Stellantis lanza la bomba, "Adiós coches de gasolina o cerramos fábricas enteras"
Stellantis tiene un nuevo jefe al frente de la empresa, pero sigue tan amenazante como siempre. En eso, parece que no ha cambiado el gigante tras el adiós de Carlos Tavares. El consorcio franco-italiano ha lanzado una nueva advertencia, que puede acabar siendo su ruina aunque no la cumplirá.

Es imposible que lo haga, porque se juega mucho más de lo que parece, y lo saben. La actitud desafiante de la que hacía gala la Stellantis del pasado, con el portugués a los mandos, parece que no ha cambiado desde la llegada de Antonio Filosa a los mandos de este «transatlántico» empresarial. Las advertencias a la industria siguen estando a la orden del día, pero la última se les ha ido de las manos.
Un importante noticiario especializado en la industria del automóvil se ha hecho eco del último aviso de Stellantis, en el que amenaza con dejar de producir coches de combustión, y especialmente de gasolina. Sus marcas no están preparadas para una decisión tan trascendental como esta, los coches eléctricos no son la solución y el gigante ha empezado a sufrir de lo lindo con la fallida estrategia de Tavares.

Maserati, multas, airbags, … Stellantis se harta de pagar y perder
Que se lo digan a Citroën que ha tenido que rectificar la táctica que pretendía llevar a cabo con el nuevo C5 Aircross, limitado estrictamente a versiones eléctricas en un principio. O a una Alfa Romeo que ha diseñado el Stelvio para ser un modelo de cero emisiones y ahora necesita alrededor de un año para traer versiones con un motor térmico, aunque sean híbridas, al mercado.
Pero Stellantis hace este llamamiento impulsado por las la necesidad de tomar decisiones difíciles. Las elevadas multas por exceso de emisiones de CO2 de Europa se han suavizado, pero no lo suficiente, y menos para un gigante como Stellantis.
La presión de la industria, ante la imposibilidad de los gobiernos de desplegar una red de carga, hace imposible que estos puedan dedicarse por completo a los coches eléctricos y dejar de lado los coches de gasolina, cuyas emisiones pueden llegar a ser de 150 g/km, y el máximo será de 93,6 gramos en 2027. Rebajar 56,5 g/km en dos años es un reto, pero no es el único problema que sufre Stellantis.
La recuperación de Imparato, eléctricos y cierre de fábricas
Sí, las multas se llevan un buen pellizco de los presupuestos de la empresa. Jean-Philippe Imparato ya ha señalado que Stellantis tendrá que pagar en torno a 2.500 millones de euros en multas de dos a tres años, y a ello se suma el problema de los airbags en Citroën y DS. Como los bajos ingresos de Maserati. Los del Tridente están en una crisis prácticamente continua, agravada por la mala política de los Folgore.
Imparato ha sido claro al apuntar que «Si no hay un cambio sustancial en la normativa [de las mulas de Europa] antes de que acabe este año, tendremos que tomar decisiones difíciles», añadiendo que «Tengo dos soluciones: impulsar los coches eléctricos a lo loco o dejar de vender coches con motores de combustión. Y para eso, tendría que cerrar fábricas». Una posibilidad muy real, teniendo en cuenta que el galo admite que es imposible que se dupliquen las ventas de vehículos eléctricos.
El francés ha puesto el dedo sobre la mayor fábrica de furgonetas de Europa. Atessa es la casa de la FIAT Ducato, y una de las señaladas que obligaría a despedir a miles de empleados en Italia, y a llevar la producción a otro emplazamiento, a lo que habría que añadir el cierre de otras en propiedad de Opel, Alfa Romeo y Peugeot...