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Los Porsche eléctricos eliminarán las emisiones de frenos de la Euro 7 con unos sofisticados frenos

Uno de los grandes problemas de los coches eléctricos es el elevado peso del conjunto por el añadido de las baterías, lo cual obliga a reforzar los frenos, especialmente en los deportivos. Porsche trabaja en un nuevo sistema de frenado para sus futuros eléctricos, con una mayor distribución de la fuerza de frenado pero sin perdonar la recuperación de energía.

Los Porsche eléctricos eliminarán las emisiones de frenos de la Euro 7 con unos sofisticados frenos
Los frenos de los eléctricos de Porsche eliminarán las partículas - Porsche

5 min. lectura

Publicado: 04/02/2023 16:00

El elevado peso de los coches eléctricos es un problema más a nivel de chasis que de dinámica de conducción, el gran par motor que sus motores eléctricos ejercen se traslada de inmediato gracias a una transmisión de una velocidad. Pero el problema del extra de peso por la batería tiene un efecto más negativo, tanto para las suspensiones como los frenos. Dos componentes que se han de reforzar más que en un modelo de combustión, especialmente éstos últimos que son claves para detener por completo el vehículo.

Mientras que la gran mayoría de fabricantes de coches eléctricos apuestan por hacer más grandes los frenos, Porsche apuesta por todo lo contrario. El Taycan es un claro ejemplo, pues cuenta con un sistema que, al pisar el pedal del freno, los motores eléctricos cambian al modo de generación de energía, por lo que no mueven las ruedas, pero sí frenan y regeneran la energía cinética transformándola en electricidad que se almacena en la batería. Un sistema que, en Taycan Turbo S, puede generar hasta 290 kW y aumentar la autonomía un 30 por ciento.

Porsche Taycan frenos
La hipérbole muestra la fuerza de frenado constante en la interacción de los frenos hidráulicos y eléctricos

Porsche apuesta por un frenado eléctrico sin un solo pedal

Es posible gracias a un doble sistema, hidráulico y generador, pero el primero solamente actúa a una velocidad tan baja como de 5 km/h, cuando los motores eléctricos apenas están girando por lo que rara vez se utiliza. El desafío en el que trabaja Porsche es combinar el frenado regenerativo y el hidráulico sin que el conductor sienta la transición. Y es que el par de frenado que generan los motores eléctricos es invariable, lo contrario que el hidráulico, por lo que siente el conductor como una sacudida.

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El fin principal es eliminar este efecto, y para ello los técnicos de Porsche apuestan por dos algoritmos funcionando al unísono, uno que analiza la conducción permanentemente para distribuir la fuerza de frenado entre los ejes, y el segundo para precisar la cantidad justa de par de frenado que enviar a cada eje. Sin embargo, para Porsche lo ideal sería un solo algoritmo tan potente que realice esta doble función.

La norma Euro 7, objetivo de los nuevos frenos eléctricos de Porsche

La firma alemana ya ha dejado claro que sus eléctricos no contarán con un solo pedal, como otros modelos del mercado. No consideran esta solución como la más ideal ni para el frenado ni para la recuperación de energía. Los expertos de Porsche han probado el principio técnico de un solo pedal, detectando que primero recupera energía y después la regenera en electricidad, duplicando las pérdidas de energía.

Un importante avance que demuestra la tecnología de Porsche, pero que tiene un importante trasfondo por detrás. Y es que la futura norma de emisiones Euro 7, que se estrenará en 2026, afectará a los coches eléctricos en materia de emisiones de frenos. La marca alemana quiere evitar a toda costa el nivel más mínimo de partículas, por lo que este sistema de frenado permitirá reducir al máximo el desgaste de las pastillas de frenos utilizadas por el sistema hidráulico, manteniendo más limpios los discos.

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