Ford patenta un sistema para eliminar el olor a nuevo de los modelos destinados a China
El olor a nuevo que desprenden los coches al abrir las puertas es considerado como un detalle más que se tiende a conservar el mayor tiempo posible, agradable para europeos y americanos, pero el extremo opuesto para los chinos. Ford ha patentado un sistema para eliminar el olor a nuevo de sus modelos vendidos en China mediante un "horneado", todavía en fase de estudio pero que llegará a producción.
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Publicado: 20/11/2018 19:00
Equipo nariz de Audi, especialistas en olores de materiales del interior para conseguir la esencia más agradable
Contentar a los clientes de las marcas es la misión de los fabricantes y que afecta a todos los aspectos de un coche, desde el motor, el comportamiento dinámico, el equipamiento, detalles decorativos, de personalización o soluciones prácticas. Incluso para los chinos, el espacio es casi lo más importante por delante de todos los aspectos citados.
Pero hay un factor nuevo que también es de suma importancia para este cliente y es el olor del interior. Mientras que para los europeos y los americanos, el olor que desprende un interior completamente nuevo es casi calificado como mágico, para el cliente chino es todo lo contrario, desagradable.
Un estudio de calidad de la consultora JD Power apunta que el olor a nuevo de los modelos vendidos en China es el problema número uno, con un nivel de importancia que duplica al segundo gran problema, el excesivo consumo de combustible. Un factor suficiente para desechar la compra de un modelo independientemente del rendimiento del motor o del nivel de seguridad que puedan ofrecer.
Interior del nuevo Ford Focus 2018
A sabiendas de este problema, Ford ha patentado una tecnología que elimina el olor a nuevo para sus vehículos vendidos en el mercado chino, todo con tal de contentar a los clientes del mercado de coches nuevos más grande del mundo, todavía en fase de estudio antes de llevarla a producción en el menor tiempo posible y que ya ha tenido un precedente en Lincoln, con la adopción de filtros de carbono activo capaces de eliminar cualquier olor.
El característico olor "a nuevo" que algunos tratan de mantener en la medida de lo posible proviene de los olores que desprenden los plásticos, materiales sintéticos, pieles e incluso pegamentos, dando como resultado un proceso llamado "desgasificación", una mezcla de compuestos orgánicos volátiles que se generan y acrecientan cuando el interior se somete a elevadas temperaturas, lo cual ha llegado a ser calificado como un "tanque de almacenamiento" de gases potencialmente dañinos.
Ford también cuenta con un grupo nariz, especialistas en olores
Lo inventó Audi en 2007, pero entonces era para ofrecer el mejor olor en los interiores de los modelos nuevos. En el caso de la marca americana, dispone de un equipo de casi una veintena de chinos -quién mejor si no para detectar los malos olores- dedicados a olfatear desde el volante hasta los interruptores para encontrar toda pieza y material que desprenda un olor desagradable.
La nueva patente de Ford es un proceso descrito como "horneado" en el que el vehículo se deja al sol con las ventanillas abiertas y el sistema de climatización encendido hasta que los plásticos y otros materiales hayan liberado todos sus gases, un proceso controlado mediante sensores de calidad del aire. Por ahora, la marca del óvalo azul ya ha realizado pruebas, pero apuntan que solo lo han hecho en unidades con función de conducción semi-autónoma y autónoma.
