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Los radares de ruidos se estrenan en Francia; adiós a los decibelios extras

Sinónimo de fuerza y potencia, hasta ahora el sonido de los escapes era una demostración de la imagen de las marcas. La Unión Europea obliga a instalar sistemas que hagan disminuir los decibelios a límites soportables y no molestos, para lo cual vigilará que se cumple la normativa con los primeros radares de sonidos.

Los radares de ruidos se estrenan en Francia; adiós a los decibelios extras
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3 min. lectura

Publicado: 09/09/2019 17:00

No te sorprendas si las policías de tráfico de otros países de la zona Euro te paran y sancionan por superar los límites permitidos en la emisión sonora de los escapes. Los sistemas deportivos, hasta ahora, eran un indicativo del potencial que escondían bajo el capó del motor, toda una imagen de fuerza que también ha llegado a su fin.

La Unión Europea obliga a los fabricantes a bajar las decibelios de los sistemas de escape, por lo que algunos están trasladando ese sonido más especial al interior en lugar de para los viandantes. Y los países tienen la potestad de vigilar el cumplimiento de la nueva normativa, engordando de paso las arcas de estado, gracias a un nuevo radar de ruido que enviará la multa directamente al conductor.

Un "radar de ruido", un dispositivo que puede medir y localizar con precisión los sonidos de un vehículo en movimiento, así como registrar matrícula, instalado en Francia / Foto: REUTERS / Charles Platiau

De hecho, la gendarmería de París ya está probando el nuevo dispositivo que puedes ver más arriba. Está compuesto de cuatro micrófonos para capturar el sonido y un sistema de triangulación CCTV para identificar el vehículo que excede los protocolos permitidos. Por ahora, es un sistema que se encuentra en fase de pruebas y que se extenderán durante dos años más.

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Al menos hasta que el gobierno de Francia determine el nivel de ruido por encima del cual se impondrán restricciones, lo cual se espera para los próximos meses. Lo cierto es que uno de los grandes problemas se halla en la dificultad de parar y sancionar un vehículo determinado que supera el límite permitido de ruido en el acto, teniendo en cuenta que el sistema capta decenas de vehículos.

Bruitparif es una organización ambiental sin ánimo de lucro que monitoriza el ruido ambiental en la ciudad de París; sus responsables estiman que el ruido es uno de lo grandes males de este siglo, por lo que trabajan en un nuevo medidor capaz de medir a cientos de vehículos en apenas décimas de segundo y representando una serie de puntos de colores por detrás de la fuente del sonido, lo que hará mucho más fácil "cazar" al infractor.

Fuente: Autorevue.cz

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