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Jiotto Caspita, el deportivo japonés que pudo ser y no fue

El Jiotto Caspita nace con la idea de fabricar un auténtico carreras/cliente. Montaba un motor directamente heredado de la Fórmula1 que debido a las restricciones para circular rendía 577Cv. La historia acabó como la de otros muchos fabricantes de superdeportivos.

3 min. lectura

Publicado: 03/02/2017 20:00

Aún hoy su silueta sigue resultando actual

El coche que nos ocupa hoy fue un contemporáneo del Cizeta, y como este, fue también víctima de la recesión. Este proyecto fue impulsado por la empresa japonesa Dome, el primer constructor de coches de competición japonés. Era un proyecto muy ambicioso e incluía un 12 cilindros bóxer que Subaru encargó a Motori Moderni y era derivado del que se usaba en F1. Posteriormente se pasó a utilizar un V10 de Judd.

El diseñador del coche fue Kunihisa Ito, vicepresidente de la compañía de diseño Jiotto Design Incorporated. La idea de este proyecto era desarrollar un coche de competición con homologación para circular por la calle y poder transformar el coche en muy poco tiempo y con pocos costes en un Fórmula C.

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Montaba una suspensión dinámica desarrollada expresamente para este modelo que podía variar la altura al suelo entre 7 y 13 centímetros. Disponía además de un alerón trasero variable electrónicamente que le garantizaba la adherencia al suelo.

Su aspecto sigue recordando al de algunos Mclaren

El motor era un Judd derivado directamente de la Fórmula 1 que rendía 577Cv

El proyecto inicial contaba con un motor 12 cilindros bóxer encargado por Subaru a Motori Morini ,en principio este motor rendía 620Cv, pero vio reducida su potencia hasta los 450Cv debido a las homologaciones. La solución se encontró sustituyendo este motor por un Judd V10 que rendía 577Cv. Montaba un cambio de 6 velocidades y tracción trasera. Con un peso de 1100kg, alcanzaba 320 km/h y aceleraba de 0 a 100km/h en 4,7 segundos, unas muy buenas cifras para la época.

La verdad es que el coche no ha envejecido demasiado y se sigue viendo con bastante buen aspecto, recordando de alguna manera a la silueta de algunos Mclaren. El coche tuvo su debut en el Salón Internacional del Automóvil de Tokio en 1989, la previsión de la marca era la construcción de 6 vehículos anuales.

Como otras muchas historias de nuevos fabricantes y prototipos espectaculares, todo terminó con unos cuantos prototipos fabricados y ninguna venta real. El proyecto fue cancelado en 1993 debido a la falta de demanda y a la recesión que afectaba a medio mundo.

Contaba con un alerón trasero variable

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