Pila de combustible y motor térmico de hidrógeno, la unión de dos sistemas es una alternativa real a los eléctricos de batería con hasta 800 km de autonomía
El hidrógeno caliente es una de las últimas tecnologías que se están desarrollando para no abandonar la combustión térmica definitivamente. Toyota fue la primera marca llevar el elemento químico a los motores tradicionales, y ahora ha sido la empresa británica Viritech la que ha presentado el primer motor H2-ICE listo para producción.
Firme defensora de los coches eléctricos a batería y también de la pila de combustible, Toyota sorprendió con su primer motor de combustión de hidrógeno hace casi tres años. La marca nipona, consciente de que los coches eléctricos no son el futuro por el alto coste de sus baterías y la baja autonomía que ofrecen, decidió embarcarse con el elemento químico como sustituto de la gasolina y el diésel en busca de otra forma de cero emisiones.
Los nipones prueban esta tecnología a bordo de modelos de competición en exigentes carreras japonesas, pero son varios los proveedores de la industria de la automoción los que se han sumado al desarrollo de esta tecnología. Mahle o AVL son algunos, pero también los británicos de Viritech Powertrain, que han anunciado recientemente, no un prototipo, sino un mix de pila de combustible y motor de combustión de hidrógeno listo para la producción en serie.
Eléctricos híbridos de hidrógeno, otra propulsión más
Este sistema, del que no se conoce por ahora cuánto está costando la investigación y el desarrollo a los implicados, permite a las marcas de coches y a las de vehículos comerciales e industriales liberarse del sobrecoste, ofreciendo un rendimiento más que sobrado. La empresa británica ya ha puesto su última novedad a disposición de los fabricantes que «deseen desarrollar coches de hidrógeno rápidamente», destacando su diseño modular que permite una adaptación rauda sin comprometer espacio o diseño.
Técnicamente, el motor «VPT60N» consta de una pila de combustible que produce una potencia máxima de 60 kW, u 82 CV, generando electricidad mediante la combustión del hidrógeno para alimentar a un motor eléctrico que es capaz de generar una potencia máxima de 200 kW -272 CV- y un par motor de 409 Nm. Una batería de alto voltaje, con 400V, y una capacidad de 16 kWh está asociada al sistema, como también un tanque de almacenamiento de hidrógeno que puede albergar seis kilogramos, disponiendo de una autonomía que puede alcanzar los 800 kilómetros.
Hidrógeno como extensor de autonomía en los eléctricos, un mundo no explorado
Viritech suministra el paquete completo, junto con una unidad de control que gestiona el sistema motriz, la electrónica de potencia y la refrigeración integrada en la batería. El proveedor ya ha anunciado que está en condiciones de ofrecer el sistema a las marcas interesadas para montarse en prototipos. Una de las cuestiones clave que necesita para lograr la homologación oficial con la que puede montarse en modelos de producción destinados a la venta. Un avance muy interesante en la industria, pues puede ser considerado como una alternativa para eléctricos de autonomía extendida.