Alonso tira piedras contra el tejado de Aston Martin, y no tiene mucho sentido
En las últimas semanas, Fernando Alonso ha sido bastante crítico con Aston Martin y su mediocre rendimiento en esta segunda mitad de la temporada. Algo que, teniendo en cuenta el contexto del campeonato, no parece tener demasiado sentido.

«Teníamos el peor coche y no pasó nada», «con el noveno coche hemos sumado dos puntos», «la próxima vez vendremos con un coche diseñado por Adrian Newey, esperemos no ser tan lentos», «no puedo ser del todo sincero… Pero todos mejoran bastante». Son solamente algunas de las frases que Fernando Alonso ha pronunciado en las últimas semanas para referirse al rendimiento de Aston Martin.
Es un hecho que el equipo de Silverstone está completando una temporada nefasta, en la que solamente vimos destellos de recuperación durante la parte central de la misma. Algo que ha acabado frustrando a Fernando Alonso de un modo que hacía mucho tiempo que no veíamos en él. Pero, ¿realmente está justificado?
«El demonio competitivo de Fernando Alonso está volviendo a ganarle la partida a su razón»
El contexto de la temporada
Si nos fijamos exclusivamente en el campeonato 2025, Fernando Alonso tiene motivos más que suficientes para quejarse y mostrar su malestar. Sin embargo, el contexto lo es todo y explica muchas cosas.
Como seguro que ya sabes, la Fórmula 1 estrena en 2026 un nuevo reglamento técnico, y eso ha hecho que, una vez llegados a determinado punto de la temporada, todos los equipos prioricen el nuevo monoplaza para asegurarse de que comienzan la nueva etapa bien posicionados.
La historia así lo cuenta: es ventajoso ser competitivo el primer año para no arrastrar un déficit que penalice durante el resto de dicho periodo. Una desventaja que siempre costará recuperar. Y esta, además, obliga a empezar de cero en todos los aspectos (aerodinámica, motor, neumáticos, etc), por lo que es vital aprovecharla.

Aston Martin fue uno de los primeros equipos en priorizar el desarrollo del coche de 2026. De hecho, Adrian Newey no ha querido involucrarse en ningún momento en el proyecto del AMR25 para no distraerse de su principal objetivo: ser un equipo puntero el año que viene. El único, en realidad.
Por tanto, no es de extrañar que Aston Martin se haya estancado con un monoplaza que nació fallido y al que costaría muchos recursos, tiempo y dinero enderezar medianamente. Y, en un contexto de límite presupuestario, eso se traduce en restarle al AMR26 para dárselo al AMR25.
Alonso, más competitivo que razonable
No vamos a descubrir a Fernando Alonso a estas alturas: a sus 44 años, solamente se aguanta en la Fórmula 1 con una sed insaciable de competición, con un compromiso inquebrantable y una pasión desmedida.
Y eso se traduce en querer mejorar a toda costa. En que no valga un 13º si el 12º estaba al alcance de la mano. En no puntuar cuando el top 10 estaba apenas a un par de segundos. Lo que pasa es que esas excepcionales cualidades están cegando al asturiano. Y eso, tratándose del piloto con más grandes premios en la historia de la Fórmula 1 y 22 temporadas a sus espaldas, llama mucho la atención.
Fernando Alonso sabe mejor que cualquiera de nosotros que Aston Martin abandonó hace ya meses el desarrollo del monoplaza actual. Y también sabe que todo se ha hecho pensando en 2026. Pero, por alguna razón, olvida todo eso cuando se baja del coche y, en caliente, deja a su equipo en mal lugar con frases incluso hirientes como «la próxima vez vendremos con un coche diseñado por Adrian Newey, esperemos no ser tan lentos».
Este tipo de ataques a la moral y el honor de sus también compañeros de equipo —intencionados o no— ayudan muy poco al equipo y al propio Fernando Alonso. Añaden una presión innecesaria y quizá resquebrajen la confianza entre ambas partes. ¿Y todo para qué, en una temporada que todos sabemos que no reflejará la valía real del ‘nuevo’ Aston Martin de Newey y Cardile?
O algo grave está pasando a nivel interno, o el demonio competitivo de Fernando Alonso está volviendo a ganarle la partida a su razón. En cualquier caso, no juzguen a Aston Martin por lo que están viendo ahora, el curso que de verdad importa llega en menos de tres meses.
Fotos: Aston Martin F1
