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Mercedes-Benz detiene la producción en Hungría un mes por falta de componentes

La falta global de componentes obliga a Daimler AG a mandar a los trabajadores a casa por más tiempo del habitual en estas fechas. La razón, falta global de componentes. Se ve afectada la producción de las clases A, B, CLA, CLA Shooting Brake y EQB.

Mercedes-Benz detiene la producción en Hungría un mes por falta de componentes
Vista aérea de la fábrica de Mercedes-Benz en Kecskemét - Daimler AG

6 min. lectura

Publicado: 13/12/2021 22:45

Es normal que, según se acerquen las navidades, las fábricas de automoción realicen una parada programada para que los trabajadores disfruten de las fiestas con sus familias y se realice mantenimiento programado en las instalaciones. Lo que no es normal es detener la producción durante un mes.

El sábado Daimler AG anunció que la planta húngara de Kecskemét ha parado desde hoy, lunes 13 de diciembre, hasta el 12 de enero de 2022. Los trabajadores continuarán percibiendo sus salarios base y complementos, como si no pasase nada. Son más de 4.000 trabajadores.

Esto va a afectar a la producción de varios modelos de las clases compactas de Mercedes-Benz, como Clase A, Clase B, CLA y CLA Shooting Brake, además del modelo 100% eléctrico EQB. Este último empezó a fabricarse en serie en octubre. Obviamente, esto va a tener un impacto en las listas de espera.

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Los clientes que han encargado su Mercedes-Benz EQB van a tener que ser más pacientes, porque hasta la segunda semana de enero no producirán ni uno

No hay muchos antecedentes de cierres de fábricas en años recientes por un mes. A finales de 2008 hubo que cerrar más de una fábrica de General Motors y Chrysler durante un mes por falta de ventas, y como las campas estaban bien surtidas de coches, hubo que dejar de producir. Fueron circunstancias muy excepcionales, ambos fabricantes acabaron siendo rescatados por Estados Unidos y Canará con dinero público.

Este año sí encontramos algún que otro cierre, como el que tuvo que hacer Stellantis en su fábrica estadounidense de Brampton por falta de componentes. El mismo motivo llevó a Ford a cerrar su fábrica de Saarlouis (Alemania) durante un mes. También son circunstancias muy excepcionales, pero hay diferencias.

En 2008 hubo que cerrar fábricas un mes por falta de ventas (baja demanda), pero ahora es al revés, hay una demanda que no puede satisfacerse (baja oferta), la cadena logística no se ha recuperado de las réplicas producidas por las olas de COVID-19 y hay una falta crónica de piezas que afecta a casi toda la industria.

Como los fabricantes no son capaces de llevar el ritmo que exigen sus clientes, la presión se está trasladando al mercado de los coches seminuevos, y estos a su vez en los más usados. Faltan coches. Y en un contexto en el que la movilidad privada ha aumentado por el temor a contagios en el transporte público, el problema se ha retroalimentado.

La fábrica de Kecskemét de Mercedes-Benz no es precisamente pequeña. Se empezó a construir en 2008 y fue la primera fábrica de la marca de la estrella del continente europeo que estuvo fuera de Alemania. Se inauguró en 2012, coincidiendo con el estreno de la nueva generación de compactos de tracción delantera/total Clase A y Clase B.

Es el mayor generador de empleo de su zona. La disrupción de unidades de las Clases A, B y CLA, CLA Shooting Brake y EQB afecta a todos los mercados con la salvedad del chino, pues Daimler AG tiene capacidad productiva allí para atender a su mercado doméstico, con la excepción de CLA. La producción de 2020 fue de 160.000 unidades.

Desde el 18 de octubre la planta no ha funcionado precisamente de forma normal. Los turnos de los viernes se habían suprimido, por lo que producía solamente de lunes a jueves. Al fabricante le resulta preferible funcionar a medio gas que hacer una parada total, como en este caso, ante la falta habitual de piezas.

Sigue sin verse una salida clara a la crisis de los microchips. Igual tampoco amaina en 2022, y hay que esperar a 2023 para recuperar la normalidad. Dada la gran carga tecnológica de los coches actuales, sin suficientes chips o semiconductores simplemente no se pueden terminar.

Hungría alberga otras fábricas de automóviles. Audi tiene una planta en Gyor, donde se producen los TT Coupé y Roadster, Audi RS3 y S3, además del Q3. El volumen de producción es similar al de Kecskemét. Por su parte, Suzuki fabrica en Esztergom los SX4 S-Cross y los Vitara. Además, BMW Group empezará a fabricar en Hungría a partir de 2025, y Daimler AG está aumentando la capacidad de su planta húngara.

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