Tienes un coche caro, ellos una estafa perfecta: así te roban y desaparecen sin dejar rastro
Los amigos de lo ajeno siguen siendo protagonistas indiscutibles. Sus artes son cada vez más perfectas, como la última modalidad de robo de coches detectada en Europa. Se trata del método del coche caliente, y nada tiene que ver con la temperatura de tu coche.

Se producen casi un centenar de robos de coches al día en España. Los delincuentes, y las bandas organizadas, se las ingenian para desarrollar nuevos métodos con las que sustraer los coches ocasionando importantes daños a los propietarios. Las fuerzas de seguridad europeas comparten informaciones acerca de los sistemas que utilizan con el fin de impedir que aumenten el número de sustracciones.
Los métodos son extremadamente variados, aprovechándose prácticamente cualquier circunstancia para llevarse el coche o desvalijar sus interiores. El último detectado en países europeos se trata del método de los «coches calientes». Por supuesto, nada tiene que ver con la temperatura que adquiere el motor de tu coche, sino que ha sido bautizado así por tratarse de una estafa que les reporta enormes beneficios.

El robo de coches adquiere nuevas dimensiones
Porque el perjudicado no es solo el dueño del vehículo, sino que hay más. El sistema, descrito por un medio polaco, cuenta con tres etapas. El modus operandi empieza con comprar un coche determinado, que se encuentre en unas condiciones propias de desguace, y que no se pueda reparar, pero no en el mismo país donde se acabará realizando la fechoría, sino en el extranjero.
El objetivo es hacerse con un coche Premium, con un coste elevado en su día, pero que servirá para realizar gestiones posteriores. Una vez conseguido este, el siguiente paso es el de robar el mismo coche pero ya matriculado en otro país, colocándose en este el número VIN del desguazado.
La estafa de los «beneficios» por partida triple que no dejan rastro
Ya te puedes imaginar lo que viene después: los estafadores usarán el robado para pedir indemnizaciones, bien a las compañías de seguros como a los legítimos propietarios, circulando con él y exponiéndose a colisiones en rotondas o en cualquier lugar donde crezcan las posibilidades para que otros conductores sean parte de un accidente tras una distracción y cometer errores.
Los hechos se repetirán tantas veces como los estafadores quieran, llegando a desprenderse del vehículo cuando las compensaciones obtenidas desde las aseguradoras sacien sus deseos o estas decidan investigar cuando un propietario sea investigado por ser parte de un buen número de siniestros con derecho a compensación. En ese momento, el vehículo será desguazado y vendido por piezas.
La estafa del «coche caliente» les asegura beneficios por tres lados: uno, por el seguro de responsabilidad civil del autor del delito, otra por la venta de las piezas y otra por la indemnización por robo. Porque, al sacar al robado de las calles y se está desmontando, se denuncia como robado. Y cuanto más caro sea el coche, más dinero pueden recibir. Sin coche, no hay comisión de delito, por lo que estás avisado.