La inesperada revolución de los frenos en los coches eléctricos que hará que Europa se frote los ojos
Quedan menos de dos años para que la Euro 7 entre en vigor, y los fabricantes no dan muestra alguna de soluciones innovadoras para una de las medidas de eficiencia que menos esperaban: las emisiones de los frenos de los coches eléctricos. Un informe apunta las posibilidades que tienen, poniendo el foco en el sistema de frenos de los años 60...

A partir de julio de 2027, todos los coches nuevos que salgan al mercado deberán de contar con frenos más eficientes, que no pierdan su capacidad innata pero sí que sean más limpios de cara al medio ambiente. Dicho de otra forma, que la Euro 7 obliga a que las emisiones en los frenos de los eléctricos se vea reducida considerablemente, una medida estrella de las de Europa.
La pelota está, claramente, en el tejado de las marcas y de los proveedores. Los italianos de Brembo ya han presentado una solución para los sistemas de freno actuales, que no supondría incurrir en costes extras. La fórmula más barata, pero que no quiere decir que todos los fabricantes la adopten. Lo que sí es una realidad es que solo hay un par de sistemas mas que pueden reducir las emisiones, y uno son los frenos carbocerámicos.

Pastillas, discos, filtros, … las soluciones a las partículas de los frenos
Propios de superdeportivos, son demasiado caros pero emiten un 81 % menos de partículas que los discos convencionales. Por otro lado, está el sistema de frenos reinó durante los años 60 y que sigue vigente en los coches eléctricos del grupo Volkswagen, aunque solamente en los del eje trasero. Continental es uno de los grandes proveedores de la industria que ha experimentado con tambores en el eje delantero.
Y es que un informe británico apunta a este sistema para solucionar un problema que se antoja complicado. El informe apunta que los frenos de tambor recogen las partículas generadas, fruto de la fricción de las zapatas. Estas quedan dentro del tambor, una solución más factible que la de los filtros de partículas que se han propuesto, y que requieren de un mantenimiento continuo que tendría que hacer el propietario.
Europa estudiará si los frenos de tambor se imponen en los eléctricos
Por supuesto, todas las soluciones tienen sus desventajas y los frenos de tambor también. Aunque se desgastan hasta un 23 % menos que los discos, los tambores son menos resistentes a las altas temperaturas. Hay que tener en cuenta que la fricción se produce dentro del tambor, por lo que no se refrigeran como los discos, amén del efecto negativo que causan las pesadas baterías.
Por ahora, Europa se mantendrá al margen y no intervendrá, al menos, hasta que compruebe que soluciones como recubrimientos especiales en los discos o pastillas con menos acero, cobre, cobalto o níquel funcionan. Si no lo hacen, entonces la Unión Europea podría imponer un sistema de frenado, y solo por coste, los de tambor serían los elegidos.
Queremos pensar que podrían llegar a ser obligatorios en el eje trasero que, junto a la regeneración de energía, reducirán el desgaste de las pastillas, porque en el eje delantero sería más complicado. Continental, que suministra los del ID.3 y compañía, dice que los frenos de tambor en el eje delantero son posibles, pero que por supuesto depende de la potencia del coche. 400 CV pueden ser demasiado...