se mueve entre 482 y 523 kilómetros. Y cuando ésta llega a los 650 kilómetros, los recorridos diarios apenas llegan a los 51 kilómetros.

Solo el tiempo conduciendo un coche eléctrico acaba con la ansiedad energética, pero es algo que tarda en hacerse realidad.

Está claro que los americanos pagan por energía que no usarán prácticamente nunca y solo en algunos viajes. Pero esta tendencia no solo está ocurriendo al otro lado del Atlántico, es ya una realidad a este lado.

A pesar de ello, hay una realidad incuestionable y que Audi puso encima de la mesa. Una autonomía factible, con una red de carga correcta, sería de unos 320 kilómetros, aproximadamente. Sin embargo, la industria está creando una burbuja añadiendo peso y dinero por una autonomía que, en absoluto, se aprovecha.

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