Así es el Rolls-Royce Cullinan que nunca verás en Goodwood, reinventado por BRABUS
Está claro que no lo has visto todo. BRABUS le ha metido mano a uno de los modelos más exclusivos del mercado, y uno de los más demandados entre los coches de lujo. El Rolls-Royce Cullinan Serie II ahora puede presumir de la deportividad más auténtica, aunque no sea del gusto de los británicos... o sí.
Nunca lo reconocerán en Goodwood, pero hay creaciones sobre modelos tan lujosos como el Rolls-Royce Cullinan Serie II que, con una dosis especial de mimo, podrían hacerse realidad y contentar a los clientes que buscan más deportividad que la que ofrecen los Black Badge.
Es lo que piden algunos de los clientes de este modelo, de apenas cuarenta años de edad, y así evitarían encontrar en los preparadores y especialistas en tuning. Justamente lo que han hecho los de BRABUS en Estados Unidos, acudiendo a una Semana del Motor de Monterey a la que asisten caprichosos adinerados en busca de una nueva joya para sus garajes. Y el nuevo BRABUS 700 no cabe duda alguna de que así lo es, dejando al exquisito Cullinan casi por los suelos.
BRABUS tira la casa por la ventana con el Cullinan
El lujoso SUV británico no es tan igual al modelo de serie, su personalidad ha cambiado ligeramente gracias a un paquete muy completo, que destaca más por tratarse de uno de esos que engordan la carrocería a lo grande. Todos los componentes están hechos de fibra de carbono visible, con el tintado que exija el cliente o no, pero en esta preparación el material ligero se ha bañado en gris.
La imponencia es tal que la famosa estatuilla del Espíritu del Éxtasis ha desaparecido de lo más alto de la parrilla del radiador y ahora solo aparece el sello de los de Bottrop. Pero las tomas de aire son más grandes, presentan una malla de nido de abeja pintada en negro y el protagonismo de la luz diurna ahora es mayor con un gancho adicional en cada faro.
Está claro, el Rolls-Royce Cullinan puede ser un SUV muy deportivo...
Las más de dos toneladas y medias que pesa el Cullinan se apoyan en unas llantas de aleación que podrían pasar desapercibidas al contar con un diseño propio de Rolls-Royce, pero no lo hacen. Amén de que el diámetro es absolutamente inusual, de 24 pulgadas montadas en unos impresionantes neumáticos de medida 295/30 ZR 24 delante y de 355/25 ZR 24 detrás.
Capó, spoiler delantero y trasero, y el inserto en el faldón posterior son de carbono. Detalles a la altura del corazón de esta máquina del mejor asfalto que también ha visto reducida la altura de la carrocería al suelo en 25 milímetros. Lo necesario para mantener la estabilidad de este SUV equipado con el motor V12 de 6.75 litros. Con 700 CV de potencia, acelera de cero a 100 km/h en solo 5 segundos, y alcanza los 250 km/h.
El interior se ha revestido en cuero verde, perforado en los asientos y, por supuesto, cuenta con una buena dosis de fibra de carbono para la decoración. Por ejemplo, todo el túnel de transmisión luce los haces del material ligero. Una creación brutal que cuesta más de medio millón de euros…
