Vehículos de emergencia prioritarios y no prioritarios en la carretera: cuáles son y cómo cederles el paso

Seguro que en algún momento te has cruzado con un vehículo de emergencias en la carretera con las luces y la sirena activadas. Saber cómo reaccionaren ese momento resulta vital no solo para la seguridad de todos, sino para que estos vehículos puedan cumplir con su cometido y también para evitar posibles multas.

La dificultad aumenta cuando nos encontramos con este tipo de vehículos en intersecciones o en puntos conflictivos: en cruces, rotondas, atascos o directamente con el vehículo detenido en el lugar de un incidente.

Pero antes de recordar estos detalles tan importantes, debemos conocer que existen dos tipos de vehículos de emergencia. Cada uno de ellos cuenta con unas normas de circulación especiales que debemos conocer de antemano.

Vehículos de emergencia: diferencias

Vehículos de emergencia prioritarios

Los vehículos de emergencia prioritarios, como te puedes imaginar, son los que tienen la tarea de prestar servicios y atender urgencias: estos deberán llegar a destino lo antes posible, ya bien sea para atender a víctimas de accidentes o cualquier tipo de emergencia sanitaria, apagar fuegos, servir de apoyo a otras unidades, etc.

Vehículos de servicios policiales, bomberos, asistencia sanitaria pública y privada (ambulancias), protección civil y salvamento son los vehículos de emergencia prioritarios, que cuando están en servicio deben alertar al resto de vehículos mediante el uso de luces y señales acústicas.

Según el Reglamento de Conductores, este tipo de vehículo SIEMPRE «tendrán prioridad de paso sobre los demás vehículos y otros usuarios de la vía cuando se hallen en servicio de urgencia».

Los conductores de estos vehículos tienen permitido «circular por encima de los límites de velocidad y estarán exentos de cumplir otras normas o señales», como por ejemplo entrar en direcciones prohibidas o estacionar en puntos donde les resulte más sencillo prestar su servicio. Eso sí, en caso de accidente, ellos deberán atenerse a su responsabilidad.

Como norma general, los conductores deberemos colaborar siempre. Tendremos que movernos hacia un lado (generalmente hacia el arcén de la derecha) para dejar paso a los vehículos prioritarios, deberemos reducir nuestra velocidad e incluso detenernos si fuese necesario.

Vehículos de emergencia no prioritarios

Por otro lado, están los vehículos de emergencia no prioritarios. Aquí incluimos a cualquiera que, por circunstancias especiales, tenga que actuar como un vehículo de urgencias: llevar al hospital a un enfermo grave, a una mujer que esté de parto, etc.

A diferencia de los primeros, estos conductores deben respetar todas las normas de circulación, sobre todo las que tienen que ver con los límites de velocidad y las prioridades de paso.

El conductor deberá alertar de la emergencia realizando señales acústicas, activando las luces de emergencia o, en su defecto, sacar un pañuelo blanco por la ventanilla. De esta forma, avisaremos al resto de conductores para que, de alguna forma, nos puedan ayudar durante nuestro trayecto de emergencia.

Cómo reaccionar ante un vehículo de emergencias

Ante un vehículo de emergencias prioritario, nosotros como conductores estamos obligados a colaborar. Deberemos mantener inicialmente nuestra trayectoria, controlar los nervios y tener muy claro qué hacer… y qué no hacer.

Primero, importante, es saber de dónde viene el vehículo de emergencias: mira hacia delante y por los espejos para localizarlo. Después, como decíamos, estás obligado a colaborar sin causar riesgo a otros usuarios: «adopta las medidas necesarias para facilitarle el paso, apartándose o deteniéndose si fuera preciso», nos recuerda la DGT.

Lo mejor es que aminores progresivamente la velocidad, sin frenazos bruscos. Observa, señaliza y muévete hacia un lado si es posible; en caso de no poder apartarse, mantén la calma y «no hagas maniobras sorpresivas». Llegado el caso, obedece las instrucciones del personal de emergencia.

Hay cuatro puntos conflictivos donde podemos encontrarnos un vehículo de emergencias. Estas son las recomendaciones de la DGT en:

• Cruces: En el caso de que un conductor escuche las sirenas dentro de una intersección, observa alrededor y mantente alerta. No te quedes detenido dentro de la intersección, ya que podrías provocar un accidente por alcance. Continúa la marcha, reduciendo la velocidad e intentando dejar paso libre.
• Rotondas: Si te pilla un vehículo de emergencias dentro de una rotonda y este entra por el carril exterior, deberás cederle el paso sin cortar su trayectoria. Acuérdate siempre de señalizar y salir siempre de la glorieta desde el carril exterior.
• Detenciones: Si te encuentras con un vehículo de emergencias detenidos mientras atienden un accidente, recuerda que disminuir la velocidad o detenerse a curiosear puede causar más situaciones de peligro, retenciones o alcances (el famoso efecto mirón). En este caso, mantente alerta y sepárate todo lo posible del personal de emergencias que esté en la calzada.
• Atascos: Si te encuentras en un atasco de varios carriles y se acerca por detrás, por ejemplo, una ambulancia, deberás abrirte a un lado para habilitar un carril central. No cruces por delante del vehículo de emergencias y, por respeto y seguridad, no le sigas detrás, ya que puedes provocar un accidente por alcance si este tiene que frenar.

Fotos: DGT / Ayuntamiento de Madrid