Motor.es

Por qué el BYD Seagull cambiará el mercado del coche eléctrico para siempre

Aunque aún no ha llegado a Europa, el nuevo utilitario eléctrico del gigante chino es ya extremadamente popular por suponer un punto de inflexión en el mercado de los vehículos cero emisiones. Incluso, hay quien cree que cambiará las cosas para siempre.

Por qué el BYD Seagull cambiará el mercado del coche eléctrico para siempre
El nuevo BYD Seagull va a revolucionar el mercado.

8 min. lectura

Publicado: 03/05/2023 12:30

El pasado 18 de abril se presentó oficialmente el nuevo BYD Seagull, un utilitario eléctrico de 3,78 metros de longitud con una buena dosis de tecnología, alrededor de 350 kilómetros de autonomía, potencias que parten en los 55 kW (75 CV) y carga rápida.

Mientras, en Europa triunfa el Dacia Spring, un vehículo de 3,74 metros de longitud, 33 kW (45 CV) de potencia, poco más de 200 kilómetros de autonomía y, como es norma en la marca rumana, austeridad y equipamiento justo como principal argumento para rebajar costes.

El principal escollo que el coche eléctrico debe salvar es el precio, no la autonomía o la infraestructura de carga

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Con estos datos, podríamos deducir que el europeo es más barato que el chino con cierto margen, pero la realidad es muy distinta.

Mientras el Dacia se vende en España a partir de 21.765 euros, el BYD se ha comenzado a comercializar en China desde los 9693 euros. Sí, evidentemente el precio para Europa, cuando llegue probablemente en 2024, será superior al de su país de origen, pero no lo suficiente como para que su efecto revitalizante se desvanezca.

Un mercado que necesita poner los pies en el suelo

Desde su impulso durante la segunda década del siglo XXI, el coche eléctrico se ha consolidado en el mercado a través de los segmentos premium, que desde el principio han asumido bien el sobrecoste asociado a una tecnología de nicho, en desarrollo y que basa su éxito en un elemento extremadamente caro: las baterías.

Y, si bien el paso de los años ha permitido reducir costes de manera considerable, la carrera del coche eléctrico hacia la base del mercado automotriz aún está inacabada.

MG está teniendo un impacto considerable en el mercado de vehículos, incluidos los eléctricos. Y BYD promete llevarlo a un nuevo nivel de precios.

Un gran ejemplo de todo ello es el camino recorrido por Tesla durante todos estos años. Su primer modelo comercializado, el Roadster, costaba más de 100.000 euros tras su lanzamiento en 2008. Y su modelo más exitoso, el Model 3, llegó a España en 2019 con un precio base de 59.100 euros. Actualmente, puede comprarse nuevo por debajo de los 40.000 euros.

Cierto es que la bajada de precio ha sido espectacular, pero se trata de un coste aún inaccesible para una gran parte de potenciales compradores de vehículos. Y el hecho de que el coche eléctrico más barato que en este momento puede comprarse en España sea el ya mencionado Dacia Spring por no menos de 21.000 euros antes de descuentos y ayudas gubernamentales, escenifica a la perfección la realidad del coche eléctrico en el mercado.

Es más, si un potencial comprador quiere adquirir un coche eléctrico con un tamaño realista para una familia, la opción más barata es el MG4, un compacto de 4,28 metros por 30.690 euros sin descuentos ni ayudas. El primer SUV sería el MG ZS EV, a partir de los 33.690 euros en esas mismas condiciones.

El impacto del BYD Seagull en el mercado de los coches eléctricos

Los segmentos más caros y lujosos han permitido al coche eléctrico evolucionar y rentabilizar el desarrollo de una tecnología que necesitaba madurar antes de poder presentarse seriamente como principal alternativa de movilidad.

No en vano, los motores de combustión cuentan con más de un siglo de vida y su nivel de eficiencia y contención de costes es, de momento, imbatible. Pero, con más una década de intenso desarrollo y con el ultimátum de 2035 prácticamente a la vuelta de la esquina, el coche eléctrico debe comenzar a demostrar que, efectivamente, puede cumplir con las necesidades reales de la sociedad. Y eso se traduce en coches eléctricos baratos, pero prácticos, para todos.

El BYD Seagull debería llegar a Europa en 2024.

El BYD Seagull marca el inicio de ese camino, ya que si bien es un vehículo de pequeñas dimensiones para cuatro personas, eleva el nivel tecnológico y prestacional a un nivel superior en modelos de este tipo. Y, lo más importante, lo hace a precio de coche de gasolina.

China tiene la llave del éxito

Si ese cambio termina de darse en Europa, ya está claro a estas alturas que el catalizador va a ser China.

En el país oriental, actual dominador del mercado del coche eléctrico y asociados tan relevantes como el de las baterías, hace tiempo que completó esa transformación y ahora tiene la intención de exportarla al resto del mundo.

En China, el coche eléctrico se introdujo simultáneamente en los segmentos de lujo y en los de acceso, siendo actualmente el de los utilitarios 100 % eléctrico en cuanto a volumen de ventas. Esto, junto con los bajísimos precios, permite a cualquier tipo de usuario acceder a un coche eléctrico.

El BYD Seagull es pequeño, sí. Pero no le falta de nada.

No cabe duda de que el BYD Seagull es un gran ejemplo de ello, pero ni siquiera es el coche eléctrico más barato en China. Allí, actualmente es posible acceder a un vehículo cero emisiones de batería que no sea biplaza por cerca de 5000 euros.

Y no es algo exclusivo de China, pues en otros mercados emergentes como Indonesia, Tailandia e India, las políticas de incentivación del coche eléctrico han surgido efecto y las ventas se han disparado durante el primer trimestre de 2023. Por ejemplo, en Tailandia se vendieron en 2022 9600 vehículos de este tipo, por los 14.700 de los tres primeros meses del año actual.

No cabe duda de que el principal escollo que el coche eléctrico debe salvar es el precio, no la autonomía o la infraestructura de carga. Cuando este sea asequible para todos los compradores, su ascenso será imparable.

Y, en ese sentido, el BYD Seagull es, para muchos, el punto de inflexión que lo hará posible en Europa.

Pixel