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Cumpleaños del ReyLas leyendas de Don Juan Carlos I con los coches

Coincidiendo con la celebración del cumpleaños del Rey D. Juan Carlos I, vamos a hacer un pequeño repaso a algunas de las leyendas que circulan sobre los coches del Rey. Muchos son los rumores e historias que circulan alrededor de algunos coches de los que han pasado por las manos del Rey, un gran aficionado a los automóviles.

7 min. lectura

Publicado: 05/01/2013 18:50

Qué mejor momento que el 75 cumpleaños del Rey D. Juan Carlos I para hablar un poco de las leyendas relacionadas con los coches que el monarca ha dejado a lo largo de estos años como Rey de España.

El Mini del Rey Don Juan Carlos I

Corre el rumor de que el Rey Don Juan Carlos I fue propietario de un Mini, un coche del que se desconoce su origen o cómo fue que llegara a formar parte del fastuoso garaje de la Casa Real. De ser cierto, pudo haber sido uno de tantos regalos que el Rey recibió por su posición y labor diplomática, ya sea de otras personalidades o de las mismas marcas de coches, que en no pocas ocasiones han querido tener este tipo de detalles con Su Majestad.

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Sea como fuere, se cuenta que ese Mini pasó por las manos del Rey y después acabó en el mercado de automóviles usados (ahora clásicos) y que algún coleccionista se hizo con él. Hoy en día, muchos años después de que aquello pasara, no son pocos los aficionados que dicen ser poseedores del auténtico Mini del Rey, incluso afirmando poseer documentación que así lo acredita.

Después de hablar con muchos de los mayores especialistas en clásicos de la Península, lo cierto es que todos ellos conocen la historia y ninguno puede contrastar que ese coche exista realmente o que está en posesión de alguien en concreto. Así que si algún día tienes delante tuyo un Mini del que te cuentan que es el Mini del Rey, no dejes de preguntar e investigar si es el auténtico o solo se trata de 'uno más'.

Los coches de la Casa Real

La colección de coches de la Casa Real de Su Magestad el Rey Don Juan Carlos I es una de las mejores que se conservan en España. En ella, se guardan y se cuidan con celo vehículos oficiales que han pertenecido a la Familia Real desde comienzos del siglo XX, como los que utilización el Príncipe Felipe y Leticia Ortiz en su boda.

Entre ellos, hay verdaderas joyas como un Mercedes 540 G-4 W131 con seis ruedas que Adolf Hitler regaló a Franco. Solo cuatro unidades fueron fabricadas (una de ellas fue para Mussolini) y la que hay en España volvió al la colección de la Guardia Real después de una profunda y costosa restauración realizada por el servicio de clásicos de Mercedes-Benz en Alemania.

La misteriosa moto del Rey

Pero si hay una leyenda urbana sobre el Rey Don Juan Carlos I que está más extendida que ninguna otra es aquella de que el monarca ha realizado durante toda su vida multitud de viajes y salidas 'de incógnito' a lomos de una motocicleta (con la que incluso habría llegado a tener alguna que otra caída de las que quizá se taparon contando que había sido un accidente doméstico o practicando algún otro deporte como el esquí o la vela). No es raro haber oído a algún conocido contar la historia de que otro amigo lejano un día vio al rey completamente vestido de negro y con casco y visera negra montando en moto en solitario y sin escolta, quién sabe a hacia dónde...

El Rey echando carreras por Madrid

Y quiero terminar este pequeño homenaje por el 75 cumpleaños del Rey Don Juan Carlos I con una anécdota verídica y que oí hace años contada y vivida por un buen amigo. Julio de Santiago ha sido durante su vida uno de los mayores expertos en el automóvil de España, hasta el año pasado, director de la revista COCHES CLÁSICOS, donde tuve el honor de trabajar con él.

Julio, que había tenido y conducido más coches de los que yo conozco, circulaba por la calle de Alonso Cano en Madrid en los años 80 con su mujer e hijos. Al llegar a un semáforo paró junto a su Ferrari 330 GTC un flamante Audi Sport Quattro de calle y, fiel a su pasión se fijó en el coche y no en el conductor (era la primera vez que veía uno por la calle y, por su puesto, la primera vez que vio uno en España).

Cuando el semáforo se puso en verde, Julio aceleró a fondo (algo que siempre le caracterizó) y el conductor del Audi entró 'al trapo'. Llegaron emparejados al siguiente semáforo y ambos frenaron en seco. Por el espejo retrovisor Julio atisbó un SEAT 131 zigzagueando a toda prisa para llegar hasta donde estaban el Ferrari y el Audi y ponerse inmediatamente detrás de ellos.

Entonces su mujer le dijo: ¿Sabes con quién acabas de echar una carrera? Y Entonces Julio vió cómo el Rey Don Juan Carlos I sonreía detrás del volante del Audi, un coche que posteriormente se supo que había sido regalado por la marca a la Casa Real. El apresurado SEAT 131 no era otro que el coche de la escolta, que casi no podía seguir el ritmo al que el Rey circulaba por Madrid.

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