Motor.es

China hará lo que sea para mantener su reinado en la industria del automóvil, y su última medida es un claro ejemplo

El país asiático sigue tomando medidas para consolidar su dominio en la industria automotriz. Su última estrategia, la exportación de knock-down kits, busca esquivar aranceles y proteger sus intereses mientras sus fabricantes se expanden globalmente.

China hará lo que sea para mantener su reinado en la industria del automóvil, y su última medida es un claro ejemplo
El Gobierno chino no está dispuesto a dar tregua alguna a sus competidores.

7 min. lectura

Publicado: 18/09/2024 17:22

China, actualmente líder en la industria automotriz global, está decidido a mantener su hegemonía en el sector, y su última estrategia lo deja muy claro.

Durante años, los fabricantes extranjeros que deseaban producir en China, debido a los altos aranceles, debían formar obligatoriamente asociaciones con empresas locales, como Volkswagen con FAW y SAIC o Peugeot-Citroën con Dongfeng.

Aunque esta política fue percibida como una manera de que las marcas chinas adquirieran conocimiento y tecnología de las empresas estadounidenses, europeas y japonesas, las compañías extranjeras aceptaron las condiciones para no perder acceso a un mercado tan lucrativo.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Este movimiento llega en un momento en que China está recibiendo críticas a nivel internacional debido a las subvenciones «injustas» del gobierno

Sin embargo, con el tiempo, los fabricantes chinos han adquirido suficiente experiencia, lo que ha llevado al gobierno a flexibilizar la norma que imponía estas asociaciones. Un ejemplo es Tesla, que fue la primera empresa extranjera en operar una planta en China, Giga Shanghái, sin necesidad de una joint venture local.

Pero los tiempos han cambiado: los fabricantes chinos ya no necesitan depender del conocimiento extranjero, y el mercado automotriz está dominado por vehículos eléctricos e híbridos enchufables, que representan más del 50 % de las ventas de turismos nuevos.

Esto ha afectado a las marcas tradicionales, que solían liderar con modelos más antiguos actualizados, y que ahora se enfrentan a una feroz competencia local en el mercado chino.

China recomienda los knock-down kits

Según Bloomberg, el Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) ha emitido una directriz que insta a los fabricantes de equipos originales (OEM) a exportar «knock-down kits» (kits desmontables) en lugar de fabricar vehículos completos en plantas ubicadas en el extranjero.

Esta medida busca optimizar la exportación de automóviles y reducir el impacto de los altos aranceles a los que se enfrentan los vehículos eléctricos chinos en mercados internacionales clave, como Europa.

¿Qué son los knock-down kits?

Los knock-down kits son paquetes que incluyen piezas de automóviles que se envían al extranjero para su montaje en fábricas locales.

En lugar de construir todas las piezas en plantas fuera de China, los fabricantes ensamblan vehículos a partir de estas piezas, lo que les permite evitar algunos costes relacionados con la producción total en el extranjero y los aranceles impuestos a los productos terminados.

Este tipo de exportación no es nuevo, pero en el contexto actual adquiere una relevancia renovada.

La tecnología china ya no tiene nada que envidiar a la europea y estadounidense.

Protegiendo los intereses de China

El principal objetivo de esta medida es doble. Por un lado, China pretende proteger sus secretos comerciales, evitando que las tecnologías desarrolladas en sus fábricas sean replicadas en plantas extranjeras.

Además, con la creciente adopción de normativas y barreras comerciales contra los vehículos chinos en mercados como Europa, esta estrategia les permite mitigar riesgos regulatorios y económicos.

Algunas marcas ya están adoptando esta medida. Chery, por ejemplo, ha anunciado que utilizará la antigua planta de Nissan en Barcelona para ensamblar los nuevos EBRO con estos knock-down kits, mientras que SAIC ha optado por un enfoque similar en su fábrica de Pakistán.

Ambas decisiones son indicativas de un cambio en la forma en que los fabricantes chinos buscan consolidar su presencia global.

Subsidios y competencia global

Este movimiento llega en un momento en que los fabricantes de automóviles chinos están recibiendo críticas a nivel internacional debido a las subvenciones «injustas» del gobierno. Estas ayudas permiten a los vehículos chinos ser más asequibles que los de sus competidores, lo que ha generado acusaciones de competencia desleal.

Además, algunos países han impuesto aranceles de hasta el 100 % sobre los vehículos eléctricos importados de China, lo que hace que los fabricantes reconsideren cómo operan fuera de su país de origen.

A medida que la demanda de vehículos eléctricos en China se estanca, la presión por expandirse a nuevos mercados crece. Sin embargo, las directrices de MOFCOM podrían limitar la capacidad de las marcas chinas para globalizarse plenamente, ya que la fabricación de componentes clave sigue estando concentrada en China.

Este enfoque de «mantener el núcleo en casa» podría frenar la creación de empleos locales y el crecimiento económico en los países que están atrayendo a fabricantes chinos, como Turquía, donde BYD planea construir una planta que producirá 150,000 coches al año.

¿Cuál es el futuro de la globalización automotriz china?

La estrategia de MOFCOM también envía una señal clara a los países que han invitado a los fabricantes chinos a construir fábricas en su territorio: no sigan ciegamente las tendencias o las promesas de inversión extranjera.

China no está dispuesta a dejar que los beneficios de su industria automotriz se diluyan por la presión extranjera, y aunque el mercado global es tentador, las necesidades internas siguen siendo una prioridad.

Para las empresas automotrices chinas, el desafío es encontrar un equilibrio entre el cumplimiento de las regulaciones internacionales y la maximización de sus beneficios.

Si optan por enviar knock-down kits en lugar de construir plantas completas, se enfrentarán a nuevos retos, como el cumplimiento de requisitos de origen y la posible imposición de aranceles adicionales en el futuro.

Fuente: Bloomberg

Pixel