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Chevrolet Corvette C1 (1953-1962)

Hace más de 65 años que el Chevrolet Corvette fue mostrado al publico por primera vez, comenzando su producción apenas unos meses después. En el trascurso de esta generación, que terminó 9 años después, el modelo sufrió numerosos cambios tanto mecánicos como estéticos. La versión final del Chevrolet Corvette C1 creó las señas de identidad que caracterizan a los modelos posteriores. Fue comercializado entre los años 1953 y 1962.

Chevrolet Corvette C1 (1953-1962)

14 min. lectura

Publicado: 17/01/2013 09:00

El primer Corvette, el prototipo EX-122.

Solo al repasar la historia completa del Chevrolet Corvette podemos darnos cuenta de la dualidad que ha marcado la vida del icónico deportivo americano. A pesar de que desde hace décadas oficia como símbolo del automovilismo estadounidense, lo cierto es que tanto desde su nacimiento como durante su existencia ha estado marcado e influenciado por la cultura del motor europea.

Su propia concepción estuvo basada en los deportivos europeos de la época. Este concepto de automóvil, los deportivos, tenían escasa presencia en el mercado norteamericano y tras la Segunda Guerra Mundial los estadounidenses que habían combatido en el viejo continente no solo volvieron a casa con nuevas ideas y conceptos, además muchos se trajeron automóviles desde Europa, de marcas como Jaguar o Alfa Romeo. Harley Earl, considerado el padre del diseño moderno y empleado de General Motors desde 1927 era un gran apasionado de este tipo de modelos, por lo que a inicios de la década de los cincuenta convenció a la cúpula directiva de GM de la necesidad de fabricar un deportivo de dos plazas a la europea.

Antes de la llegada de Harley Earl las marcas apenas habían prestado atención al diseño de sus modelos, o al menos no le habían dado la importancia comercial que merecía. De ahí nacieron los primeros concepts o prototipos de salón, muchos de ellos dibujados por el propio Earl. Para mostrar esos prototipos GM preparaba diversas exposiciones que a veces hacía coincidir con el Salón de Nueva York, pero en 1953 cambió el formato y estas exhibiciones pasaron a ser itinerantes adoptando el nombre de Motorama. La primera edición de Motorama fue en 1953 y tuvo un protagonista muy especial, el primer Chevrolet Corvette.

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El prototipo EX-122 en su stand del GM Motorama en el Waldorf Astoria en 1953.

Es importante señalar que en aquella época y al igual que ahora, General Motors no era un mero conglomerado de marcas, cada una de ellas tenía un posicionamiento muy claro. Ese posicionamiento era algo más difuso del que gozan hoy las marcas que pertenecen a grandes grupos, y se compartían muchos elementos y modelos entre marcas, pero aún así, cada firma de GM tenía un enfoque muy claro, y Chevrolet era precisamente la marca económica del grupo, por lo que podemos hacernos a la idea de la escasa importancia que GM prestaba al modelo y que no se podía imaginar la repercusión futura que tendría el deportivo.

La receta original del primer Corvette parece sencilla a simple vista, debía resultar ligero y económico, pero eso muchas veces no es tan fácil de llevar a cabo. Fabricado con elementos propios de la gama Chevrolet para ahorrar costes al máximo, su desarrollo comenzó en 1951 y los frutos del proyecto se tradujeron en el prototipo EX-122, el primer Corvette mostrado en Motorama en 1953.

Gracias al interés generado durante la presentación del prototipo de pre-producción, pocos meses después llegó al mercado con el motor de seis cilindros Blue Flame de la marca y una entonces novedosa carrocería de fibra de vidrio. Su configuración de bastidor, un mero derivado de los turismos de la marca, unida a la escasa respuesta del motor de seis cilindros en línea provocaron que el Corvette no pudiera gozar del comportamiento que tenían los modelos similares de la época.

La improvisada cadena de producción artesanal del Corvette 1953.

El bloque de seis cilindros contaba con 152 CV (150 hp) y 3.85 litros, pero estaba asociado a una transmisión automática de 2 velocidades, lo que condicionaba sobremanera el rendimiento del modelo. Solo fueron fabricadas 300 unidades de manera artesanal en un emplazamiento improvisado en las instalaciones de Flint, Michigan, y todos ellos contaron con las mismas especificaciones: carrocería roadster en color blanco Polo White con el interior en rojo y neumáticos de flancos blancos.

Estas 300 primeras unidades compusieron la producción completa del Corvette 1953, el primero de todos y hasta el día de hoy los más valiosos de toda la producción regular del modelo. Salvando algunas raras versiones especiales, los C1 de 1953 son los Corvette más buscados por los coleccionistas, a pesar de que su resultado, tanto a nivel de prestaciones como de acabado fueran las peores de toda la saga.

Para el modelo 1954 Chevrolet volvía a repetir la misma receta casi inalterada, aunque con algunas modificaciones. En primer lugar el modelo pasó a fabricarse en serie en una nueva factoría habilitada para ello y no en cantidades limitadas y por último se añadieron por primera vez nuevos colores a la gama: azul Pennant Blue, rojo Sportsman Red, negro y el blanco Polo White. Casi todos ellos, salvo el azul, disponían de interiores en rojo y capota de color negro, exactamente como el modelo 1953.

Chevrolet Corvette 1954 en Sportsman Red.

