15 países europeos tienen en vilo a Reino Unido, tres años más de coches eléctricos sin impuestos tras el Brexit o un apocalipsis brutal
In extremis. A solo unos días de terminar 2023, Reino Unido puede salvar los muebles y lograr un acuerdo con la Unión Europea, una nueva tregua que evitará la imposición de aranceles a los coches eléctricos. La amenaza de Stellantis, de salir por la puerta y dejar a miles de empleados en la calle, está pendiente de un paso.
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Publicado: 08/12/2023 18:00
Desde que Stellantis le comunicó al Gobierno Británico que se encontraba a solo unos meses de consumarse definitivamente el Brexit, amenazando con salir del país si no lograba un acuerdo que le permitiese seguir fabricando sus furgonetas eléctricas, los movimientos tácticos y las conversaciones no han parado de sucederse entre los ingleses y la Unión Europea, aunque por ahora el gobierno dirigido por Rishi Sunak no puede echar las campanas al vuelo.
Todavía le queda un trámite que pasar y no es fácil. La pasada primavera, Stellantis avisó de que, desde el primer día de 2024, ya no existía tregua alguna entre el Reino Unido y Europa para evitar la imposición de aranceles a los coches eléctricos a las importaciones, una de las ventajas que hasta ahora disfrutaban, a pesar del Brexit, y con la que mantenían a raya los precios de estos modelos frente a sus clientes, afectando principalmente a los de las marcas alemanas como Porsche, que son muy preferidos por los británicos.
Tres años más de prórroga para Reino Unido y Alemania, gran beneficiado
La marca alemana ya alegó hace cuatro años que aumentaría los precios, pero durante este tiempo los responsables nunca movieron ficha hasta el aviso de los franco-italianos. Si no lo hubieran hecho, desde el 1 de enero de 2024, todos los coches con un valor añadido inferior al 45 por ciento en la UE o Gran Bretaña habrían estado sujetos a un impuesto del diez por ciento al pasar por las aduanas. El objetivo de la medida no es ahogar a Gran Bretaña tras salir de la Unión Europea, sino que las marcas apuesten por instalar sus grandes centros de baterías en el continente, en lugar de otras regiones del mundo.
Y esto es especialmente importante, porque la nueva tregua solo tendrá una validez de tres años, hasta el 31 de diciembre de 2026. Para el Reino Unido es un alivio temporal, y casi una obligación para las marcas alemanas, que tenían previsto iniciar la construcción de plantas de producción de baterías cuando se negoció el Brexit, pero que por la pandemia del Covid-19 y por la guerra de Ucrania todo se ha retrasado. Antes de estas dos circunstancias excepcionales, que no se pudieron prever, la situación era muy distinta y, por ello, se negociaron las condiciones de los aranceles como se hizo.
Reino Unido está muy seguro pero la liebre puede saltar...
Aún así, falta un importante trámite que superar, y este se conocerá el próximo miércoles. Cuando la propuesta sea votada en la Comisión de la UE, donde al menos 15 de los 27 estados miembros que representan al 65 por ciento de los ciudadanos europeos manifiesten su consentimiento. Está claro que Alemania votará a favor, no puede hacerlo en contra de los intereses de su industria, pues es el proveedor más importante de eléctricos e híbridos en el país británico, y estos no perderán la competitividad que temían. Pero, siempre puede haber sorpresa...
