De calor veraniego a frío polar, no olvides comprobar esto en tu coche antes del fin de semana

Tras un septiembre abrasador con más de 36 °C en algunas zonas, el otoño irrumpe en España con lluvias y un desplome térmico de más de 20 °C en varias localidades. Antes de que el frío y la humedad sorprendan, conviene revisar a fondo el coche para evitar averías.

De calor veraniego a frío polar, no olvides comprobar esto en tu coche antes del fin de semana
Llegan las lluvias y el frío, así que no olvides comprobar estos puntos clave en tu vehículo.

7 min. lectura

Publicado: 18/09/2025 19:00

El calendario dice que el verano se acaba, pero los termómetros parecen no haberse enterado. Esta semana muchas ciudades españolas rondan los 36 °C, mientras la previsión anuncia un brusco descenso de hasta 15 °C en solamente unos días, acompañado de lluvias intensas en el norte y centro peninsular.

Este contraste extremo pone a prueba a los automóviles que han pasado todo el verano bajo un sol implacable. Una revisión preventiva puede marcar la diferencia entre un trayecto seguro y una avería o, aún peor, un accidente.

Recuerda que el aire acondicionado no solamente refresca: es clave para desempañar

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Neumáticos: del asfalto abrasador al piso mojado

El caucho sufre en silencio. Tras semanas de calor extremo, la goma se reseca y aparecen microfisuras casi invisibles. Con la llegada de la lluvia, esas fisuras reducen la adherencia y favorecen el aquaplaning. Tres cosas que debes comprobar sí o sí son:

  • Presión en frío: el calor dilata el aire; al bajar la temperatura, la presión puede descender hasta 0,3 bar. Comprueba la presión de los neumáticos y ten en cuenta que, si lo haces con los neumáticos calientes (por ejemplo, tras un trayecto en una estación de servicio), debes agregar 0,2 o 0,3 bares a la presión recomendada por el fabricante.
  • Profundidad del dibujo: el mínimo legal es 1,6 mm, pero para lluvia intensa se recomiendan más de 3 mm. La diferencia puede suponer hasta 10 metros menos de frenada.
  • Desgaste irregular: si no has comprobado la presión con regularidad, el subinflado puede haber desgastado los neumáticos por los laterales de la banda de rodadura. Igualmente, unos amortiguadores en mal estado pueden haberlo deformado o un bordillazo dañar el flanco. Comprueba todo ello y cambialos si es necesario. Todo ello afecta al agarre, especialmente en mojado o aumentar el riesgo de reventón.

Frenos: cuando la humedad complica la frenada

Las altas temperaturas del verano pueden deformar los discos, especialmente si has descendido puertos con el coche cargado. Si al frenar notas vibración en el pedal o en el volante, acude al taller.

Por su parte, el líquido de frenos absorbe humedad con el tiempo, reduciendo su punto de ebullición. Si tiene más de dos años, cámbialo antes de las primeras lluvias.

Batería: víctima de calor y frío

El calor del verano acelera la evaporación del electrolito, y el frío que ya llega es el golpe de gracia. Una batería al 50 % de capacidad puede arrancar hoy, pero no cuando amanezca a 8 °C.

Haz un chequeo rápido midiendo el voltaje en reposo; debe superar 12,4 V. Con menos de eso, ve pensando en recambio. Además, mantén los bornes limpios, eliminando el sulfato con bicarbonato y un cepillo metálico.

Líquidos vitales: refrigerante y aceite

Muchos conductores rellenan solamente con agua en verano. Grave error, ya que además de evitar problemas como la corrosión, el líquido refrigerante-anticongelante ofrece protección al menos hasta –20 °C. Comprueba nivel y color: si está marrón, toca cambio.

En cuanto al aceite del motor, los largos viajes a 40 °C aceleran su degradación. Revisa nivel y aspecto, aunque no haya llegado el kilometraje del mantenimiento.

El buen estado del parabrisas y las escobillas es vital en otoño.

Escobillas y parabrisas: examen de las primeras lluvias

El sol endurece la goma de las escobillas y, cuando llegan las lluvias, este detalle puede convertirse en un problema. Si chirrían o dejan vetas, cámbialas antes de la primera tormenta y comprueba que tienes líquido limpiaparabrisas para limpiar el mismo en caso de circular detrás de camiones u otros vehículos que proyecten barro sobre tu coche.

Aprovecha para inspeccionar el parabrisas: una pequeña picadura puede convertirse en grieta con los cambios de temperatura.

Luces: anochece antes, se ve menos

Septiembre trae días más cortos y lluvias que multiplican los reflejos. Comprueba todas las bombillas y regula la altura de los faros. Una limpieza de tulipas opacas mejora la visibilidad y evita deslumbrar.

Los días son cada vez más cortos, por lo que haremos muchos más kilómetros de noche - Freepik

Otros detalles a tener en cuenta

Recuerda que el aire acondicionado no solamente refresca: es clave para desempañar. Así que, si por la razón que sea no funciona correctamente y no lo has solventado en verano, no lo dejes más porque te va a hacer falta.

Ten en cuenta también que las primeras lluvias arrastran polvo sahariano acumulado durante el verano y que este es altamente corrosivo. Un lavado a presión en bajos y pasos de rueda elimina restos y protege la chapa.

Finalmente, no olvides llevar encima el chaleco reflectante, la baliza V16 con batería cargada, linterna, guantes y un pequeño rascador de hielo si viajas a zonas de montaña. En el norte ya se prevén mínimas de un solo dígito en algunas áreas.

Un repaso de media hora en el garaje o una visita rápida al taller puede ahorrarte una grúa mañana. El salto de 36 °C a lluvia y frío no solamente sorprende a los meteorólogos: también a tu coche.

Este artículo trata sobre...

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