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Renault y Nissan crearán un eléctrico al gusto de China

La alianza Renault Nissan lidera con claridad el mercado de coches eléctricos en el mundo, especialmente con el Nissan Leaf. No sucede así en China, donde las marcas locales, con productos más baratos y de peor calidad, estan quitándoles ventas. El problema es el precio.

5 min. lectura

Publicado: 05/02/2016 09:00

El pasado lunes se fundó en Wuhan (China) la primera fábrica de Renault en ese país. En dicha fábrica se montará el Fluence ZE, partiendo de kits ensamblados en Corea del Sur por Samsung. Saldrá al mercado con una marca nueva, debido a las condiciones del acuerdo con Dongfeng.

De ese modelo se esperan vender unos pocos miles, ya que no podrá ofrecerse a precio muy bajo

Ahora mismo existe en el país el Venucia e30, un Leaf remarcado, para atender al mercado chino. Apenas vendieron 1.273 unidades el año pasado, sigue siendo muy caro. Se lanzó al mercado por 267.800 yuanes (36.412,87 euros al cambio), ahora vale 242.800 yuanes (33.013,61 euros) y la situación no ha cambiado mucho.

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Carlos Ghosn, CEO de la Alianza, contó a los periodistas reunidos en la inauguración que el problema se solucionaría con un coche muy barato. Habría que recurrir la filosofía Datsun, coches esenciales para mercados emergentes, ya que los chinos solo compran coches eléctricos debido a las subvenciones, o cuando son modelos muy baratos de marcas locales.

Renault Fluence ZE, pensado inicialmente para Europa, pero ya fue descatalogado

El precio habitual de los eléctricos má vendidos en China es de 30.000 a 50.000 yuanes. Así es imposible competir con productos como e30 (Leaf) y Fluence ZE. Esos coches se diseñaron con estándares de países desarrollados occidentales, no con estándares de coches de "juguete".

El Gobierno de China quiere en sus carreteras cinco millones de vehículos alternativos para 2020. Según China Daily, ya hay 379.000 híbridos enchufables y eléctricos circulando por el país. Siguen siendo muy pocos en uno de los países más contaminados del mundo, y donde algunas ciudades sufren episodios habituales de polución a niveles muy peligrosos para la salud.

Aunque Renault y Nissan consigan poner en la calle un coche muy barato, las autoridades tienen que poner más de su parte. No basta con subvenciones y alguna facilidad suelta. Deben adoptar el modelo de los países del norte de Europa, medidas más radicales. En esos países quien no tiene un coche enchufable tiene varias limitaciones y que pagar muchos impuestos.

Los coches eléctricos tienen un sobrecoste respecto a los de combustión interna porque tienen componentes que son bastante caros, como las baterías y los sistemas electrónicos de gestión de carga. Son, naturalmente, más caros, pero eso se puede compensar con el bajo precio de la energía eléctrica (y a que consumen menos energía en general), máxime si pueden circular en episodios de alta contaminación.

En Europa, donde ya vamos por delante en ese sentido, los coches eléctricos tienen la máxima libertad de movimientos incluso en las ciudades más restrictivas. A fin de cuentas, por donde circulan la contaminación local es cero. En Europa las ventas de eléctricos destacan en países donde no es que haya subvenciones, es que hay pegas de uso para los coches convencionales.

Si dependemos solo del cliente final y de su voluntad, tenemos que hablar de clientes con un poder adquisitivo superior a la media. Es el caso de Estados Unidos o Japón, donde hay más gente dispuesta a comprar coches eléctricos de precio superior a los convencionales. La economía china está frenando, por lo que es comprensible que las autoridades tengan miedo a aplicar filosofía europea. El desarrollo ahora es más importante que el derecho a respirar.

Fuente: Automotive News

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