La Guardia Civil vuelve a cargar contra la baliza V-16 de la DGT: "No puede sustituir a los triángulos"
Queda apenas mes y medio para que la baliza V-16 sustituya para siempre a los triángulos de emergencia en los coches españoles. Y de nuevo, la Guardia Civil vuelve a recordar el «error» que estamos a punto de cometer en nuestras carreteras.

Visto lo visto en las últimas semanas, la DGT parece estar quedándose sola en la defensa de la baliza V-16 en los coches españoles. El objetivo que buscan tiene todo el sentido del mundo: evitar los atropellos en las carreteras cuando un vehículo sufre una avería o un accidente.
Sin embargo, lo que más parece molestar, y con razón, es que se ha demostrado la ineficacia de esta tecnología en determinadas circunstancias, lo que puede provocar un auténtico peligro en el futuro cercano si no se usa adecuadamente.
Y aun así, la DGT no ha movido ficha y sigue empeñada en que este dispositivo luminoso, que deberemos colocar en el techo del vehículo sin necesidad de bajarse a la carretera, sea el sustituto completo de los triángulos de emergencia a partir del 1 de enero de 2026.

La Guardia Civil vuelve a mostrarse en contra
En declaraciones para el programa "Herrera en COPE", el portavoz de la AUGC, la asociación que agrupa a los agentes de la Guardia Civil en España, ha vuelto a poner la voz de alarma sobre la baliza V-16. Carlos Cantero reconoce la utilidad de esta tecnología, sí, pero no para usarla de forma exclusiva.
«Las balizas pueden ser una herramienta útil, sí, en condiciones de noche cerrada o mala climatología. Pero hay muchas situaciones en las que no basta esto, por ejemplo, con el sol de frente, con alta luminosidad. La señal se vuelve prácticamente invisible. En curvas, cambios de rasante o carreteras secundarias, no ofrece ese aviso previo a los conductores que se aproximan».
Esta es la principal advertencia que los expertos siguen alertando a mes y medio de que las balizas V-16 sea el único método de preaviso al resto de conductores en caso de avería o accidente. «Eliminar por completo los triángulos es un error. La tecnología debe sumar, no sustituir ciegamente lo que funciona. Lo razonable sería mantener ambos sistemas de forma complementaria, adaptando su uso a cada situación».
El propio Carlos Cantero también avisa de algunos de estos problemas relacionados con esta tecnología: «Además, el dispositivo requiere de baterías o pilas, y se apaga aproximadamente alrededor de los 60 minutos, lo que añade complejidad y posibles fallos al sistema».
En este caso, recordamos que la normativa exige a los fabricantes de esta baliza, que tiene que tener geolocalización y estar conectada con la DGT, debe funcionar al menos 30 minutos desde su puesta en marcha. Un tiempo que se puede considerar insuficiente.
300 millones de euros en impuestos
La Guardia Civil lleva meses avisando y alertando de la falta de respuesta por parte de las instituciones españolas, que parecen hacer oídos sordos a las reclamaciones de los que se pasan a pie de carretera controlando nuestra seguridad.
«Esa falta de escucha transmite una preocupante falta de respeto institucional a quienes nos dejamos la piel, y en ocasiones la vida, para garantizar la seguridad vial a los demás».
La polémica lleva semanas desatada sobre todo en redes sociales. Muchos ven esta medida como una forma más de hacer negocio, sobre todo al ser una medida inédita en Europa: tan solo los españoles deberemos llevar esta baliza en el coche. Los que vengan de fuera no tendrán que usarla, y los que viajen fuera de nuestras fronteras deberán seguir llevando los triángulos en el maletero.
Hay muchos modelos de baliza V-16, pero el precio ronda los 30-50 euros. Una cifra que, teniendo en cuenta que en nuestras vías circulan unos 34 millones de vehículos, significa que se van a recaudar solo con estas balizas unos 300 millones de euros en impuestos.
Fuente: COPE

