Los inversores privados ignoran a Europa y se lanzan al petróleo con 26.000 millones de euros
Un informe desvela que más de 26.000 millones de euros están ya listos para ser invertidos en el sector petrolero. Este proviene de capital privado, que ve en él rentabilidad y oportunidades. Mientras, Europa apuesta todo al verde.

Europa quiere apostarlo todo al verde, tanto en el ámbito energético como en el sector del transporte. Sin embargo, las empresas tienen como objetivo principal rentabilizar sus inversiones y, en este aspecto, el petróleo tiene aún mucho que decir.
Así lo demuestra un informe de Houlihan Lokey, que ha analizado el mercado energético global. Este ha revelado que la inversión privada en el sector energético tradicional, el de los combustibles fósiles, está muy lejos de languidecer.
Según los datos aportados por dicho informe, más de 30.000 millones de dólares (unos 26.000 millones de euros) están listos para ser invertidos en el petróleo, impulsando nuevamente un sector que sigue aportando rentabilidad y oportunidades de consolidación.
De hecho, durante el primer trimestre de 2025, el mercado experimentó un repunte considerable en lo que a fusiones, adquisiciones y desarrollo de activos respecta. Esto propició que el mercado energético volviera a niveles prepandemia, superando los 23.000 millones de dólares de valor agregado y elevando el volumen transaccional en un 75 % respecto al último trimestre de 2024. Un aspecto en el que Estados Unidos ha tenido un importante papel a desempeñar.
Vuelve el interés por el petróleo: el dinero privado no lo da por muerto
Después de años de grandes fusiones entre compañías del sector energético, muchos fondos de inversión privados están encontrando oportunidades para comprar instalaciones que ya están en funcionamiento y que prometen buenos beneficios a corto plazo. Pero, ¿por qué ahora?
Estos inversores están centrando su atención en proyectos que ya han demostrado ser rentables, lo que ha disparado el interés y los precios en las subastas de este tipo de activos. Pero el movimiento no queda limitado únicamente a la extracción de petróleo o gas: también ha crecido la inversión en infraestructuras como oleoductos y almacenes de hidrocarburos.
Todo esto ocurre pese a la situación económica global, que no es precisamente sencilla. Aun así, hay quien sigue apostando fuerte, especialmente en sectores como el del gas natural licuado, que se beneficia del aumento de la demanda en Asia y de nuevas instalaciones en países como Estados Unidos o Canadá.
En cuanto a la bolsa, también hubo cierto entusiasmo por las empresas del sector energético, con algunas salidas a bolsa que funcionaron bien. Sin embargo, hacia el final del trimestre este impulso se frenó, en parte por la volatilidad en los precios del petróleo y el temor a nuevas tensiones comerciales entre grandes potencias. Una incertidumbre que ha propiciado que resulte más complicado saber cuánto valen realmente estos activos.

¿Un paso atrás de las energías verdes?
Con el objetivo de seguir invirtiendo en petróleo y gas, algunos grandes fondos de inversión han reunido más de 30.000 millones de dólares. Pero este dinero no busca únicamente comprar más, sino también reforzar el papel de los actores principales en el nuevo panorama energético mundial.
Esta situación podría interpretarse como un paso atrás en la transición hacia energías más limpias. En cambio, el informe de Houlihan Lokey lo ve más bien como una estrategia a dos bandas: aprovechar los beneficios de los hidrocarburos para seguir apostando por proyectos con menor impacto ambiental, como es el caso de las tecnologías de captura de carbono o el gas natural, que emite menos CO₂ que otros combustibles fósiles.
El camino a seguir está claro y ya ha sido marcado: la energía renovable en sus diferentes ramas. Pero el mercado parece enviarle un mensaje muy claro a Europa: «Alto ahí, no tengas tanta prisa».
Fuente: El Periódico de la EnergíaFotos: Freepik