
Pese a que Tesla, como fabricante, no se hará responsable del mal uso que hagan los conductores de esas funciones, prefieren prevenir. Una actualización en fase beta -en pruebas- pone algunas trabas al uso del piloto automático, como solo funcionar de acuerdo a los límites legales de velocidad.En otras carreteras directamente no funcionará.
Por otra parte, si bien no hay que lamentar daños personales, ya se han dado casos de accidentes por uso indebido del sistema. Es más, en sitios como Youtube podemos ver ejemplos de gente que, con muy pocas luces, demuestra de qué es capaz el sistema y qué no. En algunas partes del mundo se ha exigido su desactivación.
El Model S se puede actualizar remotamente, porque está conectado a Internet, al igual que las aplicaciones del teléfono móvil o el sistema operativo del ordenador. Y no todos los propietarios están dispuestos a perder funcionalidades, pueden negarse a hacer dicha actualización.
De momento, la actualización solo la tienen algunos coches, no el total de los Model S con dichas prestaciones. La empresa mantiene desde el primer día que estas funciones son una ayuda a la conducción, no es un sistema de conducción autónoma que pueda prescindir del ser humano.