Hemos probado el Leapmotor B10, un SUV eléctrico chino tan bueno que sorprende lo barato que es
La marca china Leapmotor se introduce en la categoría más importante de Europa, la de los SUV compactos, con el B10. Un modelo que, como veréis en nuestra toma de contacto, tiene muchas virtudes; entre ellas, unas tarifas muy competitivas.

Leapmotor todavía sigue siendo una gran desconocida para parte del público español, pero se trata de una de las marcas chinas con mayor proyección en el mercado europeo. El joven fabricante, que se fundó hace algo menos de diez años, recientemente superó el millón de automóviles fabricados, nada mal si tenemos en cuenta que rebasó la barrera de las 500.000 unidades en 2024.
Al contrario que otras firmas procedentes del país asiático, Leapmotor no está sola en su aventura europea, ya que cuenta con el apoyo de Stellantis, que además de ser uno de sus principales accionistas (posee una participación del 20% en la compañía), también es el socio mayoritario (51%) de la joint venture Leapmotor International, que posee los derechos exclusivos para la fabricación, exportación y venta de sus vehículos fuera de China.

Gracias al apoyo del grupo franco-italiano, Leapmotor se está expandiendo con inusitada rapidez en Europa, con una red de concesionarios que, en el caso de España, a principios de año ya se situaba en 49 ubicaciones. Sus dos primeros modelos a la venta en el viejo continente, los T03 (segmento A) y C10 (segmento D-SUV), se caracterizan por ser dos de las propuestas más asequibles de sus respectivas categorías.
El nuevo B10 promete seguir la misma senda en el importantísimo segmento C-SUV, la categoría con mayor volumen de ventas del mercado europeo. Aunque actualmente se importa desde China, a partir del año que viene empezará a producirse en una planta de Stellantis. Todo apunta a que la elegida será Figueruelas (Zaragoza), junto a la que el gigante CATL está construyendo una gigafábrica de baterías.

Un coche chino de enfoque muy europeo
Durante su presentación internacional en Niza (Francia), hemos tenido la oportunidad de ponernos al volante y evaluar si, más allá de un precio ajustado y un rico equipamiento de serie, el Leapmotor B10 tiene los argumentos necesarios para imponerse no sólo frente a la competencia local, sino también al resto de coches eléctricos chinos que buscan hacerse un hueco en nuestro mercado.
Nuestro protagonista es un SUV compacto de 4.52 metros de largo, 1.89 metros de ancho y 1.66 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2.74 metros. Desde un punto de vista estético, se trata de una propuesta moderna y agradable, pero a todas luces discreta. Los estilistas de Leapmotor no han querido correr riesgos innecesarios: a veces, ir a lo seguro es la mejor opción.
Los grupos ópticos delanteros están formados por dos módulos. El superior engloba las luces diurnas, cuya firma lumínica está compuesta por tres líneas horizontales, mientras que el inferior aglutina las funciones principales de iluminación. No hay calandra, pero los faros están unidos mediante una moldura transparente que evita que el frente quede demasiado vacío. En la zaga nos encontramos con unos pilotos continuos que recuerdan hasta cierto punto al anterior Porsche Macan; por otro lado, las llantas son de 18 pulgadas.

El habitáculo es muy minimalista, con una instrumentación digital de 8.8 pulgadas y una pantalla táctil flotante de 14.6 pulgadas con resolución 2.5K. Prácticamente todas las funciones del vehículo se controlan desde dicho panel, incluido el climatizador, pues no hay ningún tipo de botón físico, algo que personalmente he echado en falta.
En cualquier caso, el infotainment responde con rapidez (probablemente debido al uso del chipset Snapdragon 8155) y tiene una interfaz sencilla de utilizar, la cual recuerda en su diseño a la de Tesla, algo que también ocurre con las ruletas del volante. Para configurar el coche (la respuesta del acelerador, la dureza de la dirección, el nivel de retención de la frenada regenerativa...), debemos navegar entre diversos submenús, un mal común en la mayoría de automóviles modernos.

