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IndyCarScott Dixon aplaza el alirón de Alex Palou con otra lección imposible de ahorro en Gateway

A base de alargar stints hasta el infinito con un ritmo competitivo, y la ayuda de una oportuna amarilla, Dixon logra su segundo triunfo seguido con casi una vuelta de ventaja sobre Pato O'Ward, que forzó el accidente de Josef Newgarden. Recuperó siete puestos Alex Palou para acabar séptimo antes de su segundo 'match-ball' en Portland.

Scott Dixon aplaza el alirón de Alex Palou con otra lección imposible de ahorro en Gateway
Con solo tres paradas, Dixon hizo de nuevo lo que quiso con las leyes de la física - IndyCar Media

10 min. lectura

Publicado: 28/08/2023 06:30

Había casi que frotarse los ojos a la par que sucedía, y eso que el personaje en cuestión tenía un precedente muy tempano. Tan solo dos semanas después de ganar el Brickyard Grand Prix partiendo desde la posición 15, Scott Dixon le ha dado una nueva vuelta de tuerca a todo al imponerse en la Gateway 500 desde el 16º lugar que ocupaba por sanción, empleando el mismo 'modus operandi' de ahorro de gasolina extremo sin perder competitividad que deja a sus rivales confusos y al público sin más remedio que aplaudir.

La carrera en el pequeño óvalo empezó con accidente en la salida, cuando Ed Carpenter se llevó puesto a Benjamin Pedersen. En la parte delantera, Josef Newgarden no tuvo problemas para mantener a raya a Colton Herta en su 'pole heredada', mientras David Malukas copaba la atención escalando del sexto al tercer lugar. Alex Palou, con opciones de proclamarse campeón, tampoco perdía el tiempo, y la 14ª posición de la salida por sanción al cambiar motor se convertía rápido en novena gracias a dos buenas arrancadas.

Un primer stint muy procesional dio paso a un periodo de paradas donde muchos optaron por poner ya el nuevo 'neumático blando' experimental, que terminó teniendo menos efecto positivo del deseado. Aquí fue donde la carrera empezó a adquirir su cariz, ya que Dixon, que había ganado tres puestos en la salida, alargó su stint hasta la vuelta 65 junto a Will Power mientras la mayoría de líderes se iba como mucho hasta la 62. En estas llegó el paso adelante de Pato O'Ward, que eventualmente se situó segundo, y Palou ganó una plaza en este intercambio para ponerse octavo al hacer 'undercut' a Romain Grosjean y Will Power.

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Herta montó un gran tapón que retrasó considerablemente al combativo Malukas y a buena parte de la parrilla, dejando solos en cabeza a Newgarden y O'Ward. En estas, Dixon seguía ejecutando un plan maestro que tuvo su clave en este segundo stint. Mientras la mayoría completaba entre 40 y 50 vueltas, el neozelandés siguió alargando a la espera de ganar unas vueltas decisivas sobre la parrilla. Fue en ese momento, en la vuelta 120, cuando llegó un caution decisivo con el accidente de su compañero Takuma Sato, que ya había rondado el desastre dos veces antes.

Esta amarilla llegaba cuando la apuesta de Dixon, acompañado en cuarta plaza de Agustín Canapino, había dejado solo ocho pilotos en la vuelta del líder, lo que les concedía parada gratis. Todos los demás apostaron también por parar de nuevo, con lo que los demás se desdoblaron, pero esto situaba al veterano de Ganassi como líder efectivo de la carrera, sin que Canapino pudiera aprovechar esta situación por un salida insegura de pits que le hizo ser sancionado después. Palou se quedó justo fuera de esta situación en décimo lugar, y tendría que relanzar 14º al quedarse otros en pista.

Pasado el ecuador con el relanzamiento en la vuelta 135, la carrera empezaba de nuevo con otro escenario completamente distinto, en el que Newgarden y O'Ward pasaban a jugar el rol de cazador respecto a Dixon, con Alexander Rossi y Malukas de espectadores de lujo. Esta vez, la degradación hizo bastante más de la suya con múltiples pilotos, y el siguiente periodo de paradas entró en marcha entre las vueltas 164 y 178... salvo por un irreductible kiwi. Ajeno a los cálculos y las opciones realistas, Dixon alargó su stint hasta la vuelta 196, 19 más que cualquiera de los otros ocupantes del top 10, y se aseguraba llegar al final sin más detenciones.

