Nueva crisis en la industria del automóvil. Ahora es el conflicto del Mar Rojo el que golpea a los fabricantes
El Mar Rojo es una de las zonas con mayor tránsito marítimo del mundo, lo que le convierte en vital para el comercio internacional. Los ataques y bombardeos de las últimas semanas ya han comenzado a dejarse notar en la industria automotriz.
Desde que comenzara la pandemia de COVID en 2020, la industria del automóvil ha ido encadenando diferentes crisis que la han dejado muy maltrecha.
A la ya de por sí compleja transición al coche eléctrico hubo que sumarle la crisis de los microchips provocada por la mencionada crisis sanitaria, además de la evidente bajada en las ventas.
Más adelante, llegó la invasión rusa a Ucrania, que generó un notable aumento de la inflación y potenció la crisis energética. Ahora, mientras el mundo del automóvil se ha convertido en uno más de los escenarios de la lucha entre Europa, Estados Unidos y China a nivel financiero y comercial, llega el conflicto del Mar Rojo.
«Los tiempos de transporte considerablemente más largos están creando una brecha en las cadenas de suministro»
Qué está ocurriendo en el Mar Rojo
El Mar Rojo se sitúa entre África y Asia, junto a Egipto, Sudán, Eritrea, Yibuti, Israel, Jordania, Arabia Saudí y Yemen. Al norte del Mar Rojo se encuentra el Canal de Suez, un canal artificial navegable que conecta el Mar Mediterráneo con el Golfo de Suez, situado en el Mar Rojo.
Por tanto, el Mar Rojo es la ruta elegida por una ingente cantidad de barcos para viajar desde Asia y África a Europa -y viceversa- sin tener que navegar por el Atlántico Sur y el Índico Sur, reduciendo notablemente la distancia.
En los últimos meses, las milicias hutíes han comenzado una serie de ataques a los barcos mercantes que cruzan el Mar Rojo en protesta por el conflicto entre Israel y Gaza. Esto ha tenido respuesta por parte de una coalición internacional liderada por Estados Unidos (y en la que no se encuentra España). Dicha respuesta incluye bombardeos que han intensificado el conflicto.
A consecuencia de todo ello, el tráfico de mercancías se ha reducido a la mitad y las grandes compañías navieras han tenido que desviar sus buques hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. Esto, obviamente, ralentiza (hasta 15 días) y encarece (2.200 euros por contenedor) el suministro de mercancías a Europa, algo que se ha hecho notar en la industria automotriz.
Cómo está afectando el conflicto del Mar Rojo a los fabricantes de automóviles
Son varias las marcas que han comunicado ya algunas de las consecuencias del conflicto del Mar Rojo. Tesla, el mayor fabricante mundial de coches eléctricos, se ha visto obligado a suspender la mayor parte de su producción en la gigafactoría de Berlín para hacer frente al bloqueo logístico.
«Los conflictos armados en el mar Rojo y los cambios asociados en las rutas de transporte entre Europa y Asia, a través del cabo de Buena Esperanza, están teniendo un impacto en la producción en la fábrica berlinesa», informa la marca en un comunicado. «Los tiempos de transporte considerablemente más largos están creando una brecha en las cadenas de suministro».
Michelin también ha anunciado un parón en sus plantas españolas por falta de caucho, mientras Geely ha hecho lo mismo en su planta de Gante (Francia) por escasez de cajas de cambios.
Aunque Volkswagen y Stellantis no han comunicado paros en la producción, diversas informaciones señalan que estos podrían llegar en los próximos días. Quienes aseguran no tener problema alguno son BMW y Renault. Al menos de momento.
Según Bloomberg, el 70 % de los componentes utilizados por las compañías europeas proviene de Asia, un transporte que en este momento se calcula que sale alrededor de 1,5 millones de euros más caro sólo en combustible para cada viaje de ida y vuelta.
Habrá que ver cuánto tiempo dura el conflicto del Mar Rojo, pero lo que parece claro es que su efecto en el encarecimiento de los automóviles va a ser inevitable. Y eso, en un mercado actualmente muy afectado por la inflación, resulta preocupante.