La calidad de acabados es correcta. Encontramos plásticos acolchados tanto en la plancha frontal del salpicadero como en las puertas; sin embargo, la plancha superior está realizada en plástico rígido. La repisa frente al copiloto es algo inútil, pues tiene tres agujeros que dificultan utilizarla para dejar objetos; eso sí, la consola central flotante está muy bien estudiada: la zona del reposabrazos se siente sólida y cuenta con dos cargadores inalámbricos para smartphone, y al no estar unida al salpicadero, permite acceder con facilidad al hueco que hay debajo, que cuenta con dos portabebidas plegables.
La habitabilidad en la segunda fila es muy buena; de hecho, la marca afirma que es la mejor de su categoría. Lo cierto es que, como buen coche chino, prioriza el espacio para las piernas; además, también tiene una muy buena cota de altura. La luminosidad está asegurada gracias a un enorme techo panorámico de 1.8 metros cuadrados; además, disponemos de sendas salidas de aireación, así como de dos tomas USB (una de tipo A y otra de tipo C, curiosamente).
Esta amplitud en los asientos traseros afecta negativamente al maletero, que cubica unos modestos 430 litros, como un SUV de categoría inferior. Eso sí, cuenta con un práctico doble fondo que permite distribuir la carga; además, también hay un frunk o maletero delantero de 25 litros.

Hasta 434 km WLTP de autonomía
El B10 equipa un motor de 218 CV (160 kW) y 240 Nm en todas sus versiones. Se trata de un vehículo de tracción trasera, lo que le brinda una motricidad muy superior a la de modelos de potencia equivalente y tracción delantera, en los cuales la respuesta inmediata típica de los propulsores eléctricos hace que las ruedas tengan tendencia a patinar si aceleramos bruscamente. Nada de esto ocurre en el modelo de Leapmotor.
Con un 0-100 km/h en 8 segundos y una velocidad punta de 170 km/h, no se trata de un modelo deportivo, pero tampoco es precisamente lento. Stellantis ha colaborado en su puesta a punto, que se ha realizado en el circuito italiano de Balocco. Esto se deja notar en el tarado de la suspensión, más firme que en la mayoría de modelos chinos que he probado en los últimos años. Su pisada se siente 'europea', aunando un buen nivel de confort con un control eficaz de los movimientos de la carrocería en zonas de curvas. A esto ayudan una distribución de peso perfecta (50:50) y el esquema trasero multibrazo.

Hay dos baterías: la Pro de 56.2 kWh, con la que homologa una autonomía de 361 km WLTP, y la Pro Max de 67.1 kWh, que le permite llegar a los 434 km WLTP. Durante nuestra toma de contacto en las carreteras de montaña que rodean Niza, registramos un consumo de 14 kWh/100 km, una cifra bastante buena si tenemos en cuenta que realizamos una conducción relativamente exigente. En cuanto a la carga, el modelo Pro llega a los 140 kW y el Pro Max a los 168 kW. Ambos pueden pasar del 30 al 80% en menos de 20 minutos.
La gama está compuesta por dos acabados. La terminación Life cuenta de serie con elementos como la cámara de visión 360º, techo panorámico y un total de 17 ADAS. El nivel Design por su parte añade la tapicería de cuero Eco, los asientos delanteros ventilados, calefactados y con ajuste eléctrico, y la iluminación ambiental. Mientras que la versión Life se puede asociar indistintamente a las baterías Pro y Pro Max, la variante Design está disponible exclusivamente con la de mayor capacidad.

Leapmotor anuncia un precio de partida de 20.000 euros incluyendo las ayudas del Plan MOVES III (7.000 euros) y el CAE (900 euros). Por lo tanto, el B10 Pro arranca de los 27.900 euros, mientras que el Pro Max se va a los 29.900 euros. Este último sube a 31.400 euros si optamos por el nivel de acabado Design. Es más barato que sus principales rivales, ya sean europeos (Renault Scénic, Skoda Elroq) o chinos (BYD Atto 3, MGS5 EV).
La marca nos ha confirmado que el año que viene la gama se completará con una versión REEV dotada de un extensor de autonomía, la cual combinará un motor de combustión interna (probablemente el 1.5 de gasolina ya visto en el C10) con una batería de menor capacidad para aquellos a los que la versión 100% eléctrica se les quede corta en términos de autonomía.

También en 2026 llegarán algunas novedades mediante actualizaciones OTA (Over-the-air): conectividad vía Android Auto y Apple CarPlay, la función One Pedal (que permitirá la 'conducción de un pedal'), mejoras en el navegador, el asistente de voz y las ADAS, etc.
En resumidas cuentas, nos encontramos ante uno de los coches eléctricos con mejor relación precio/producto del panorama. Sobre el papel, pocas pegas se le pueden poner: está bien equipado, tiene una buena puesta a punto, es amplio y eficiente, y sobre todo, resulta sorprendentemente barato, incluso si lo comparamos no ya con otros modelos eléctricos, sino con SUV térmicos de tamaño similar.
- Habitabilidad
- Equipamiento
- Puesta a punto
- Ausencia total de botones físicos
- Maletero