Todo ello, sin haber perdido prácticamente un ápice de ritmo, lo que hacía que el único piloto en la vuelta del líder antes de su parada fuese el otro que logró imitar inicialmente esa estrategia, un Romain Grosjean que acabó perdiendo mucho en su stint final para poder llegar a meta en 12º lugar. Por detrás, O'Ward logró finalmente consolidar un 'undercut' sobre Newgarden para ponerse líder de la carrera y segundo real, lo que lanzaba de nuevo la pelota a la estrella de Penske... y el maestro de los óvalos terminó por flaquear de forma decisiva.

En la vuelta 210, tan solo dos después de su parada y rodando a rebufo de Devlin DeFrancesco, Newgarden sufrió un subviraje acusado y acabó golpeando el muro, lo que le causó daños que pusieron fin ahí mismo a su carrera. Fin del invicto oval en 2023, fin a su opción de cuarta victoria seguida en Gateway y, sobre todo, fin a sus escasas opciones de campeonato en uno de sus trazados fetiche. Entre tanto, Palou había firmado un buen stint intermedio para ubicarse séptimo antes de adelantar ligeramente su última parada, buscando ganar posición en pista a costa de perder rendimiento al final.

En efecto, mientras los líderes fueron claudicando, Rossi el último de ellos en la vuelta 218, Dixon pasaba al frente con la 'única' preocupación de completar un stint de 64 vueltas. Mientras que nadie más se aventuraba más allá de las 60 vueltas, o lo hacía perdiendo mucho ritmo, el neozelandés fue capaz de mantener la velocidad la mayor parte del tiempo e incluso ampliar en ocasiones su diferencia con O'Ward, que emergió desdoblado de su última parada a más de 20 segundos. Will Power y Kyle Kirkwood alargaron hasta las últimas partes de la carrera en busca de una amarilla que nunca llegó, y la contienda quedó vista para sentencia.

Con un margen de 22 segundos que supone la victoria en óvalo más contundente desde 1999, y con tan solo tres paradas frente al mínimo de cinco de todos sus oponentes, Dixon cruzó con comodidad la meta para repetir victoria. En ambas reafirmó su impronta como un competidor capaz de mantener velocidad y ahorrar gasolina de una forma simultánea que ningún otro ha sabido, ni quizás sepa jamás. Su triunfo 55, por supuesto, suponía de forma automática el fin de las opciones de Álex Palou para ser campeón, desplazando esta opción a la próxima semana en Portland.

RESULTADOS FINALES DE LA GATEWAY 500

O'Ward hubo de conformarse con su séptimo podio sin victoria del año y segundo consecutivo, mientras que Malukas logró ganar la partida por el podio a Rossi al hacer su última parada 12 giros antes, aguantando después en pista para reeditar el cajón logrado en este mismo óvalo hace un año. Terminando detrás de un buen Scott McLaughlin, el hombre original de la pole, y siendo superado en la tanda final por un Herta perjudicado por la bandera amarilla, Palou acabó sacando una séptima posición más efectiva que lustrosa, manteniendo en sus 'peores' días la obtención de un buen número de puntos.

Con la desaparición de Newgarden de la pelea por el campeonato, Chip Ganassi Racing se ha asegurado ganar el título en 2023. Con sus dos victorias y una regularidad similarmente mercurial, solo Dixon se interpone en el camino del bicampeonato de Palou a 74 puntos, una diferencia cómoda que permitiría al español obtener el título en Portland con un tercer o cuarto puesto incluso en el caso de que el neozelandés volviese a ganar. En el caso contrario, solo tendría que ser octavo como mucho (su peor posición este año), puede incluso que ni eso. Solo la veteranía de una leyenda del automovilismo mantiene viva la situación, lo que es sin duda el mejor halago a la temporada de ensueño de Palou.

Fotos: IndyCar Media

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