A nivel mecánico y de bastidor no encontramos diferencias y la calidad de fabricación fue mejorando durante la propia producción por lo que aparecieron numerosos problemas con las carrocerías, por lo que tras unos resultados de ventas peores de lo esperado no se llegaron a fabricar ni la mitad de los 10.000 ejemplares planeados para 1954, por lo que en esos momentos GM se planteó eliminar el modelo.

Sin embargo, el azar quiso que los sorprendentes resultados obtenidos en una encuesta realizada por la prensa estadounidense a los propietarios del Corvette lograron desechar esa idea, ya que la percepción que tenían los clientes del modelo era buena, aunque no lo consideraban realmente un deportivo. Además, en 1955 concurrieron otros dos factores determinantes, en primer lugar la aparición del Ford Thunderbird de dos plazas, por lo que por evidentes motivos de imagen Chevrolet no podía retirarse de esa batalla y en segundo lugar la aparición del V8 small block de 4.34 litros, el primer V8 totalmente nuevo de Chevrolet en décadas.

Con este motor de 197.7 CV (195 hp) el Corvette 1955 logró ganarse la consideración de verdadero deportivo. Aunque inicialmente seguía asociado a la misma transmisión automática durante ese año se introdujo por primera vez una transmisión manual de 3 velocidades, con lo que la respuesta del modelo mejoró notablemente.

Corvette C1 1955, el primero en contar con un V8.

La llegada de esta transmisión y del propio motor de 8 cilindros fue obra del ingeniero Zora Arkus-Duntov, recién llegado al proyecto Corvette y que a la postre fue considerado el padre del modelo. Para el modelo 1955 solo fueron fabricados 700 ejemplares, la mayoría con motor V8 aunque seguía disponible el Blue Flame de 6 cilindros y muchos de ellos aún con la opción de transmisión automática. Esto convierte al C1 1955 en el Corvette más raro tras el modelo 1953, de los cuales el seis cilindros es el menos habitual.

Tras estos 3 primeros años y ya con Zora Arkus-Duntov como director de diseño y desarrollo de vehículos de altas prestaciones en Chevrolet, el modelo dió su primer y verdadero paso para convertir al Corvette en el deportivo que conocemos hoy, el Corvette 1956.

Como podemos ver en la imagen inferior, el Corvette 1956 fue una gran actualización del modelo. Si bien a nivel de bastidor y mecánica continuaba siendo el mismo que el modelo anterior, incluido el eje rígido trasero, el C1 1956 recibía una nueva carrocería, un techo flexible mejor diseñado y sobre todo más potencia y mejores acabados, además de nuevas opciones de equipamiento.

Chevrolet Corvette 1956.

Los modelos ‘56 y ‘57 son fácilmente reconocibles por contar ya con el nuevo diseño de carrocería, sin las aletas traseras pero una sola óptica circular a cada lado. Si el modelo de 1956 contaba con el mismo V8 de 4.34 litros anterior, este ahora contaba con opciones de potencia entre 212 y 243 CV (210-240 hp), mientras que el modelo de 1957 estrenó un V8 mayor, de 4.6 litros y 294 CV, que además estrenó la inyección de combustible y una nueva transmisión opcional de 4 velocidades.

Curiosamente, el nuevo motor de 4.6 litros fue anunciado con una potencia inferior, para hacer coincidir su cifra de potencia en hp con su cilindrada, 283 pulgadas cúbicas. Esta extraña jugada se debía al slogan comercial que decía “1 caballo por cada pulgada cúbica”, por lo que para hacer coincidir las cifras, falsearon a la baja la verdadera potencia del motor.

A partir del modelo 1958 se comenzaron a incorporar las célebres ópticas dobles delanteras, que ya montaron desde entonces todos los Corvette hasta la llegada de la segunda generación, con el Corvette C2 1963.

Chevrolet Corvette C1 1958, ya con las ópticas delanteras dobles.

En estos últimos 4 años el Corvette C1 no sufrió cambios de consideración a nivel estético. Como era habitual en aquel entonces, la industria norteamericana lanzaba un nuevo modelo o model year cada año, solo con la intención de poder presentar un modelo nuevo, aunque contara tan solo con cambios menores.

En el caso del Corvette podemos encontrar nuevos elementos de equipamiento, colores y packs opcionales con cada nuevo modelo anual, pero el único cambio mecánico de importancia no lo encontramos hasta el modelo 1960, con el motor de inyección de 4.6 litros y 315 hp (319 CV) y el nuevo V8 de 5.4 litros de hasta 360 hp (365 CV) en 1962. Y en el plano estético con la incorporación de las 4 ópticas circulares traseras, una seña de identidad del modelo hasta la llegada de la séptima generación, que desdibujó por primera vez las ópticas circulares por unas también dobles de formas poligonales.

Llegado 1963, y tras cerca de una década completa en el mercado, el Corvette ya se había asentado como el deportivo norteamericano de referencia, con 69.015 unidades vendidas durante un total de 9 años.

Las curiosas ópticas dobles traseras del Corvette 1961.

Debido a su antigüedad, esta generación es muy valorada, y a pesar de que todos los modelos son muy similares a nivel técnico y sobre todo estéticamente, encontramos mucha diferencia entre unos modelos y otros, siendo el de 1953 el más valorado de todos con diferencia.

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Fuente: Fotos obtenidas de Corvette-World entre otros

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