
Muévete en la ciudad con la agilidad del nuevo Aygo X Cross
Siempre a la altura.
Hoy en día poner en marcha el motor de un vehículo es tan sencillo como girar la llave de contacto o pulsar un botón de encendido. A lo sumo, pisar de manera simultánea uno de los pedales que nos indique la pantalla digital situada en el cuadro de mandos.
Pero ello es posible gracias al inmenso avance que la tecnología ha realizado en el último siglo, especialmente en todo lo relacionado con los motores de combustión. Así, lo que en la actualidad es una sencilla operación, hace poco más de un siglo suponía esfuerzo y maña. Hasta 1911, los vehículos debían arrancarse mediante el giro de una palanca que a su vez hacía rotar el cigüeñal. Sin embargo, en esa fecha General Motors patentó un sistema de encendido del motor automatizado para el Cadillac Touring Edition, que poco después la filial Delco comenzó a producir en serie por orden de la propia Cadillac.
En los vehículos actuales, el motor de arranque se encarga de hacer girar el cigüeñal a través del volante motor, utilizando para ello la energía eléctrica de la batería y propiciando que se inicie el proceso de combustión en el motor. Una vez que se produce la primera explosión en la cámara de combustión, el propulsor ya es capaz de trabajar por sí solo y la función del motor de arranque finaliza.
El sistema de arranque de nuestro vehículo consta de varios elementos, siendo estos tres los más importantes:
A su vez, el motor de arranque está formado por siete piezas principales que permiten transformar la energía eléctrica de la batería en cinética, es decir, en movimiento. El principio bajo el que se rige este motor eléctrico es el de inducción: la corriente eléctrica necesaria para producir torsión se genera por inducción electromagnética del campo magnético.
Por lo tanto un motor de inducción no requiere una conmutación mecánica aparte de su misma excitación. El primer prototipo de motor eléctrico capaz de funcionar con corriente alterna fue desarrollado y construido por el ingeniero Nikola Tesla y presentado en el American Institute of Electrical Engineers en 1888.
Al girar la llave de contacto del vehículo, la corriente de la batería pasa al solenoide, lo que propicia un efecto de palanca sobre el piñón de arrastre del motor de arranque. Esto permite su acoplamiento al engranaje de la corona del volante motor para iniciar el movimiento. Cuando la llave de contacto vuelve a su posición de reposo en el bombín, el contactor lo imita y el circuito vuelve a permanecer abierto.
Breve vídeo que explica las partes y el funcionamiento de un motor de arranque.
Generalmente, los motores de arranque actuales son motorreductores, es decir, son más pequeños y ligeros y hacen posible un mejor arranque en frío, además de consumir menos energía. El inconveniente es que son más complejos que los tradicionales y cuentan con imanes que acaban deteriorándose u oxidándose.
Cuando nuestro vehículo no arranca, puede deberse principalmente a dos factores: la batería o el motor de arranque, pero otros problemas pueden evitar que el motor de nuestro vehículo inicie la marcha:
Si nada de esto es la causa, entonces es evidente que es momento de dirigir nuestros esfuerzos hacia el motor de arranque, buscando señales que nos ayuden a determinar la causa del problema. Si cuando intentamos arrancar escuchamos traqueteos o chasquidos, generalmente es a consecuencia de un desgaste elevado del motor de arranque. Si notamos olor a quemado o humo proveniente del mismo, probablemente haya algún tipo de fallo eléctrico en los cables o conexiones.
También debemos tener en cuenta que las escobillas son los elementos de mayor desgaste, por lo que suele ser necesario sustituirlas a partir de los 150.000 km aproximadamente. Otra opción es la acumulación de suciedad en el rotor, impidiendo que este gire a un mínimo de 400 rpm. Finalmente, si la corona se ha desgastado, no podrá engranarse con el volante motor y el giro del cigüeñal no se producirá. En cualquier caso, lo habitual es que, una vez detectado un fallo en el motor de arranque, la opción más sencilla sea sustituirlo por uno nuevo o de desguace con garantías, rondando en todos los casos precios inferiores a los 200 euros.
Si tenemos claro que el motor de arranque de nuestro vehículo falla y hemos decidido optar por sustituirlo por uno nuevo nosotros mismos, debemos realizar la operación de la siguiente manera:
Una vez retirado el motor de arranque defectuoso, es momento de colocar el nuevo.
Siempre a la altura.