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Ford Torino King Cobra: cuando Ford quiso plantar cara al Dodge Charger Daytona en la NASCAR

  • Este es uno de los dos únicos prototipos supervivientes del Ford Torino King Cobra de 1970, proyecto que pretendía plantar cara a los Dodge Charger Daytona y Plymouth Superbird en la NASCAR.
  • Un cambio en la normativa de homologación en las Sprint Series obligóa Ford a abandonar el proyecto.

5 min. lectura

Publicado: 28/04/2017 08:00

Solo dos sobrevivieron hasta el día de hoy.

El Ford Torino King Cobra Prototype de 1970 fue la respuesta de Ford Motor Company a los nuevos “wing warrior” de la NASCAR, los Dodge Charger Daytona y Plymouth Superbird. A finales de los sesenta Ford dominaba la NASCAR gracias al Torino Talladega, vencedor en 1968 y 1969, pero la llegada del nuevo concepto aerodinámico que suponían los afilados modelos del grupo Chrysler puso en serios aprietos a la marca del óvalo azul, que desarrollaba un rival a la medida de los afilados Dodge y Plymouth.

Sin embargo, precisamente en ese momento se modificaba la normativa de las Sprint Series y para poder homologar un modelo se pasaron de 500 a 3.000 unidades de producción. Lo que hizo que la marca se replanteara el proyecto, y terminara abandonando su desarrollo. Por lo que las siguientes 3 temporadas fueron propiedad de los “wing warrior” originales.

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El resultado fueron 3 prototipos del espectacular Torino King Cobra, con el motor del Mustang Boss 429 y un concienzudo estudio aerodinámico, que permitía generar altos valores de carga aerodinámica en pista. De estos 3 ejemplares se cree que solo existen dos a día de hoy, un ejemplar amarillo conservado en un museo y el de color naranja que podemos ver en las imágenes.

El trabajo aerodinámico fue concienzudo.

Este ejemplar ahora está en manos de RK Motors Charlotte, mitad colección personal mitad concesionario creado a partir del gusto personal personal de su fundador, Robert Kauffman, un ex-ejecutivo de Wall Street. Aquí podemos encontrar hasta 300 ejemplares de los mejores y más raros modelos americanos. Ellos son los propietarios del Ford GT40 negro vencedor de las 24 Horas de Le Mans de 1966, uno de los GT40 más valiosos de todos por derecho propio.

RK Motors Charlotte lo está ofreciendo por unos 459.000 dólares, un precio bastante elevado pero teniendo en cuenta su rareza, nos extraña que no lo hayan subido aún más.

Las modificaciones que practicó Ford al Torino original no fueron pocas. Como podemos ver, toda la zona delantera es nueva, no es un simple añadido frontal, encontramos unos curiosos faros con tapa retráctil e incluso los pasos de ruedas son nuevas. En la vista lateral, del pilar A hacia detrás ya encontramos los paneles habituales del Torino base.

La zona delantera es completamente nueva.

En la zaga también hubo modificaciones, el paragolpes cromado es algo más estrecho y está posicionado más alto, los pilotos traseros pasaron a ser horizontales y en la zona superior encontramos un pequeño spoiler fijo.

El resultado, a simple vista, es un modelo muy diferente al Torino original. Lamentablemente, Ford no era una marca que dedicara muchos esfuerzos en competición a nivel oficial, por lo que decidieron matar el proyecto antes de tiempo y el modelo nunca llegó a las calles. Lo que convierte a estos ejemplares piezas muy raras, puesto que no solo son muy pocos, sino que fueron realizados por la propia Ford y no por uno de los equipos o preparadores habituales que se encargaban de sus versiones de competición, como Kurtis Kraft o Shelby.

Este ejemplar concreto no ha sido una simple pieza de museo pues cuenta con un kilometraje bastante extenso para ser toda una joya de colección. Su motor Boss 429 V8 de 7.0 litros entrega unos 700 caballos y ya tiene acumulados cerca de 70.000 kilómetros de uso, sin embargo su estado es excelente y se nota que ha sido sometido a no pocos cuidados estos poco más de 45 años.

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