La controversia de la UE, ¿quién decide si un coche debe ir al desguace? Europa apuesta porque sean las marcas
La Comisión Europea está cada vez más preocupada por el medio ambiente. Así lo ha manifestado en la gran última propuesta que evita que los coches enviados a desguaces salgan del territorio de la UE. El fin es garantizar no solo la economía circular, sino también asegurarse de prohibir la exportación de coches usados que no están en condiciones de circular.
Son varias las empresas que venden modelos agotados, que todavía pueden dar unos kilómetros más pero no muchos, a países del Este de Europa, en África o el Magreb, una segunda, tercera o cuarta vida que se ha convertido en uno de los grandes problemas que la Comisión Europea quiere evitar con la última propuesta presentada a los países miembros, con la que pretende reforzar aún más su Reglamento sobre vehículos al final de su vida útil.
La Comisión Europea ha ido adaptando este reglamente en función del tiempo y del progreso científico y técnico, especialmente los artículos que se refieren a sustancias peligrosas en los vehículos comercializados después del 1 de julio de 2003, como plomo, mercurio, cromo hexavalente o cadmio. De hecho, el pasado mes de marzo, modificó esta norma a través de la Directiva 2000/53/CE con algunas exenciones sobre el uso de plomo en aleaciones de aluminio con fines de mecanizado, en aleaciones de cobre y en determinadas baterías. Pero el problema va más más allá con los coches nuevos estirados en el tiempo -el «me ha salido muy bueno» tiene los días contados- y los coches de ocasión con «múltiples manos».
Seis millones de coches deberían ir al desguace en Europa y no van
La idea de Europa es evitar que los coches que ya han agotado su vida no terminen en desguaces externos al territorio de la UE y que los que deberían de ir a un desguace lo hagan y no tengan más oportunidades. Una solución con la que se pretende reforzar el concepto de economía circular que tanto se está prodigando en los últimos meses, y que no es más que el reciclaje de componentes como los plásticos, acero y aluminio para reducir las emisiones de carbono.
La UE ha calculado unos seis millones de coches que deberían ir al desguace al considerarse como residuos cada año, pero no todos lo hacen, acabando en otros países del entorno, al mismo tiempo que exige que los coches nuevos contengan, al menos, un 25 por ciento de plásticos reciclados. Sin embargo, esta propuesta ha enfadado, una vez más, a los fabricantes, al «echarles el muerto» de la responsabilidad de la eliminación de sus unidades a través de los servicios de inspección y de las nuevas plataformas de servicios digitales.
La UE quiere que las marcas determinen si un coche es de desguace o no
Es decir, la decisión de señalar si un vehículo es apto o no para seguir ejerciendo su labor correría a cargo del fabricante, examinando con más precisión entre lo que es un vehículo usado y los que se hallan al final de su vida comercial, especificando los que no no están en condiciones de circular. Los 27 países de la UE ya tienen tiempo para estudiar la propuesta y poner fecha de entrada en vigor, con ACEA en contra, especialmente en lo que se refiere a los coches eléctricos. Eso sí, la medida supondrá aumentar más el precio de los coches nuevos, menos de 40 euros, según la Comisión, lo cual ya sabemos que no será tan barato.